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Lección 131: 2 Timoteo 1–2


Lección 131

2 Timoteo 1–2

Introducción

En su segunda epístola a Timoteo, Pablo enseñó que el miedo no proviene de Dios, y aconsejó a Timoteo que no se avergonzara de su testimonio de Jesucristo. Pablo alentó a Timoteo para que aguantara sus pruebas con fidelidad y le instruyó que enseñara a los santos que se arrepintieran.

Sugerencias para la enseñanza

2 Timoteo 1

Pablo aconseja a Timoteo que no se avergüence del Evangelio

Escriba la palabra temor en la pizarra y pida a los alumnos que piensen en la forma en que el temor puede influir en nosotros. Pida a un alumno que lea en voz alta las siguientes palabras del presidente Gordon B. Hinckley:

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President Gordon B. Hinckley

“¿Quién de nosotros puede decir que no ha sentido temor? No sé de nadie que se haya salvado completamente de esto. Algunas personas, por supuesto, experimentan el miedo a un nivel mucho más alto que otras. Algunos son capaces de elevarse por encima de él con rapidez, pero otros quedan atrapados, son derribados por él y vencidos. Sufrimos temor al ridículo, temor al fracaso, temor a la soledad, temor a la ignorancia. Algunos le temen al presente, otros al futuro. Algunos llevan la carga del pecado y darían casi cualquier cosa por librarse de esas cargas, pero temen cambiar su vida” (“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía” Liahona, febrero de 1985, pág. 21).

  • Según el presidente Hinckley, ¿qué influencia puede tener en nosotros el temor?

  • ¿Cómo puede el temor afectar nuestra habilidad de vivir el Evangelio?

Al estudiar 2 Timoteo 1, invite a los alumnos a buscar un principio que les pueda ayudar a superar el temor.

Explique que poco antes de morir, Pablo escribió su segunda epístola a Timoteo mientras estaba encarcelado en Roma. Para resumir 2 Timoteo 1:1–5, explique que Pablo expresó su deseo de ver a Timoteo y recordó la fe sincera de este.

Invite a un alumno a leer en voz alta 2 Timoteo 1:6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que Pablo le recordó a Timoteo que hiciera.

  • ¿Qué le recordó Pablo a Timoteo que hiciera?

Explique que el “don de Dios” que se recibe por la imposición de manos se refiere al Espíritu Santo. Pablo aconsejó a Timoteo que avivara el don del Espíritu Santo, o que procurara seriamente tener el Espíritu Santo con él.

Escriba la siguiente frase incompleta en la pizarra: A medida que procuramos seriamente tener el Espíritu con nosotros…

Invite a un alumno a leer en voz alta 2 Timoteo 1:7–8, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer las bendiciones que se reciben por tener el Espíritu con nosotros.

  • De acuerdo con el versículo 7, ¿qué bendiciones se pueden recibir por tener el Espíritu con nosotros?

  • ¿Qué nos ayudan a superar esas bendiciones?

Explique que Pablo hizo referencia al miedo del mundo, el cual produce ansiedad, inseguridad y pánico, y es diferente a lo que las Escrituras llaman el “temor de Jehová” (Proverbios 9:10). Tener temor al Señor es “sentir reverencia y admiración por Él y obedecer sus mandamientos” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Temor”, scriptures.lds.org).

  • Según el versículo 8, ¿qué invitó Pablo a Timoteo que hiciera con el conocimiento de que el Espíritu le podía ayudar a superar el temor?

Pregunte a los alumnos cómo completarían la frase de la pizarra utilizando las enseñanzas de Pablo en los versículos 7–8. Use las palabras de los alumnos para completar la declaración a fin de que transmita el siguiente principio: Al procurar fervientemente tener el Espíritu con nosotros, podemos superar el temor y no avergonzarnos de nuestro testimonio de Jesucristo.

