Primera Visión
La aparición de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo al profeta José Smith en una arboleda.
En la primavera de 1820, José Smith, hijo, tenía catorce años de edad y vivía con su familia en el poblado de Palmyra, Nueva York, EE. UU. A poca distancia de su casa, hacia el oeste, se encontraba una arboleda compuesta de grandes árboles. Fue allí a donde se dirigió José para orar a Dios con el fin de averiguar cuál iglesia era la verdadera. Al leer la Biblia, había sentido que, para recibir respuesta a su pregunta, debía pedírsela a Dios (Stg. 1:5–6). En contestación a su oración, se le aparecieron el Padre y el Hijo, quienes le dijeron que no se uniera a ninguna de las iglesias que estaban sobre la tierra, porque todas estaban en error (JS—H 1:15–20). Esa sagrada experiencia dio comienzo a una serie de acontecimientos que culminarían con la restauración del Evangelio y de la Iglesia verdadera de Cristo.