Algunos miembros de la Iglesia de Judea dijeron a los conversos gentiles de Antioquía que debían ser circuncidados para ser salvos. Pablo y Bernabé presentaron el asunto a los apóstoles en Jerusalén. Durante un acontecimiento que en ocasiones se llama la Conferencia Apostólica [o el Concilio de Jerusalén] (alrededor de 49–50 d. C., Pedro dio testimonio de que Dios salvaría a los judíos y a los gentiles fieles, sin importar si estuviesen circuncidados. Los apóstoles enviaron cartas a los miembros de la Iglesia para explicar que la circuncisión no era necesaria para la salvación. Pablo escogió a Silas como compañero de misión y ambos se embarcaron en una segunda misión.
Mediante palabras de consejo inspiradas, Pedro y otros apóstoles determinan que el Señor ya no requería la circuncisión.
Invite a los alumnos a hacer una lista en la pizarra de varias decisiones importantes que tengan que tomar ahora y en el futuro.
¿Con quiénes hablan cuando tienen que tomar decisiones importantes? ¿Por qué hablan con esas personas?
¿Por qué es prudente procurar la ayuda de Dios antes de tomar decisiones importantes?
Invite a los alumnos a que, conforme estudien Hechos 15, busquen verdades que puedan ayudarlos cuando procuren conocer la voluntad de Dios tocante a ellos.
Explique que mientras Pablo y Bernabé visitaban a los santos de Antioquía, algunos judíos de Judea que se habían convertido al cristianismo hicieron ciertas afirmaciones sobre lo que los conversos gentiles debían hacer para ser salvos.
Invite a un alumno a leer Hechos 15:1 en alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que aquellos hombres de Judea afirmaban que todos los conversos gentiles debían hacer para ser salvos.
¿Qué afirmaban esos hombres que los conversos gentiles debían hacer para salvarse?
Explique que, como parte del convenio que concertó con Abraham, Dios mandó que se circuncidara a todo varón que entrara en el convenio con Él. “Para realizar la circuncisión, se cortaba la carne del prepucio de los varones, tanto los infantes como los adultos” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Circuncisión”, scriptures.lds.org). La circuncisión se instituyó como una señal o un recordatorio del convenio que el pueblo había hecho con Dios.
Invite a un alumno a leer en voz alta Hechos 15:2–3, y pida a la clase que siga la lectura para conocer lo que sucedió después que Pablo y Bernabé oyeron la afirmación de esos hombres de que los conversos gentiles tenían que circuncidarse.
Según el versículo 2, ¿qué sucedió cuando aquellos hombres dijeron que los conversos a la Iglesia tenían que circuncidarse?
¿Qué resolvieron los miembros de la Iglesia en Antioquía que debía hacerse?
Invite a un alumno a leer en voz alta Hechos 15:4–6, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber lo que ocurrió cuando Pablo y los demás llegaron a Jerusalén.
Después que Pablo y Bernabé contaron lo que sucedió cuando compartieron el Evangelio con los Gentiles, ¿qué creyeron algunos de los fariseos convertidos que los conversos gentiles debían hacer para salvarse?
Según el versículo 6, ¿para qué se reunieron los apóstoles y los ancianos?
Copie las siguientes preguntas en la pizarra o entréguelas a los alumnos en un volante:
Nuevo Testamento: Manual del maestro de seminario—Lección 92
¿Quién se levantó para hablar?
¿Qué creen que Pedro quiso decir cuando dijo que Dios “ninguna diferencia hizo entre nosotros [los conversos judíos] y ellos [los conversos gentiles]”?
¿Qué frases de los versículos 8, 9 y 11 indican que los conversos gentiles no necesitaban circuncidarse para ser salvos?
Divida la clase en grupos de dos. Invite a los alumnos a leer Hechos 15:7–11 con el compañero para responder las preguntas a esas preguntas. Antes que lean, explique que la expresión “y tras mucha discusión”, que está en el versículo 7, significa que los apóstoles habían debatido mucho el asunto de la circuncisión.
Tras conceder suficiente tiempo, invite a algunos alumnos a decir sus respuestas a la clase. Después que contesten la primera pregunta, recuerde a la clase que Pedro era el apóstol de mayor antigüedad sobre la tierra y, por lo tanto, estaba autorizado para hablar en nombre del Señor.
¿Cuál es una de las formas en que podemos conocer la voluntad del Señor? (Los alumnos deben reconocer una verdad semejante a la siguiente: Podemos conocer la voluntad del Señor por medio de Sus profetas y apóstoles vivientes. Escriba esa verdad en la pizarra).
¿Cuáles son algunas de las formas en que los apóstoles vivientes nos ayudan a conocer las revelaciones que han recibido?
Invite a un alumno a leer Hechos 15:12–15 en alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar cómo reaccionó la multitud a la declaración de Pedro de que la circuncisión ya no era necesaria para salvarse.
¿Cómo reaccionó la multitud a la declaración de Pedro?
¿Qué hicieron Pablo y Bernabé para confirmar la declaración de Pedro de que los gentiles no necesitaban circuncidarse?