  • ¿En qué forma el poder, el amor y el buen juicio divinos que recibimos mediante el Espíritu Santo nos pueden ayudar a superar el temor?

  • ¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos mostrar que no nos avergonzamos de nuestro testimonio de Jesucristo?

  • ¿Cuándo te ha ayudado el Espíritu a superar el temor, o te ha dado valor para mantenerte firme en tu testimonio de Jesucristo?

Pida a los alumnos que mediten en cuanto a lo que pueden hacer para invitar al Espíritu a estar con ellos para que puedan superar el temor y no avergonzarse de su testimonio de Jesucristo.

Para resumir 2 Timoteo 1:9–18, explique que Pablo instó a Timoteo a que permaneciera fiel a la doctrina verdadera. Pablo también confirmó que la apostasía se estaba extendiendo por la Iglesia (véase 2 Timoteo 1:15).

2 Timoteo 2

Pablo instruye a Timoteo para que soporte las dificultades con fidelidad

Invite a los alumnos a leer 2 Timoteo 2:1 en silencio para conocer cuál fue el consejo que Pablo dio a Timoteo.

  • ¿Cuál fue el consejo que Pablo dio a Timoteo? (Explique que logramos acceso a la gracia o a la ayuda divina de Jesucristo mediante nuestra fe [véase Romanos 5:2]).

  • ¿Por qué le podría resultar a alguien difícil permanecer firme en su fe en Jesucristo?

Explique que Pablo aconsejó a Timoteo que fuera firme mediante la gracia de Jesucristo, porque sabía que Timoteo sufriría aflicción y persecución como discípulo de Cristo.

Muestre imágenes de un soldado, un atleta y un labrador. (O podría pedir a los alumnos que hicieran dibujos de esas tres personas en la pizarra).

Imagen
drawings, soldier, hurdler, farmer

Explique que Pablo usó las metáforas de un soldado, un atleta y un labrador para enseñar a Timoteo cómo mantenerse firme en la fe a pesar de las dificultades.

Copie el siguiente cuadro en la pizarra. Invite a los alumnos a copiarlo en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras, o proporciónelo en un volante:

Metáfora

Descripción

Lo que esa metáfora enseña en cuanto a permanecer firme en la fe

Soldado





Atleta





Labrador





Invite a un alumno a leer en voz alta 2 Timoteo 2:3–6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo describió Pablo a un soldado, un atleta y un labrador. Explique que la palabra aflicciones (en el versículo 3) se refiere a la persecución (véase la nota a al pie de página) y que la frase “el que compite” (versículo 5) se refiere al atleta (véase la nota a al pie de página).

  • De acuerdo con las enseñanzas de Pablo en los versículos 3–4, ¿qué hace un buen soldado? (Escriba lo siguiente en la primera caja bajo “Descripción” en el cuadro: Un buen soldado soporta las dificultades sumisamente y deja de lado otros asuntos para complacer a su superior).

  • ¿Qué significa en el versículo 5 que un atleta no será “coronado” si no compite “legítimamente”? (Escriba lo siguiente en la segunda caja bajo “Descripción”: Un atleta puede ser victorioso solamente si obedece las reglas).

  • Según el versículo 6, ¿cuál es el premio de un labrador que trabaja arduamente para recoger su cosecha? (Escriba lo siguiente en la tercera caja bajo “Descripción”: Un labrador debe trabajar arduamente para disfrutar los frutos de su labor).

Invite a los alumnos a completar su cuadro y a escribir en la tercera columna lo que cada metáfora enseña en cuanto a permanecer firmes en la fe. Pida a algunos alumnos que den un informe de sus respuestas.

Explique que Pablo dijo que él pasó por muchas pruebas por ser discípulo de Cristo (véase 2 Timoteo 2:9). Invite a un alumno a leer 2 Timoteo 2:10–12 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que Pablo dijo acerca de por qué soportó tantos pesares. Explique que los “escogidos” (versículo 10) se refiere a los miembros fieles de la Iglesia, y que la palabra perseveramosen el versículo 12 se refiere a permanecer constantes (véase la nota a al pie de página del versículo 12).

