Pablo se enteró de que algunas personas de Corinto enseñaban que no había resurrección de los muertos. Testificó a los miembros de la Iglesia de Corinto que Jesucristo se levantó de entre los muertos. Luego expuso más ampliamente la doctrina de la resurrección y lo que esta implica para todos los hijos del Padre Celestial. Pablo mencionó que la ordenanza del bautismo por los muertos no tendría sentido sin la resurrección.
Pablo brinda pruebas de la resurrección de Jesucristo
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Thomas S. Monson:
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President Thomas S. Monson
“Mis hermanos y hermanas, reímos, lloramos, trabajamos, jugamos, amamos y vivimos; y luego morimos. La muerte es nuestro legado universal y todos debemos cruzar su umbral. La muerte reclama al anciano, al cansado y al agotado; visita al joven en el albor de su esperanza y en la gloria de su futuro. Ni siquiera los niños pequeños quedan fuera de su alcance” (“¡Yo sé que vive mi Señor!”, Liahona, mayo de 2007, pág. 24).
Invite a los alumnos a reflexionar en lo que pensaron o sintieron cuando falleció alguien a quien conocían. Si lo desea, invite a varios alumnos a compartir las experiencias que hayan tenido, si se sienten cómodos al respecto.
Al estudiar 1 Corintios 15:1–29, invite a los alumnos a buscar principios que puedan ayudarlos cuando fallezca alguien a quien conozcan.
Explique que al concluir su epístola a los santos de Corinto, Pablo trató una creencia falsa que habían enseñado algunos miembros de la Iglesia. Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:12 en voz alta, y pida a la clase que determine cuál era la falsa creencia que se había enseñado.
¿Qué enseñaban algunos de los santos de Corinto? (Que no había resurrección de los muertos).
Invite a un alumno a leer en voz alta 1 Corintios 15:3–8, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer lo que el apóstol Pablo escribió para ayudar a los miembros de la Iglesia a comprender la realidad de la resurrección del Salvador.
¿De qué testificó Pablo a fin de ayudar a los miembros de la Iglesia a comprender la realidad de la misión y resurrección del Salvador?
¿Qué verdad podemos aprender sobre la función de los apóstoles en esos versículos? (Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero deberían reconocer una verdad parecida a la siguiente: Los apóstoles testifican que Jesucristo murió por nuestros pecados y que resucitó de entre los muertos).
¿Cómo podrían ayudar los testimonios de los apóstoles sobre la resurrección de Jesucristo a quienes tienen dificultades para creer en la resurrección?
Para ayudar a los alumnos a sentir la veracidad y la importancia de esa verdad, invite a uno de ellos a leer en voz alta el siguiente testimonio del presidente Monson. (Si lo desea, también podría compartir los testimonios sobre la resurrección de Jesucristo que hayan dado otros apóstoles en los mensajes de conferencias generales recientes).
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President Thomas S. Monson
“Con todo mi corazón y el fervor de mi alma levanto mi voz en testimonio, como testigo especial, y declaro que Dios vive; Jesús es Su Hijo, el Unigénito del Padre en la carne. Él es nuestro Redentor y nuestro Mediador ante el Padre. Fue Él quien murió en la cruz para expiar nuestros pecados. Él fue las primicias de la resurrección, y gracias a Su muerte todos volveremos a vivir. Cuán dulce es el gozo que dan estas palabras: ‘¡Yo sé que vive mi Señor!’ Ruego que todo el mundo lo sepa y viva de acuerdo con este conocimiento” (“¡Yo sé que vive mi Señor!”, pág. 25).
Invite a los alumnos a meditar en cómo el testimonio de los apóstoles sobre la resurrección de Jesucristo han servido para fortalecer su fe en la resurrección. Si lo desea, invite a algunos alumnos a compartir lo que piensan.
Para resumir 1 Corintios 15:11–15, explique que Pablo cuestionó por qué los santos de Corinto habían empezado a dudar de la realidad de la resurrección. Pablo argumentó que si Jesucristo no se hubiese levantado de entre los muertos, entonces todos los testigos de Su resurrección serían falsos y no tendría sentido predicar el Evangelio.
Escriba las siguientes oraciones incompletas en la pizarra:
Si Jesús no se hubiera levantado de entre los muertos… (véase 1 Corintios 15:16–19).