Según el versículo 15, ¿con las palabras de quiénes dijo Jacobo que estaba de acuerdo la declaración de Pedro (Simón)?
Si lo desea, explique que Pedro presidía la conferencia y que, al parecer, Jacobo también ocupaba un lugar destacado. Jacobo era medio hermano de Jesucristo y el primer obispo de la la Iglesia en Jerusalén. Para resumir Hechos 15:16–18, explique que Jacobo citó Amós 9:11–12 para mostrar que la declaración de Pedro concordaba con las palabras de los profetas, como constaba en las Escrituras.
Considerando lo que enseñó Jacobo, ¿de qué otra forma podemos conocer la voluntad del Señor? (Aunque los alumnos lo expresen con otras palabras, deben reconocer una verdad semejante a la siguiente: Podemos conocer la voluntad del Señor mediante el estudio de las Escrituras. Escriba esa verdad en la pizarra).
Invite a un alumno a leer Hechos 15:19–20 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de lo que Jacobo aconsejó que hicieran los líderes de la Iglesia. Explique que la palabra juzgo, que está en el versículo 19, significa “propongo” o “recomiendo” (véase Bruce R. McConkie, Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–1973, tomo II, pág. 143).
¿Qué aconsejó Jacobo que los líderes de la Iglesia no hicieran a los gentiles? (Recomendó que los líderes de la Iglesia no “[inquietaran] a los gentiles” [versículo 19], es decir, que no hicieran que vivir el Evangelio fuera más difícil para los conversos gentiles, ni que se les pidiera que cumpliesen con los ritos de la ley de Moisés antes de unirse a la Iglesia. Con esas palabras Jacobo apoyaba la decisión que Pedro había expresado anteriormente).
Según el versículo 20, ¿qué partes de la ley de Moisés dijo Jacobo que los conversos debían seguir cumpliendo? (No debían cometer pecados sexuales, comer alimentos que se hubieran ofrecido en sacrificio a ídolos, ni ingerir sangre).
Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Hechos 15:22–27, y pida a la clase que siga la lectura para conocer la decisión del concilio.
¿Qué decidieron hacer los apóstoles? (Enviar una carta a los miembros de la Iglesia para declarar que la circuncisión no era necesaria para la salvación).
¿Por qué creen que los apóstoles resolvieron enviar a líderes de la Iglesia como Pablo y Silas a entregar la epístola? (Los alumnos pueden ofrecer diversas respuestas, pero una de las razones era verificar que la declaración se hacía mediante la decisión unánime de los apóstoles. Indique que la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles siguen esos mismos procedimientos en nuestra época para brindar guía inspirada a los miembros de la Iglesia).
¿Qué verdad aprendemos de ese relato sobre el modo en que los líderes de la Iglesia reciben inspiración concerniente a los problemas difíciles? (Después que los alumnos contesten, escriba la siguiente verdad en la pizarra: Al deliberar en consejo y procurar revelación de Dios, los líderes de la Iglesia reciben inspiración sobre los problemas difíciles).
Para ayudar a los alumnos a comprender cómo se relaciona esa verdad con la Iglesia hoy en día, invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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Elder D. Todd Christofferson
“Hoy día se siguen esos mismos modelos en la Iglesia restaurada de Jesucristo. El Presidente de la Iglesia puede anunciar o interpretar doctrinas basadas en la revelación que haya recibido (véase, por ejemplo, D. y C. 138). La interpretación doctrinal también se puede recibir por medio del consejo combinado de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles (véase, por ejemplo, Declaración Oficial 2). Las deliberaciones en consejo incluirán con frecuencia la consideración de los libros canónicos, las enseñanzas de los líderes de la Iglesia y prácticas anteriores. Pero al final, al igual que en la Iglesia del Nuevo Testamento, el objetivo no es simplemente lograr el consenso entre los miembros del consejo, sino la revelación de Dios. Es un proceso en el que se toma en cuenta tanto la razón como la fe para obtener la disposición y la voluntad del Señor” (véase “La doctrina de Cristo”, Liahona, mayo de 2012, pág. 88).
¿Por qué creen que es importante que los líderes de la Iglesia deliberen en consejo con frecuencia al procurar la revelación de Dios?
Invite a un alumno a leer Hechos 15:28–29 en alta, y pida a la clase que siga la lectura para conocer lo que los apóstoles y ancianos escribieron en la epístola dirigida a los miembros de la Iglesia.
¿Qué escribieron los apóstoles y ancianos en la epístola para los miembros de la Iglesia?
En el versículo 28, ¿a qué se refieren las palabras “no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias”? (El pueblo no tenía que obedecer ningún requisito adicional que hubiese provenido de personas y no de Dios).
Según el versículo 28, ¿cómo conocían los apóstoles la voluntad de Dios concerniente a los requisitos para los conversos gentiles?
Indique que el Espíritu Santo inspiró a los apóstoles mientras deliberaban en consejo. También les confirmó que la decisión que habían tomado era la correcta.