  • De acuerdo con las palabras de Pablo en los versículos 10 y 12, ¿por qué estaba él dispuesto a soportar dificultades y a permanecer fiel a Jesucristo?

  • ¿Qué principio podemos aprender de Pablo en cuanto a lo que puede suceder cuando soportamos las dificultades y permanecemos fieles al Señor? (Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero deben reconocer un principio parecido al siguiente: Al soportar las dificultades y permanecer fieles al Señor, nos podemos ayudar a nosotros mismos y a otras personas a obtener la salvación mediante Jesucristo. Anote ese principio en la pizarra).

  • El soportar fielmente nuestras propias pruebas, ¿cómo puede ayudar a otras personas a obtener la salvación mediante Jesucristo?

Para resumir 2 Timoteo 2:13–19, explique que Pablo aconsejó a Timoteo que recordara a los santos que evitaran la contención y que se “[apartaran] de [la] iniquidad” (versículo 19).

Muestre imágenes de diferentes recipientes, como una vasija, una taza o un jarrón. Invite a un alumno a leer 2 Timoteo 2:20 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber qué tipo de utensilios hay en “una casa grande”.

  • De acuerdo con Pablo, ¿qué tipo de utensilios hay en “una casa grande”?

Explique que Pablo usó diferentes tipos de utensilios, o recipientes, como una metáfora de los miembros de la casa, o la Iglesia, de Jesucristo. Invite a un alumno a leer 2 Timoteo 2:21 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que hace que alguien sea un “instrumento… útil para el Señor”.

  • Según Pablo, ¿qué podemos hacer para poder ser útiles “para el Señor”?

Destaque que la frase “si alguno se limpia de estas cosas” (versículo 21) se refiere a llegar a ser completamente limpio de iniquidad (véase versículo 19).

  • Según el uso que hizo Pablo de los recipientes como una metáfora, ¿que principio podemos aprender sobre lo que podemos hacer para servir mejor al Señor? (Los alumnos deberían reconocer un principio parecido al siguiente: Si nos despojamos de la iniquidad, podemos servir mejor al Señor).

  • ¿Qué podemos hacer para despojarnos de la iniquidad?

Pida a los alumnos que lean 2 Timoteo 2:22 para encontrar qué más podemos hacer para despojarnos de la iniquidad. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

  • ¿Cómo el despojarnos de la iniquidad nos puede ayudar a servir mejor al Señor?

Invite a un alumno a leer la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Pida a los alumnos que presten atención a cómo ese principio se aplica a aquellos que sirven al Señor como misioneros:

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Elder Jeffrey R. Holland

“¡Ningún misionero puede desafiar a otra persona a que se arrepienta de una transgresión sexual, de usar lenguaje profano o de ver pornografía si él mismo no lo ha hecho! No pueden hacer eso; el Espíritu no los acompañará y las palabras se les atorarán en la garganta cuando traten de decirlas. Ustedes no pueden andar por lo que Lehi llamó ‘senderos prohibidos’ [1 Nefi 8:28] y esperar guiar a otras personas en ese camino ‘estrecho y angosto’ [2 Nefi 31:18]; no puede hacerse…

“No importa quiénes sean ni lo que hayan hecho, pueden ser perdonados… Ese es el milagro del perdón; es el milagro de la expiación del Señor Jesucristo. Pero no lo pueden hacer sin un compromiso activo hacia el Evangelio, y no lo pueden hacer sin arrepentirse cuando sea necesario. Estoy pidiéndoles… que sean activos y puros. Si fuese necesario, les pido que se activen y que se purifiquen” (“Somos los soldados”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 45).

  • ¿Por qué es esencial ser limpios de pecado al proclamar el Evangelio?

