Ayudas para las Escrituras
1 Reyes 12–13; 17–22


Ayudas para las Escrituras

1 Reyes 12–1317–22

Tras la muerte de Salomón, su hijo Roboam se convirtió en el rey y aumentó las cargas del pueblo. El pueblo se rebeló y se dividió en el Reino del Norte, o Israel, y el Reino del Sur, o Judá. Jeroboam, rey del Reino del Norte, introdujo la idolatría y otras prácticas inicuas entre su pueblo. Más tarde, Elías fue profeta durante el reinado de Acab en el Reino del Norte. Jehová envió una sequía de acuerdo con la palabra de Elías el Profeta. Jehová preservó a Elías el Profeta, y con el tiempo lo condujo hasta una viuda en Sarepta, quien lo alimentó muchos días. Elías el Profeta devolvió a la vida al hijo de la viuda. A fin de mostrar al pueblo que el Dios de Israel era el único Dios verdadero, Elías el Profeta desafió a los sacerdotes de Baal a hacer una prueba. Elías el Profeta prevaleció en el desafío y la sequía terminó. Cuando Jezabel trató de matar a Elías el Profeta, este huyó al monte Horeb, donde tuvo una poderosa experiencia espiritual con el Señor.

Recursos

Nota: La cita de una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que dicha cita ni su autor cuenten con el respaldo de la Iglesia ni que representen la posición oficial de esta.

Antecedentes y contexto

1 Reyes 12

¿Qué le sucedió al reino durante el reinado de Roboam?

Después de la muerte de Salomón, su hijo Roboam se convirtió en rey de todo Israel. Roboam aumentó las cargas del pueblo, lo que llevó a las diez tribus del norte a rebelarse contra él. Nombraron a Jeroboam como su rey y formaron lo que llegó a conocerse como el Reino del Norte de Israel. El Reino del Norte perduró durante unos dos siglos antes de que los asirios lo conquistaran e hicieran cautivas a muchas de las personas. Con el tiempo, esas tribus fueron esparcidas por todas las naciones de la tierra. Desde entonces se los conoce como las diez tribus perdidas de Israel.

El Reino del Sur estaba compuesto por el territorio que pertenecía a las tribus de Judá y Benjamín. Se llamaba Reino de Judá y tenía su sede en Jerusalén. Este reino llegó a su fin cuando los babilonios destruyeron Jerusalén en el año 586 a. C..

un gráfico que muestra los reinos de Israel y Judá

1 Reyes 12:25–33

¿Por qué Jeroboam hizo dos becerros de oro?

Jeroboam temía que su pueblo viajara hacia el sur para adorar en el templo de Jerusalén y, con el tiempo, se volviera a unir al Reino del Sur. Para evitar esto, mandó hacer dos becerros de oro, estableció nuevos lugares de adoración, introdujo fiestas alternativas y nombró a sus propios sacerdotes. Es posible que Jeroboam tuviera la intención de que los becerros de oro sirvieran como sustitutos del arca del convenio. Independientemente de las intenciones de Jeroboam, sus acciones condujeron a su pueblo a la apostasía.

Jehová envió un profeta desde Judá para advertir a Jeroboam de su iniquidad e idolatría. A pesar de ver señales milagrosas del poder del Señor, Jeroboam no se arrepintió y siguió fomentando la adoración de ídolos.

1 Reyes 17:9–24

¿Qué sabemos sobre la viuda de Sarepta?

Se sabe poco acerca de la viuda antes de su encuentro con Elías el Profeta. Vivía en Sarepta, una ciudad fenicia donde el pueblo adoraba a Baal y a otros dioses falsos. Si bien ella no era israelita, ejercía gran fe en Jehová y en Su profeta Elías. Durante Su ministerio terrenal, el Salvador utilizó el ejemplo de la viuda para condenar a Su propio pueblo por su incredulidad en Él.

1 Reyes 17:13–14

¿Por qué Elías el Profeta le habrá pedido a la viuda que le diera de comer a él primero?

