2022
“¿Puedo ayudarla?”
Febrero de 2022


“¿Puedo ayudarla?”

Cuando oí la voz, recordé que hacía poco había recibido el don del Espíritu Santo.

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bridge

Ilustración fotográfica de Getty Images

Unos dos meses después de mi bautismo, estaba cruzando una carretera en un puente peatonal de una zona llamada Posto Dudu, en la ciudad de Parnamirim, en Brasil. Me dirigía a una parada de autobús en el lado opuesto.

Al cruzar, pasé a una señora que se aferraba a una barandilla de seguridad; tenía la cabeza agachada y el cuerpo le temblaba. La gente parecía tenerle miedo cuando pasaban por su lado. Pensé que podría tener problemas mentales.

Después de pasar junto a ella, oí una voz tan clara como cualquier otra voz humana que decía: “¡Vuelve!”. No vi a nadie cerca de mí y pensé que me estaba imaginando cosas.

Seguí caminando, cuando volví a oír la voz: “¡Vuelve!”. Pensé en regresar, pero seguí caminando, preguntándome si la señora podría lastimarme si volvía a ella.

Cuando llegué al otro lado de la carretera, escuché la voz por tercera vez: “¡Vuelve!”. Me detuve, recordando que hacía poco había recibido el don del Espíritu Santo y la bendición de recibir la guía del Espíritu. Me apresuré a volver con la señora.

“Disculpe, pero ¿puedo ayudarla?”, le pregunté.

“Sí”, me dijo con lágrimas en los ojos. “Tengo que ir al otro lado para tomar el autobús, pero no puedo llegar porque tengo miedo a las alturas. Llevo mucho tiempo aquí parada sin saber qué hacer”.

“Yo la ayudaré”, le dije. “Agárrese de mi brazo, cierre los ojos y juntas llegaremos al otro lado”.

Se agarró con fuerza de mi brazo, cerró los ojos y lentamente caminó conmigo hasta el otro lado. Dijo que llevaba mucho tiempo orando para que Dios la ayudara a cruzar. Luego me agradeció y le pidió a Dios que me bendijera. Después de que tomó el autobús, pensé durante varios minutos en lo que acababa de suceder.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”, dijo el Salvador (Juan 10:27). Ese día aprendí que una de las mejores maneras de seguirlo a Él y sentir Su amor es prestar atención a la voz del Espíritu cuando nos llama a ayudar a los demás.