Pablo siguió enseñando a los santos de Corinto sobre la resurrección. Se regocijó en la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Además, instó a los miembros de la Iglesia de Corinto a dar donativos para los santos necesitados de Jerusalén.
Antes de la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Cómo podrían decidir vivir las personas si no creyeran que vivirían de nuevo después de morir?
Al principio de la clase, invite a los alumnos a contestar la pregunta que se encuentra en la pizarra.
Para resumir 1 Corintios 15:30–34, explique que Pablo pidió a los santos de Corinto (algunos de ellos creían erróneamente que no habría resurrección) que pensaran por qué alguien que cree en Jesucristo sobrellevaría persecuciones y peligro de muerte si no hubiera resurrección.
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:32 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar qué actitud sugirió Pablo que algunas personas podrían tener si no hubiera resurrección de los muertos.
Según el versículo 32, ¿qué actitud sugirió Pablo que algunas personas podrían tener si no hubiera resurrección de los muertos?
Ya que la resurrección es una realidad, ¿por qué podría resultar peligroso adoptar esa actitud?
Conforme estudien el resto de 1 Corintios 15, invite a los alumnos a buscar verdades que los ayuden a comprender cómo el tener un conocimiento de la resurrección puede influir en sus decisiones de la vida terrenal. (Nota: A medida que hallen las verdades, escríbalas en la pizarra).
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:35 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de preguntas que las personas podrían tener sobre la resurrección. Invítelos a explicar lo que encuentren.
Para resumir 1 Corintios 15:36–38, explique que Pablo contestó esas preguntas al utilizar una semilla para representar el cuerpo mortal el cual, tras la muerte y la sepultura, saldrá en la resurrección.
Muestre (o dibuje en la pizarra) ilustraciones del sol, de la luna y algunas estrellas.
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drawing, sun, moon, stars
Según la perspectiva que tenemos en la tierra, ¿cómo se compara la luz del sol con la luz de la luna?
¿Cómo se compara la luz de la luna con la de las estrellas?
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:39–42 en voz alta, y asegúrese de que el alumno lea también la Traducción de José Smith de 1 Corintios 15:40, que está en la nota a al pie de página. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver el modo en que Pablo se vale del resplandor del sol, del de la luna y del de las estrellas para explicar la diferencia entre los cuerpos resucitados. Explique que, en ese contexto, la palabra gloria podría referirse a la luz, al esplendor o al brillo.
¿Qué comparó Pablo con la gloria del sol, de la luna y de las estrellas? (La gloria de los cuerpos resucitados).
¿Qué nos enseñan esas diferencias de luz o gloria sobre los cuerpos resucitados? (Los alumnos quizás utilicen diferentes palabras, pero asegúrese de que reconozcan la siguiente doctrina: Hay diferentes grados de gloria para los cuerpos resucitados).
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Joseph F. Smith. Pida a la clase que preste atención para conocer el modo en que diferirán las diversas glorias de los cuerpos resucitados. Antes que el alumno lea, explique que al hablar de los “cuerpos celestiales”, el presidente Smith se refería a quienes obtienen el grado de gloria más alto del reino celestial (véase D. y C. 131:1–4).
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President Joseph Fielding Smith
“En la resurrección habrá diferentes clases de cuerpos; no todos serán iguales. El cuerpo que reciba el individuo determinará su lugar en el más allá. Habrá cuerpos celestiales, terrestres y telestiales…
“Algunos recibirán cuerpos celestiales con todos los poderes de la exaltación y de aumento eterno. Estos cuerpos brillarán como el sol, tal como brilla nuestro Salvador… Quienes entren en el reino terrestre tendrán cuerpos terrestres, y ellos no brillarán como el sol, aunque serán más gloriosos que los cuerpos de aquellos que reciban la gloria telestial” (véase Doctrina de Salvación, comp. por Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1979, tomo II, págs. 269–270).
¿Cómo diferirán las diversas glorias de los cuerpos resucitados?
Rotule el dibujo del sol de la pizarra con la palabra Celestial; el de la luna, Terrestre; y el de las estrellas, Telestial. Debajo de cada dibujo o lámina, haga un dibujo sencillo de un cuerpo, pero que el cuerpo celestial se vea con más gloria que el terrestre, y que el terrestre tenga más gloria que el telestial.
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drawing, sun, moon, stars, stick figures
Según el presidente Smith, ¿qué determinará el cuerpo o la gloria que la persona recibirá en la resurrección?
De acuerdo con el presidente Smith, ¿qué recibirán quienes hereden cuerpos celestiales en el grado más alto del reino celestial como parte de su gloria que no heredarán quienes no tengan cuerpos celestiales? (Escriba Los poderes de la exaltación y de aumento eterno debajo del dibujo del cuerpo celestial).