El élder Lynn G. Robbins, Setenta Autoridad General emérito, enseñó lo siguiente:

“Un puñado de harina sería en realidad muy poco, quizá suficiente para una sola porción, por lo cual es curiosa la respuesta de Elías […]: ‘Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero’ [1 Reyes 17:13; cursiva agregada]…

“Elías entendía la doctrina de las bendiciones que se reciben después de la prueba de nuestra fe (véanse Éter 12:6; Doctrina y Convenios 132:5). Él no estaba siendo egoísta, sino que, en calidad de siervo del Señor, Elías estaba allí para dar, no para recibir”.

una mujer echando agua en un recipiente

Widow of Zarephath [La viuda de Sarepta], por James Johnson.

1 Reyes 18:21

¿A qué se refería Elías el Profeta cuando preguntó: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos opiniones?”.

La traducción al inglés de la pregunta de Elías el Profeta en la versión del Antiguo Testamento del rey Santiago [halt, en inglés, se puede entender como saltar] se basa en un modismo hebreo que probablemente se refería a un pájaro que salta entre dos ramas. Durante la época de Elías el Profeta, muchos israelitas intentaron adorar a varios dioses además de adorar a Jehová. El mensaje de Elías era un llamado para que el pueblo dejara de dudar y se comprometiera plenamente con Jehová.

El élder D. Todd Christofferson enseñó lo siguiente:

“Cuando el pueblo estaba reunido, Elías les dijo: ‘¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos opiniones? [o en otras palabras: ‘¿Cuándo decidirán de una vez por todas?’] Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, seguidle a él. Y el pueblo no respondió palabra […].’

“Hoy en día, Elías el Profeta podría decir:

  • Nuestro Padre Celestial, o existe o no existe, pero si existe, adórenlo.

  • Jesucristo, o es el Hijo de Dios y el Redentor resucitado de la humanidad o no lo es, pero si lo es, síganlo”.

1 Reyes 18:22–46

¿De qué manera la contienda entre Elías el Profeta y los sacerdotes de Baal demostró el poder del Señor?

“Baal era el dios cananeo de la tormenta, asociado con el rayo y la lluvia”. Sin embargo, durante la contienda con Elías el Profeta, no hubo fuego cuando los sacerdotes de Baal invocaron a su dios falso. Los sacerdotes de Baal tampoco tuvieron poder para evitar que Elías el Profeta provocara una sequía al sellar los cielos. Por el contrario, Jehová envió fuego del cielo para consumir el sacrificio y el altar, a pesar de que ambos habían sido empapados con agua, la cual escaseaba durante la sequía. El poder de Jehová era tan evidente que todos los presentes cayeron al suelo y proclamaron: “¡Jehová es Dios! ¡Jehová es Dios!”. Para demostrar aún más el poder de Jehová sobre los elementos, Elías el Profeta ayudó a provocar una tormenta que puso fin a la sequía.

Elías el Profeta extiende los brazos de pie junto a un altar con fuego

Elijah Contends against the Priests of Baal [Elías contiende con los sacerdotes de Baal], por Jerry Harston

1 Reyes 19:9–12

¿Qué nos enseña la experiencia de Elías el Profeta sobre la manera en que Dios se comunica con Sus hijos?

Después de que Acab le informara a Jezabel lo sucedido entre Elías el Profeta y los sacerdotes de Baal, Jezabel hizo juramento de que haría matar a Elías el Profeta en un plazo de veinticuatro horas. Elías el Profeta huyó de la tierra de Israel y viajó muchos días hasta llegar al monte Horeb, o Sinaí.

La experiencia de Elías el Profeta con el Señor en el monte Horeb contrasta fuertemente con su encuentro anterior con los sacerdotes de Baal, cuando el Señor se manifestó de manera dramática. En Horeb, el Señor no estaba en el viento, en el fuego o en el terremoto, sino que hablaba por medio de una “voz apacible y delicada”.

Los profetas y apóstoles modernos han hecho hincapié en que es mucho más común que el Señor se comunique con Sus hijos de maneras sutiles que por medio de manifestaciones dramáticas. El presidente Dallin H. Oaks advirtió: “Es preciso que sepamos que el Señor rara vez habla en voz alta; Sus mensajes casi siempre vienen en un susurro”. El presidente Boyd K. Packer enseñó: “El Espíritu no nos reclama la atención gritando o agitándonos con una mano férrea; más bien, nos susurra; nos toca con tanta suavidad que si tenemos la mente preocupada por otras cosas quizá no lo percibamos en absoluto”.

1 Reyes 19:9–21

¿Por qué Elías el Profeta echó su manto sobre Eliseo?