De acuerdo con el modo en que los líderes de la Iglesia conocían la voluntad del Señor, según se indica en el versículo 28, ¿cómo podemos conocer la voluntad del Señor? (Es posible que los alumnos utilicen otras palabras, pero procure que comprendan que podemos conocer la voluntad del Señor mediante la inspiración del Espíritu Santo. Escriba esa verdad en la pizarra).
Invite a los alumnos a considerar las verdades escritas en la pizarra.
¿De qué modo nos ayudan esas verdades cuando tenemos que tomar una decisión importante?
Según dichas verdades, ¿qué debemos hacer para conocer la voluntad del Señor?
¿En qué ocasión han sentido que han llegado a conocer la voluntad del Señor al obedecer esas verdades?
Inste a los alumnos a estudiar las palabras de los profetas modernos y de las Escrituras. Explique que al hacerlo, podrán llegar a conocer la voluntad del Señor mediante el Espíritu Santo al tomar decisiones importantes.
Pablo y otras personas entregan la carta de los apóstoles dirigida a los miembros de la Iglesia de Antioquía
Para resumir Hechos 15:30–41, explique que varios líderes de la Iglesia entregaron la epístola de los apóstoles dirigida a los miembros de la Iglesia de Antioquía. Tras predicar en Antioquía, Pablo pidió a Bernabé que lo acompañara a visitar todos los lugares donde habían predicado el Evangelio. Bernabé quería que Marcos fuera con ellos, pero Pablo se negó. Después de cierta contención entre esos dos líderes de la Iglesia, Bernabé decidió llevar a Marcos con él, de modo que Pablo eligió a Silas como compañero de misión y partió en su segunda misión. Explique que no se considera pecado estar en desacuerdo con otras personas. No obstante, en vez de ser contenciosos, debemos procurar hallar soluciones a nuestros desacuerdos juntos. (En 2 Timoteo 4:11, vemos que el problema entre Pablo y Marcos se resolvió más adelante).
Para concluir, testifique de las verdades que los alumnos han hallado en Hechos 15.
Comentarios e información de contexto
Hechos 15:6. “Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para examinar este asunto”
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó el modo en que el Salvador revela Su voluntad a Sus profetas:
“¿En qué forma revela el Salvador Su voluntad y doctrina a los profetas, videntes y reveladores? Podrá actuar por medio de un mensajero o por Su propia persona; podrá hablar por Su propia voz, o por la voz del Santo Espíritu, una comunicación de Espíritu a espíritu que se puede expresar con palabras o sentimientos que transmiten entendimiento más allá de las palabras (véanse 1 Nefi 17:45; D. y C. 9:8). Podrá dirigirse Él mismo a Sus siervos en forma individual o en consejo (véase 3 Nefi 27:1–8)” (“La doctrina de Cristo”, Liahona, mayo de 2012, pág. 87).
Hechos 15:6–11. Pedro declaró la voluntad del Señor después que los apóstoles deliberaron en consejo
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó acerca de las decisiones de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles:
“En las deliberaciones de estos dos cuórums, no se llega a ninguna decisión si no hay total unanimidad. Al tomar en consideración los asuntos, puede haber diferencias de opinión, lo cual es de esperarse, pues todos estos hombres provienen de ambientes diferentes; todos tienen su propia opinión. Pero antes de llegar a la decisión final, se logra unanimidad de pensamiento y de voz.
“Esto es de esperarse si se obedece la palabra revelada del Señor. Cito otras instrucciones de esa revelación:
“‘Las decisiones de estos cuórums, o cualquiera de ellos, se deben tomar con toda rectitud, con santidad y humildad de corazón, mansedumbre y longanimidad, y con fe, y virtud, y conocimiento, templanza, paciencia, piedad, cariño fraternal y caridad;
“‘porque existe la promesa de que si abundan estas cosas en ellos, no serán sin fruto en cuanto al conocimiento del Señor’ (D. y C. 107:30–31).
“Como testimonio, afirmo que en los veinte años en que formé parte del Consejo de los Doce y en los casi trece años que llevo como miembro de la Primera Presidencia, jamás se ha tomado ninguna decisión importante en la que no se haya seguido ese procedimiento; en esas deliberaciones se han presentado diferencias de opinión, pero ese proceso ha sido un tamiz en el que se han cernido y seleccionado ideas y conceptos. No obstante, nunca he observado entre mis hermanos seria discordia ni enemistades; en cambio, he observado algo hermoso y extraordinario que ha tenido lugar: bajo la influencia directiva del Santo Espíritu y con el poder de la revelación, he visto la unidad de puntos de vista diferentes hasta lograr una armonía y un acuerdo totales. Solamente entonces se pone en práctica la decisión. Testifico que eso representa el espíritu de revelación manifestado una y otra vez en la dirección de esta, la obra del Señor” (véase “La obra sigue adelante”, Liahona, julio de 1994, pág. 66).
“Puesto que la Ley de Moisés prohibía comer sangre (véanse Levítico 3:17; 17:10–14; 19:26), el consejo de Jacobo de abstenerse ‘de lo estrangulado y de sangre’ podría referirse a evitar ofender a los judíos, lo cual obstaculizaría la obra misional entre ellos” (Nuevo Testamento, Manual del alumno, [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2014], pág. 309[000]).