Sellamiento, sellar Véase también Elías el Profeta; Ordenanzas; Sacerdocio Hacer válidas en el cielo las ordenanzas que se efectúan por la autoridad del sacerdocio en la tierra. Las ordenanzas quedan selladas cuando reciben la aprobación del Santo Espíritu de la promesa, o sea, el Espíritu Santo. Todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, Mateo 16:19 (Mateo 18:18; DyC 124:93; 132:46). Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Efe. 1:13. Te doy poder de que cuanto sellares en la tierra, sea sellado en los cielos, Hel. 10:7. A ellos les es dado poder para sellar, tanto en la tierra como en el cielo, DyC 1:8. Los de la gloria celestial son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, DyC 76:50–70. Elías el Profeta entrega las llaves del poder de sellar en manos de José Smith, DyC 110:13–16. Este es el poder de sellar y ligar, DyC 128:14. La palabra profética más segura significa que un hombre sepa que está sellado para vida eterna, DyC 131:5. Todos los convenios que no son sellados por el Santo Espíritu de la promesa terminan cuando mueren los hombres, DyC 132:7. La gran obra que ha de efectuarse en los templos incluye el sellamiento de los hijos a sus padres, DyC 138:47–48.