Explique que los “poderes de la exaltación” abarcan la capacidad de tener el tipo de vida que Dios vive, y que el “aumento eterno” es la capacidad de seguir teniendo hijos en las eternidades. Esas bendiciones están solo al alcance de quienes sean exaltados en el grado más alto del reino celestial (véanse D. y C. 131:1–4; 132:19–20).
A fin de ayudar a los alumnos a comprender lo que debemos hacer para recibir un cuerpo celestial en la resurrección, invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:21–22 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que debemos hacer para recibir un cuerpo celestial.
¿Qué debemos hacer para recibir un cuerpo celestial? (Explique que “obedecer la ley [del] reino celestial” [versículo 22] significa recibir todas las ordenanzas, y hacer y guardar todos los convenios necesarios para entrar en dicho reino).
¿De qué modo el conocer sobre la gloria y las bendiciones que están solo al alcance de los seres resucitados en el grado más alto del reino celestial puede influir en las decisiones de las personas en la vida terrenal?
Para resumir 1 Corintios 15:42–52, explique que Pablo aclaró más ampliamente cómo será un cuerpo resucitado. Se refirió al cuerpo mortal como “natural” (versículos 44, 46) y corruptible, y al cuerpo resucitado como “espiritual” (versículos 44, 46) e “incorruptible” (versículo 52), es decir, inmortal o no sujeto a la muerte.
Pablo se regocija en la victoria de Jesucristo sobre la muerte
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:53 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer qué doctrina enseñó Pablo sobre el estado de nuestro cuerpo al resucitar.
Según el versículo 53, ¿cuál será el estado de nuestro cuerpo después de la resurrección? (Los alumnos deben reconocer una doctrina semejante a la siguiente: Resucitaremos en un estado incorruptible e inmortal).
¿De qué maneras será incorruptible nuestro cuerpo resucitado? (Ya no estará sujeto al deterioro ni a la muerte).
¿De qué manera influye en las decisiones que tomamos en la vida terrenal el saber que todos tendremos un cuerpo resucitado y heredaremos su correspondiente grado de gloria eternamente?
A fin de preparar a los alumnos para estudiar el resto de la Primera Epístola de Pablo a los Corintios, invítelos a levantar la mano si en alguna ocasión los ha picado un insecto.
¿Cómo describirían la experiencia de que les picara un insecto?
Invite a los alumnos a leer 1 Corintios 15:54–55 en silencio para conocer aquello que Pablo dijo que ya no tenía aguijón.
¿Qué cosa dijo Pablo que ya no tenía aguijón? (La muerte física).
¿De qué manera puede la muerte física “picarnos” con su aguijón (versículo 55) o parecer que logra la victoria sobre nosotros?
¿De qué manera es la muerte física “sorbida… en victoria” por medio de Jesucristo (versículo 54)?
¿Qué verdad aprendemos de las enseñanzas de Pablo en cuanto a por qué la muerte física ya no tiene un aguijón permanente ni victoria alguna sobre nosotros? (Asegúrese de que los alumnos distingan una verdad semejante a la siguiente: La muerte física no tiene victoria sobre nosotros a causa de la resurrección de Jesucristo).
Explique que, a pesar de que la resurrección de Jesucristo ha quitado el aguijón que resulta de la muerte física, hay otro aguijón de muerte que aún puede permanecer. Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:56 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para ver qué aguijón podría permanecer cuando muramos.
¿Qué aguijón podría permanecer cuando muramos?
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:57–58 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer lo que Pablo enseñó que puede quitar el aguijón de la muerte que resulta del pecado.
¿Qué enseñó Pablo que puede quitar el aguijón de la muerte que resulta del pecado?
Según el versículo 58, ¿qué invitó Pablo que hicieran sus lectores a causa de la victoria de Jesucristo sobre la muerte?
¿Qué principio podemos hallar en los versículos 56–58 sobre lo que debemos hacer para evitar el aguijón de la muerte que resulta del pecado? (Ayude a los alumnos a reconocer un principio semejante al siguiente: Si somos firmes y constantes al vivir el Evangelio, el aguijón de la muerte que proviene del pecado se elimina mediante la expiación de Jesucristo).
¿Qué significa ser firme y constante al vivir el Evangelio?
¿Qué función cumple el arrepentimiento en ser firme y constante?
A fin de ayudar a los alumnos a percibir la importancia de las verdades que han aprendido, señale las que están escritas en la pizarra e invítelos a escribir en el cuaderno de apuntes o en el diario de estudio de las Escrituras sus respuestas a la siguiente pregunta: ¿Qué verdades sobre la resurrección han aprendido que les pueden ayudar a desear vivir con rectitud? Después de conceder tiempo suficiente, invite a algunos alumnos a compartir con la clase lo que escribieron.
Invite a los alumnos a establecer una meta sobre algo que puedan hacer hoy para ser más firmes y constantes al vivir el Evangelio.
