Al morir Jesucristo, el velo del templo se rasgó en dos. Los líderes judíos pidieron a Pilato que se resguardara la tumba en la que se encontraba el cuerpo de Jesús. Jesucristo resucitó y apareció a muchas personas, incluyendo a Sus apóstoles. Mandó a Sus apóstoles que llevaran el Evangelio a toda la Tierra.
Tras la muerte de Jesucristo, el velo del templo se rasga y la tierra tiembla
Pida a los alumnos que piensen si ellos o alguien que conozcan han enfrentado el fallecimiento de un ser cercano. Luego pregunte a la clase:
¿Por qué puede ser difícil perder a un ser querido?
Pida a los alumnos que a medida que estudien Mateo 27:51–28:20 busquen verdades que los ayudarán a encontrar consuelo cuando un ser querido fallece. Para proporcionar el contexto para la lección de hoy, podría pedir a los alumnos que resuman brevemente lo que Jesucristo experimentó entre el tiempo en el que fue arrestado y cuando fue crucificado.
Invite a un alumno a leer Mateo 27:51en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que sucedió en el templo cuando Jesús murió.
¿Qué sucedió en el templo cuando Jesús murió?
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temple veil diagram
Considere copiar en la pizarra el siguiente diagrama del interior del templo.
Explique que en el tiempo de Jesús, el templo tenía dos habitaciones: el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. El Lugar Santísimo representaba la presencia de Dios. Esas dos habitaciones estaban separadas por un velo o cortina. Una vez al año, en el Día de la Expiación, el sumo sacerdote pasaba del Lugar Santo a través del velo del templo y entraba en el Lugar Santísimo, donde esparcía la sangre de la ofrenda por el pecado para expiar los pecados de toda la congregación de Israel (véase Levítico 16). Cuando el velo del templo se rasgó en dos a la muerte de Jesucristo, fue un símbolo impresionante de que Jesucristo, el Gran Sumo Sacerdote, había pasado a través del velo de la muerte y pronto entraría en la presencia de Dios el Padre.
Para ayudar a los alumnos a comprender mejor el significado de que el velo se rasgara, invite a uno de ellos a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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Elder Bruce R. McConkie
“El Lugar Santísimo ahora está abierto para todos, y todos, por medio de la sangre expiatoria del Cordero, ahora pueden entrar en el más alto y santo de todos los lugares, ese reino en el que se encuentra la vida eterna… Las ordenanzas efectuadas a través del velo del antiguo templo eran a semejanza de lo que Cristo habría de hacer, y que ahora habiéndolo hecho, todos los hombres se vuelven elegibles para pasar por el velo hacia la presencia del Señor para heredar una exaltación completa” (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos 1965–1973, tomo 1, pág. 830).
De la ocasión en la que el velo se rasgó ¿qué verdad importante podemos aprender acerca de la Expiación de Jesucristo? (Después de que los alumnos respondan, anote la siguiente verdad en la pizarra: Gracias a la expiación de Jesucristo, todos podemos entrar a la presencia de Dios si nos arrepentimos y guardamos nuestros convenios).
¿Cómo es que la expiación de Jesucristo hace posible que regresemos a la presencia de Dios?
Señale que aunque la expiación de Jesucristo hace posible que regresemos a la presencia de Dios, debemos hacer nuestra parte para ser dignos de morar eternamente con nuestro Padre Celestial.
¿Qué debemos hacer para ser dignos de morar eternamente con el Padre Celestial?
Para resumir Mateo 27:52–56, explique que después de la resurrección de Jesucristo, muchas personas justas que habían muerto también resucitaron y se aparecieron a muchos en Jerusalén. Esos versículos también relatan que entre aquellos que presenciaron la muerte de Jesús se encontraban un centurión romano y muchas mujeres.
Invite a un alumno a leer Mateo 27:54en voz alta, y pida a la clase que averigüe cómo reaccionaron el centurión romano y aquellos que estaban con él cuando presenciaron los acontecimientos posteriores a la crucifixión del Salvador.
¿Cuál fue la reacción del centurión y de aquellos que estaba con él?
¿Qué vieron que pudo haber hecho que declararan que “¡Verdaderamente [Jesús] era el Hijo de Dios!”?