Invite a la mitad de la clase a leer 1 Corintios 15:16–19 en silencio, para determinar qué habría pasado si Jesús no se hubiera levantado de entre los muertos. Invite a la otra mitad a leer 1 Corintios 15:20–22 en silencio, para determinar qué bendiciones se han logrado como resultado de la resurrección de Jesucristo.
Tras darles suficiente tiempo, pida a los alumnos que lean 1 Corintios 15:20–22 para que indiquen cómo podrían completar la oración correspondiente de la pizarra. Pida a un alumno que escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra.
Explique que la palabra primicias, en el versículo 20, se refiere a la primera parte de la siega que cosecha el agricultor. Al igual que esos frutos de la siega son los primeros de los muchos que se cosechan, Jesucristo fue el primero en resucitar de todos los seres.
Según el versículo 22, ¿qué sucederá a todos los hijos del Padre Celestial a causa de que Jesucristo resucitó? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero deben reconocer la siguiente doctrina: Debido a la resurrección de Jesucristo, todas las personas resucitarán).
Invite a los alumnos a leer 1 Corintios 15:16–19 para que indiquen cómo completarían la otra oración de la pizarra. Pida a un alumno que escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra.
Explique que en los versículos 14–19, Pablo pide a los santos que piensen en cuáles serían las consecuencias “si Cristo no resucitó”. Pablo explica que toda predicación sería en vano, ya que Jesucristo no habría mostrado que tiene poder sobre la muerte y que, por consiguiente, no habría podido expiar nuestros pecados. No obstante, puesto que Jesucristo sí se levantó de entre los muertos, sabemos que Él es el Hijo de Dios y que sí tiene dicho poder.
Mencione las palabras de Pablo del versículo 19: “Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres”.
¿Por qué seríamos dignos de lástima si solamente tuviéramos esperanza en Jesucristo en esta vida o si nuestra esperanza desapareciera después de morir? (Si no hubiera resurrección de los muertos, nuestra esperanza en Jesucristo solo serviría para esta vida y los propósitos del plan de salvación no se podrían lograr).
Según los versículos 20–22, ¿qué gran esperanza brinda la resurrección de Jesucristo? (La esperanza de que todos nosotros viviremos de nuevo tras la muerte. Después que los alumnos contesten, escriba la siguiente verdad en la pizarra: Debido a la resurrección de Jesucristo, podemos tener esperanza).
¿De qué modo la resurrección de Jesucristo nos brinda esperanza cuando fallece alguien a quien conocemos o cuando sentimos temor por nuestra propia muerte?
Para ayudar a los alumnos a entender mejor la importancia de la resurrección de Jesucristo, pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del profeta José Smith. (Si es posible, entregue la cita a los alumnos en un volante).
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Prophet Joseph Smith
“Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los apóstoles y de los profetas concernientes a Jesucristo: que murió, fue sepultado, se levantó al tercer día y ascendió a los cielos, y todas las otras cosas que pertenecen a nuestra religión son únicamente apéndices de eso” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 51–52).
¿Cuáles dijo José Smith que son los principios fundamentales de nuestra religión?
Según lo que han aprendido en esta lección, ¿de qué modo es la resurrección de Jesucristo fundamental para otras verdades del Evangelio?
Si lo desea, testifique de la realidad de la resurrección y su importancia en el plan de salvación del Padre Celestial.
Explique que, tal como se indica en 1 Corintios 15:23–24, Pablo enseñó que habrá un orden en la resurrección, y que Jesucristo “[entregará] el reino” al Padre Celestial después que se acaben todas las formas de “autoridad y… poder” terrenales (o de este mundo).
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:25–26 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que Pablo enseñó que ocurriría al final con los enemigos de Jesucristo.
¿Qué dijo Pablo que ocurriría al final con los enemigos de Jesucristo? (Serán puestos “debajo de sus pies” [versículo 25], es decir, serán destruidos).
¿A quiénes o a qué podría considerarse enemigos de Jesucristo? (Entre algunos ejemplos están el pecado, la corrupción, la iniquidad y el adversario).
¿Cuál es el último enemigo que Jesucristo destruirá?
¿Por qué puede considerarse que la muerte es un enemigo de Jesucristo y del plan del Padre Celestial?