Véase “2 Reyes 2:12–13. ¿Qué hay de significativo en el hecho de que el manto de Elías cayera en manos de Eliseo?”.

1 Reyes 20:22–23

¿Por qué creían los sirios que el Dios de Israel tenía poder sobre las colinas, pero no sobre las llanuras?

En muchas culturas antiguas, las personas creían que el poder de un dios se limitaba a una nación, a un accidente geográfico o a una región específicos. Es posible que los sirios creyeran que el poder del Señor se limitaba a los montes y a las colinas, porque Él había visitado a los israelitas en Sinaí. Esto los motivó a trasladar la lucha a los valles para poder ganar la batalla. A pesar de la creencia de los sirios, las Escrituras dejan claro que Jehová es Dios “sobre toda la tierra”.

1 Reyes 22:22–23

¿Envió Jehová un espíritu de mentira a los profetas de Acab?

El relato registrado en 1 Reyes 22 también se encuentra en 2 Crónicas 18. La Traducción de José Smith de 2 Crónicas 18:20–22 aclara que el Señor halló un espíritu de mentira entre los profetas de Acab y no que puso un espíritu de mentira en ellos. Los falsos profetas de Acab persuadieron a Acab a ir a la batalla contra los sirios a pesar de la profecía de Micaías de que Israel sería derrotado y Acab moriría en la batalla. Acab fue a la batalla disfrazado, pero aun así lo mataron.

Más información

El poder para sellar

La viuda de Sarepta

Elías el Profeta y los sacerdotes de Baal

La voz suave y apacible

Multimedia

Video

10:13

Imágenes

Jeroboam y Roboam discutiendo enojados

Jeroboam and Rehoboam [Jeroboam y Roboam], por Ted Henninger.

un mapa que muestra dónde fueron divididas las doce tribus de Israel

Mapas bíblicos, nro. 3: “La división de las Doce Tribus”.

una mujer echando agua en un recipiente

Charity Never Faileth [La caridad nunca deja de ser], por Elspeth Young.

un niño vuelve a la vida y abraza a su madre

Elijah Raises the Widow’s Son from Death [Elías el Profeta levanta de la muerte al hijo de la viuda], por Robert T. Barrett.

una fotografía del monte Carmelo en Israel

Una fotografía del monte Carmelo en Israel.

Elías el Profeta sentado entre rocas con un rayo de luz brillando sobre él

Elijah [Elías el Profeta], por Wilson J. Ong.

un ángel extiende la mano hacia Elías el Profeta, quien yace en el suelo

An Angel Came to Elijah [Un ángel vino a Elías el Profeta], por Walter Rane.

Notas

  1. Esos hechos cumplieron la profecía que Ahías hizo durante el reinado de Salomón (véase 1 Reyes 11:29–39; véase también “1 Reyes 11:29–39. ¿Cómo se cumplió la profecía de Ahías?”). En ocasiones, al Reino del Norte también se le llamaba Efraín, porque la tribu de Efraín era el grupo dominante entre las diez tribus (véase Bible Dictionary, “Israel, Kingdom of”).

  2. Véase 1 Nefi 22:3–4.

  3. Véase Bible Dictionary “Israel, Kingdom of”.

  4. En los años siguientes, muchos miembros de las otras diez tribus emigraron al Reino del Sur y llegaron a formar parte de la nación de Judá (véanse 2 Crónicas 11:13–1715:9).

  5. Véase Bible Dictionary, “Judah, Kingdom of”. Véase Richard Neitzel Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the Old Testament: An Illustrated Reference for Latter-day Saints, 2009, pág. 212. Los asirios intentaron conquistar el Reino del Sur al mismo tiempo que conquistaron el Reino del Norte. Sin embargo, debido a que las tribus de Judá y Benjamín eran justas en ese momento, el Señor las preservó (véase 2 Reyes 19:32–35).

  6. Véase Richard Neitzel Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 251. Es posible que Aarón tuviera intenciones igualmente bien intencionadas, pero equivocadas, cuando creó el becerro de oro al pie del monte Sinaí. Las palabras de Jeroboam en 1 Reyes 12:28 son exactamente las mismas que las de Aarón en Éxodo 32:4. Véase también “Éxodo 32:1–8. ¿Por qué los israelitas crearon un becerro de oro para adorarlo?”.