Los líderes judíos conspiran con Pilato para vigilar el sepulcro de Jesús
Para resumir Mateo 27:57–61, explique que después de la muerte de Jesús, un discípulo rico llamado José de Arimatea “pidió el cuerpo de Jesús” (versículo 58). Lo envolvió en una sábana limpia, lo colocó en la tumba (o sepulcro) que era de su propiedad, y después cubrió la entrada del sepulcro con una gran piedra.
Invite a varios alumnos a turnarse para leer Mateo 27:62–66 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber qué fue lo que los principales sacerdotes y fariseos pidieron a Pilato.
¿Qué pidieron a Pilato los principales sacerdotes y fariseos?
Explique que temprano, el primer día de la semana, o domingo, María Magdalena y otra mujer llamada María fueron al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús como una expresión de su amor y adoración. Pida a algunos alumnos que se turnen para leer Mateo 28:1–6 en voz alta.
¿Qué encontraron las mujeres al acercarse al sepulcro? (Explique que la Traducción de José Smith aclara que las mujeres vieron dos ángeles, no uno [véase Mateo 28:2, nota a al pie de página]).
¿Cómo habrían reaccionado ustedes si hubieran visto dos ángeles? ¿Cómo reaccionaron los guardias?
Según los versículos 5–6, ¿qué dijeron los ángeles a las mujeres?
¿Qué verdad podemos aprender de esas palabras? (Después de que los alumnos respondan, anote la siguiente verdad en la pizarra: Jesucristo resucitó de los muertos).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender la doctrina de la resurrección, divídalos en grupos de dos o tres e invítelos a completar el siguiente volante en sus grupos:
Nuevo Testamento: Manual del maestro de seminario—Lección 33
Estudien la entrada titulada “Resurrección” en la Guía para el Estudio de las Escrituras. Después analicen las preguntas que se encuentran a continuación y anoten sus respuestas en los espacios correspondientes.
¿Cuál es la diferencia entre ser traído de los muertos y ser resucitado?
¿Qué le ocurrirá a toda la humanidad como resultado de la resurrección de Jesucristo?
¿En qué forma el comprender la doctrina de la resurrección puede brindar consuelo a aquellos que han perdido seres queridos?
Pida a algunos alumnos que compartan con la clase lo que aprendieron al completar el volante.
Invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Gordon B. Hinckley:
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President Gordon B. Hinckley
“El milagro de aquella mañana de Resurrección, del primer domingo de Pascua, es un milagro para toda la humanidad. Es un milagro realizado mediante el poder de Dios, cuyo Hijo Amado dio Su vida para expiar los pecados de todos nosotros —un sacrificio de amor por cada hijo e hija de Dios. Al hacerlo, rompió el sello de la muerte…
“Y al igual que Él tomó Su cuerpo y se levantó de la tumba, todos disfrutaremos una reunión de cuerpo y espíritu para llegar a ser almas vivientes en el día de nuestra propia resurrección.
“Por lo tanto, nos regocijamos como muchos, y como debiera todo el género humano, cuando recordamos el acontecimiento más glorioso y más consolador de todos los acontecimientos en la historia de la humanidad: la victoria sobre la muerte” (véase “La victoria sobre la muerte”, Liahona, julio de 1985, pág. 51).
Invite a un alumno a leer Mateo 28:7–10 en voz alta.
Según el versículo 7, ¿qué mandaron los ángeles que hicieran las mujeres?
¿Por qué creen que las mujeres partieron “con temor y gran gozo”?
¿Qué les ocurrió a las mujeres cuando se dirigían a contar a los discípulos su experiencia?
Para resumir Mateo 28:11–15, explique que mientras las mujeres se apresuraban para llevar las noticias de la resurrección de Jesús a los discípulos, los principales sacerdotes se enteraron de lo que había sucedido a los soldados que custodiaban el sepulcro. Los líderes judíos temían que el pueblo se enterara de la verdad, de modo que pagaron a los guardias para que divulgaran mentiras de que los discípulos del Salvador se habían llevado Su cuerpo del sepulcro mientras los guardias dormían.
Pida a un alumno que lea Mateo 28:16–18en voz alta, e invite a la clase a seguir la lectura en silencio para conocer la bendición que recibieron los once apóstoles cuando obedecieron las palabras de las mujeres de ir a Galilea.