Pablo organiza una colecta para los pobres que vivían en Jerusalén
Para resumir 1 Corintios 16:1–24, explique que Pablo indicó a los santos de Corinto que ayudaran a cuidar de los pobres de Jerusalén, a estar “firmes en la fe” (versículo 13), y a hacer todas las cosas “con caridad” (versículo 14).
Testifique de las verdades que los alumnos han hallado en esta lección.
Invite a dos alumnos a pasar al frente del salón de clases con las Escrituras. Pídales que hagan de cuenta que usted es un investigador y que ellos son misioneros que le enseñan sobre el Plan de Salvación. Pídales que le expliquen lo que saben acerca de la muerte y la resurrección valiéndose de los pasajes de dominio de las Escrituras de 1 Corintios 15 y de cualquier otro que resulte útil. Indique a los de la clase que compartan cualquier otra cosa que explicarían a un investigador sobre la muerte y la resurrección.
El presidente Howard W. Hunter enseñó lo siguiente en cuanto a los cuerpos resucitados:
“Hay una separación del espíritu y el cuerpo en el momento de la muerte. La resurrección volverá a unir el espíritu con el cuerpo y este último se convierte en un cuerpo espiritual, de carne y huesos, pero vivificado por el espíritu en vez de la sangre. De ese modo, nuestro cuerpo tras la resurrección, vivificado por el espíritu, llegará a ser inmortal y nunca morirá. Ese es el significado de las siguientes afirmaciones de Pablo: ‘Hay cuerpo natural, y hay cuerpo espiritual’ y ‘carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios’. El cuerpo natural es carne y sangre, pero al ser vivificado por el espíritu en vez de la sangre, puede entrar y entrará en el reino” (en Conference Report, abril de 1969, pág. 138).
“Adán, ‘el primer hombre’ (1 Corintios 15:45; D. y C. 84:16), fue el primero en recibir un cuerpo físico. Jesucristo, ‘el postrer Adán’ o ‘segundo hombre’ (1 Corintios 15:45, 47), fue el primero en ser vivificado (resucitado) y recibir un cuerpo glorificado (véanse Juan 5:21; D. y C. 88:17). Tanto las acciones de Adán (concernientes a la Caída) como las de Jesucristo (concernientes a la Expiación y Resurrección) fueron necesarias para nuestra salvación (véase el comentario correspondiente a Romanos 5:12–21)” (Nuevo Testamento, Manual del alumno [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], pág. 388[000]).
El presidente Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
“… [era necesaria] una expiación infinita que redimiera a Adán y a Eva y a toda su posteridad; esa expiación debía también habilitar nuestro cuerpo físico para la resurrección y cambiarlo a una condición en la que no tuviera sangre [véanse 1 Corintios 15:51–53; 3 Nefi 28:8] ni estuviera sujeto a las enfermedades, el deterioro ni la muerte” (“La constancia en medio del cambio”, Liahona, enero de 1994, pág. 39).
En 1 Corintios 15:51, leemos que Pablo dijo que revelaría a los santos de Corinto un misterio tocante a la resurrección. Años antes, al escribir a los santos de Tesalónica, Pablo había enseñado que cuando ocurra la resurrección de los muertos en la segunda venida de Jesucristo, todos los fieles que vivan en ese momento en la tierra serán “arrebatados… para recibir al Señor en el aire” (1 Tesalonicenses 4:17). Pablo agregó otro detalle a su descripción de los acontecimientos relacionados con la Segunda Venida, el cual se halla en 1 Corintios 15:52. Pablo enseñó que aquellos que estén vivos cuando Jesucristo regrese, seguirán viviendo su vida terrenal, pero no “dormirán” en la tumba (véase 1 Corintios 15:51) al morir durante el Milenio. En lugar de ello, resucitarán rápidamente, “en un abrir y cerrar de ojos” (1 Corintios 15:52). (Véase también D. y C. 63:50–51).
El élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que la resurrección de Jesucristo puede ayudar a eliminar el aguijón de la muerte física y del sufrimiento:
“El don de la inmortalidad para toda la humanidad mediante la realidad de la resurrección es una promesa tan poderosa que nuestro regocijo por esos grandes y generosos dones debería ahogar cualquier pena, aliviar cualquier dolor, vencer cualquier estado de ánimo, eliminar cualquier desesperanza y doblegar cualquier tragedia” (“All Hell Is Moved” [devocional de la Universidad Brigham Young, 8 de noviembre de 1977, pág. 7; speeches.byu.edu).
El presidente Ezra Taft Benson testificó de la realidad de la resurrección y de nuestra necesidad de prepararnos para ella:
“La resurrección literal de toda alma que haya vivido y muerto en la tierra es algo seguro, y no cabe duda que tenemos que prepararnos concienzudamente para dicho acontecimiento. Puesto que la resurrección será una realidad, el objetivo de todo hombre y toda mujer debe ser una resurrección gloriosa” (véase “El significado de la Pascua de Resurrección”, Liahona, abril de 1993, pág. 3).