  7. Véase 1 Reyes 13.

  8. Véase Harold W. Attridge y otros, editores, The HarperCollins Study Bible: New Revised Standard Version, Including the Apocryphal/Deuterocanonical Books, 2006, pág. 509, nota sobre 1 Reyes 17:9.

  9. Véase Lucas 4:25–26.

  10. Lynn G. Robbins, “El diezmo: Un mandamiento incluso para los más pobres”, Liahona, mayo de 2005, pág. 35.

  11. Véase Michael D. Coogan y otros, editores, The New Oxford Annotated Bible: New Revised Standard Version, 5.ª edición, 2018, pág. 530, nota sobre 1 Reyes 18:21. Véanse también Susan Easton Black, 400 Questions and Answers about the Old Testament, 2013, pág. 124; Fred E. Woods, “Who Controls the Water? Yahweh vs. Baal”, BYU Faculty Publications, 2003, pág. 11.

  12. Véanse Kenneth L. Barker y otros, editores, NIV Study Bible: Fully Revised Edition, 2020, págs. 576–577, nota sobre 1 Reyes 18:21; Black, 400 Questions and Answer, pág. 124.

  13. D. Todd Christofferson, “Firmes e inmutables en la fe de Cristo”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 30.

  14. Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 167.

  15. 1 Reyes 18:39. El poder de Jehová sobre otras deidades cananeas, además de Baal, también se puso de manifiesto durante esta contienda. “La contienda se lleva a cabo en un lugar sagrado para el principal dios cananeo, llamado El, que también está simbolizado por el buey que ofrecen. Asera está representada por los muchos árboles de la zona y la madera que se quema. Anat está simbolizado por la suciedad y el polvo que se quema, y Mot está representado por el agua. De esta manera, el Señor consume los símbolos de todos estos dioses o demuestra que Él es el único que realmente puede hacer cosas divinas” (Kerry Muhlestein, The Essential Old Testament Companion: Key Insights to Your Gospel Study, 2013, pág. 269).

  16. Véase 1 Reyes 18:41–45.

  17. Véase 1 Reyes 19:1–8. Tanto Elías el Profeta como Moisés experimentaron manifestaciones divinas del Señor en el monte Sinaí (compárese 1 Reyes 19:9–12 con Éxodo 3:1–424:12–18). Esta es una de las muchas experiencias similares que compartieron estos dos profetas. Ambos ayunaron durante cuarenta días, recibieron llaves específicas del sacerdocio, fueron retirados de la vida terrenal sin experimentar la muerte y aparecieron juntos en dispensaciones posteriores para restaurar las llaves del sacerdocio (véanse Éxodo 34:28; 1 Reyes 19:8; Mateo 17:1–3; Doctrina y Convenios 110:11, 13; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Elías el Profeta”, “Moisés”, Biblioteca del Evangelio).

  18. Véase 1 Reyes 18:36–39.

  19. 1 Reyes 19:12.

  20. Dallin H. Oaks, “En Su propio tiempo y a Su propia manera”, Liahona, agosto de 2013, pág. 26.

  21. Boyd K. Packer, “La búsqueda del conocimiento espiritual”, Liahona, enero de 2007, pág. 16.

  22. Véase Barker y otros, NIV Study Bible, pág. 582, nota sobre 1 Reyes 20:23.

  23. Véase Attridge y otros, The HarperCollins Study Bible, pág. 514, nota sobre 1 Reyes 20:23.

  24. Salmos 47:2; véanse también Josué 3:11, 13; Zacarías 14:9.

  25. Véase Traducción de José Smith, 2 Crónicas 18:22 (en 2 Crónicas 18:22, nota a al pie de la página). No está claro por qué José Smith no modificó el mismo pasaje en 1 Reyes 22:23. Sin embargo, las Escrituras enseñan claramente que Dios es “un Dios de verdad, y no pued[e] mentir” (Éter 3:12; véanse también Números 23:19; Hebreos 6:18).

  26. Véase 1 Reyes 22:15–17. Para transmitir la autoridad de su mensaje, Micaías describió una visión que tuvo de “Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él” (1 Reyes 22:19). Esta es una descripción de lo que los eruditos bíblicos llaman el concilio divino (véase Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 262).

  27. Véase 1 Reyes 22:30–37.