¿Qué bendición recibieron los once discípulos por obedecer las palabras de las mujeres?
Invite a un alumno a leer Mateo 28:19–20en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que el Salvador mandó a Sus apóstoles que hicieran después de que lo vieron.
¿Qué se mandó a los apóstoles que hicieran después de que vieron al Salvador?
¿Qué podemos aprender de su experiencia acerca de la responsabilidad que tenemos a medida que obtenemos un testimonio de Jesucristo? (Después de que los alumnos respondan, anote el siguiente principio en la pizarra: A medida que obtenemos un testimonio de Jesucristo, tenemos la responsabilidad de testificar a los demás acerca de Él).
Invite a los alumnos a pasar a la pizarra y escribir algunas maneras en las que podemos testificar a los demás acerca de Jesucristo. Podría invitar a los alumnos a que expliquen o den ejemplos de las ideas que escriban. Después haga las siguientes preguntas:
Según el versículo 20, ¿qué promesa hizo el Salvador a Sus apóstoles?
¿En qué sentido ha estado el Señor con ustedes, o los ha ayudado en sus esfuerzos por compartir el Evangelio?
Aliente a los alumnos a compartir su testimonio de Jesucristo con los demás. Para ayudarles a hacerlo, pida a los alumnos que usen una de las ideas que se encuentran en la pizarra a fin de establecerse una meta personal de testificar de Jesucristo y Su evangelio a los miembros de su familia, amigos y otras personas. Invite a los alumnos a anotar su meta en su cuaderno de apuntes o diario de estudio de las Escrituras.
Para ayudar a los alumnos a memorizar ese pasaje de dominio de las Escrituras, divida los alumnos de dos en dos e invite a un miembro de cada pareja a escribir el pasaje en una hoja de papel. Pida a los alumnos que corten el papel en tiras, dejando intactas las frases del pasaje de las Escrituras. Pida a los alumnos que mezclen las tiras y las vuelvan a colocar en el orden correcto (consultando sus Escrituras si es necesario). Desafíe a los alumnos a continuar practicando hasta que ya no necesiten usar sus Escrituras. Aliente a los alumnos a quitar una tira y recitar de memoria la frase que falta. Después de que los alumnos hayan memorizado una frase, aliéntelos a quitar otra frase y repetir ambas de memoria. Permítales continuar ese proceso hasta que puedan recitar todo el pasaje de memoria.
El presidente Ezra Taft Benson declaró que no hay acontecimiento más importante que la resurrección de Jesucristo:
“Los acontecimientos más grandiosos de la historia son los que afectan al mayor número de personas por el espacio de tiempo más largo. Según ese criterio, ningún suceso podría ser más importante, tanto para las personas individualmente como para las naciones, que la resurrección del Maestro. La resurrección final de toda alma que haya vivido y muerto en esta tierra es una certeza confirmada por las Escrituras y, por supuesto, no hay ningún otro acontecimiento para el que debamos prepararnos con mayor esmero. No hay nada que sea más universal que la Resurrección; Todo ser viviente resucitará” (“The Greatest Event in History”, New Era, abril de 2004, pág. 45).
Mateo 28:19. “…id y haced discípulos a todas las naciones”
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que los miembros de la Iglesia pueden usar las redes sociales para compartir el Evangelio:
“El Señor está apresurando Su obra, y no es ninguna coincidencia que estas poderosas innovaciones e inventos en la comunicación estén llevándose a cabo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Los medios de las redes sociales son herramientas globales que pueden afectar personal y positivamente a muchas personas y familias; Y creo que ha llegado el momento de que nosotros, como discípulos de Cristo, utilicemos estos medios inspirados de manera apropiada y mucho más eficaz para testificar de Dios el Eterno Padre, de Su plan de felicidad para Sus hijos, y de Su Hijo Jesucristo como el Salvador del mundo; para proclamar la realidad de la restauración del Evangelio en los últimos días y para llevar a cabo la obra del Señor” (“Inundar la tierra como con un diluvio”, discurso pronunciado durante la Semana de la Educación en el campus de la Universidad Brigham Young, 19 de agosto de 2014 LDS.org).