Ayudas para el estudio
Elías el Profeta


Elías el Profeta

Profeta del Antiguo Testamento que regresó en los postreros días para conferir a José Smith y a Oliver Cowdery las llaves del poder de sellar. En su época, Elías el Profeta efectuó su obra en Israel, el reino del norte (1 Rey. 17–22; 2 Rey. 1–2). Tenía gran fe en el Señor y se destaca por los muchos milagros que efectuó. Por petición suya, Dios interrumpió las lluvias durante tres años y medio; levantó a un niño de entre los muertos e hizo caer fuego de los cielos (1 Rey. 17–18). El pueblo judío aún espera el regreso de Elías, tal como lo profetizó Malaquías (Mal. 4:5), y lo invitan como huésped durante sus Festividades de Pascua, dejando la puerta abierta y un lugar reservado en la mesa.

El profeta José Smith dijo que Elías el Profeta poseía el poder para sellar, poder que corresponde al Sacerdocio de Melquisedec, y que fue el último profeta que lo tuvo antes de la época de Jesucristo. Elías apareció en el monte de la Transfiguración, acompañado de Moisés, y confirió las llaves del sacerdocio a Pedro, Santiago (Jacobo) y Juan (Mateo 17:3). Apareció nuevamente, en compañía de Moisés y de otros, el 3 de abril de 1836, en el Templo de Kirtland, Ohio (EE. UU.), y confirió las mismas llaves a José Smith y a Oliver Cowdery (DyC 110:13–16). Todo esto se hizo como preparación para la segunda venida del Señor, de lo cual se habla en Mal. 4:5–6.

El poder de Elías el Profeta es el poder de sellar que corresponde al sacerdocio, poder mediante el cual todo lo que se ate o se desate en la tierra se atará o se desatará también en los cielos (DyC 128:8–18). En la actualidad, contamos con siervos escogidos del Señor que poseen este poder de sellar y que llevan a cabo las ordenanzas salvadoras del Evangelio a favor de los vivos y de los muertos (DyC 128:8).