Recuerde a los alumnos que algunos miembros de la Iglesia de Corinto creían que los muertos no resucitarían, pero Pablo señaló que lo que los santos hacían manifestaba su creencia en la resurrección de los muertos.
Invite a un alumno a leer 1 Corintios 15:29 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar qué ordenanza efectuaban los santos de Corinto. Invite a los alumnos a dar un informe de lo que encuentren.
¿Cómo resumirían lo que Pablo preguntó a los santos sobre su participación en los bautismos por los muertos? (“Si no creen en la resurrección, ¿por qué se bautizan por los muertos?”).
Indique que la ordenanza del bautismo por los muertos es un testimonio de que creemos en la resurrección. Escriba la siguiente verdad en la pizarra: Quienes han muerto sin bautizarse pueden recibir esa ordenanza esencial.
Muestre la lámina de un templo. Pida a un alumno que lea en voz alta las siguientes palabras del presidente Gordon B. Hinckley:
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President Gordon B. Hinckley
“Todos los templos, ya sean grandes o pequeños, viejos o nuevos, demuestran nuestro testimonio de que la vida venidera es tan real como la vida mortal” (“Esta pacífica Casa de Dios”, Liahona, julio de 1993, pág. 85).
Invite a los alumnos a recordar alguna ocasión en la que hayan efectuado bautismos por los muertos o preparado nombres de sus antepasados para llevarlos al templo. Invite a algunos alumnos a contestar las siguientes preguntas:
¿Qué sintieron al preparar los nombres o al efectuar la obra por ellos en el templo?
¿De qué manera las experiencias que han tenido al efectuar la obra de historia familiar y del templo han fortalecido su fe en la resurrección de Jesucristo y de todas las personas?
Si quiere, testifique sobre la importancia de realizar la obra del templo y de historia familiar a favor de quienes han fallecido. Inste a los alumnos a mostrar su fe en la resurrección de Jesucristo y en la futura resurrección de todos los seres al participar con regularidad en la obra del templo y de historia familiar.
Para ayudar a los alumnos a entender cómo el conocer la doctrina que se halla en 1 Corintios 15:20–22 podría prepararlos para ayudar a los demás, invítelos a pensar en alguien que conozcan que haya perdido a un ser querido. Pida a los alumnos que escriban una breve carta a dicha persona en el cuaderno de apuntes o en el diario de estudio de las Escrituras, valiéndose de su entendimiento de ese pasaje a fin de enseñar y consolar a esa persona. Invite a algunos alumnos a compartir con la clase lo que escribieron.
Comentarios e información de contexto
1 Corintios 15:20. “Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos”
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó cómo el creer que Jesucristo resucitó significa que también podemos tener fe en que nosotros resucitaremos:
“Si Jesús realmente resucitó de forma literal, entonces forzosamente se concluye que Él es un personaje divino. Ningún ser mortal tiene el poder en sí mismo para volver a la vida después de morir. Debido a que Él resucitó, Jesús no puede haber sido sólo un carpintero, un maestro, un rabí o un profeta. Debido a que Él resucitó, Jesús tiene que haber sido un Dios, aun el Hijo Unigénito del Padre.
“Por tanto, lo que Él enseñó es verdad; ya que Dios no puede mentir.
“Por consiguiente, Él es el Creador de la tierra, tal como Él dijo.
“Entonces el cielo y el infierno son reales, como Él enseñó.
“Entonces existe un mundo de los espíritus que Él visitó después de Su muerte.
“Por lo tanto, Él vendrá de nuevo, como dijeron los ángeles, y ‘reinará personalmente sobre la tierra’.
“Por consiguiente, habrá una resurrección y un juicio final para todas las personas” (“La resurrección de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2014, pág. 113).
El presidente Joseph Fielding Smith testificó que todas las personas resucitarán:
“La resurrección no le será negada a nadie que haya vivido y muerto en esta tierra. La razón enseña esto y es sencillamente un asunto de justicia. Adán solamente fue el responsable de la muerte, y por lo tanto el Señor no pone el peso de esto sobre ninguna otra persona. La justicia demanda que nadie que no haya sido responsable de la muerte sea tenido por tal, y por tanto, como lo declaró Pablo: ‘Así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados’” (Doctrina de Salvación, comp. por Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1979, tomo II, pág. 258).