Para finalizar, testifique de la veracidad de ese principio. Invite a los alumnos a meditar en cuanto a cualquier pecado del que se deban arrepentir para poder servir mejor al Señor.

Comentarios e información de contexto

2 Timoteo 1:7. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía”

El presidente Gordon B. Hinckley enseñó acerca de la fuente y de los efectos del temor:

“Reconozcamos que el temor no viene de Dios; más bien, este elemento corrosivo y destructivo viene del adversario de la verdad y la rectitud. El temor es lo opuesto a la fe; es corrosivo y hasta mortal en sus efectos.

“‘Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio’ [2 Timoteo 1:7].

“Estos principios son los antídotos contra el temor que mina nuestra fortaleza y a veces nos lleva a la derrota; ellos nos dan poder.

“¿Qué poder? El poder del Evangelio, el poder de la verdad, el poder de la fe, el poder del sacerdocio” (“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía” Liahona, febrero de 1985, pág. 21).

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó cómo se diferencia el temor de Dios del temor del mundo:

“Diferente y a la vez relacionado con los temores que a menudo experimentamos es lo que las Escrituras describen como ‘temor’ (Hebreos 12:28) o ‘el temor de Jehová’ (Job 28:28; Proverbios 16:6; Isaías 11:2–3). A diferencia de temor del mundo, que crea alarma y ansiedad, el temor del Señor es una fuente de paz, seguridad y confianza.

“Pero, ¿cómo puede algo relacionado con el temor ser edificante o espiritualmente útil?

El justo temor que intento describir abarca un profundo sentimiento de reverencia, respeto y asombro por el Señor Jesucristo (véanse Salmos 33:8; 96:4), la obediencia a Sus mandamientos (véanse Deuteronomio 5:29; 8:6; 10:12; 13:4; Salmos 112:1), y la expectativa de que el Juicio Final y la justicia están en Su mano” (“Por tanto, calmaron sus temores”, Liahona, mayo de 2015, pág. 48).

2 Timoteo 1:7–8. “Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor”

La hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, compartió el siguiente relato de Marie Madeline Cardon, una joven conversa de Italia que demostró valor al defender su nueva fe:

“Hace poco leí la historia de Marie Madeline Cardon, quien, con su familia, recibió el mensaje del evangelio restaurado de Jesucristo de los primeros misioneros llamados en 1850 a prestar servicio en Italia. Cuando se bautizaron, ella tendría unos diecisiete o dieciocho años. Un domingo, mientras la familia se hallaba reunida para adorar al Señor en su casa de las montañas de los Alpes, en el norte de Italia, un grupo de hombres furiosos, entre ellos algunos ministros religiosos locales, rodearon la casa y empezaron a vociferar, gritando para que echaran fuera a los misioneros. No creo que estuvieran ansiosos de que les enseñaran el Evangelio; querían hacerles daño. La que salió a enfrentar a la pandilla fue la joven Marie.

“Los hombres continuaron vociferando y exigiendo que sacaran a los misioneros. Marie levantó la mano en la que tenía la Biblia y les mandó que se fueran; les dijo que los élderes estaban bajo su protección y que no dañarían ni un pelo de su cabeza. Escuchen sus propias palabras: ‘Se detuvieron, atónitos… Dios estaba conmigo; Él me puso esas palabras en la boca; yo no habría podido decirlas. Todo se calmó al instante y aquel grupo de hombres fuertes y feroces quedó desarmado frente a una muchacha débil y temblorosa, pero intrépida’. Los ministros religiosos pidieron a los hombres que se fueran, lo cual hicieron avergonzados, temerosos y apesadumbrados. El pequeño rebaño de fieles terminó su reunión en paz.

“¿Se imaginan a aquella valiente jovencita, de la misma edad que muchas de ustedes, enfrentando a una pandilla y defendiendo sus nuevas creencias con valor y convicción?” Bonnie L. Oscarson, “Defensoras de la Proclamación sobre la Familia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 14.