2021
Y el Señor llamó Sion a Su pueblo…
Octubre de 2021


Mensaje del Área

Y el Señor llamó Sion a Su pueblo…

Una de las frases que escuché decir a mis padres cuando era niño refiriéndose al hogar es “Esta es mi pequeña Sion”. Siento una profunda gratitud por los sacrificios y esfuerzos que ellos hicieron por cada integrante de nuestra familia en fortalecer nuestra fe en el Señor Jesucristo y en sus nobles enseñanzas. Permítanme compartir algunas de ellas.

¿Qué es Sion?

Se refiere a “los puros de corazón” (Doctrina y Convenios 97:21). También significa el lugar donde estos viven. A menudo se usa el término Sion para referirse al pueblo del Señor o a la Iglesia y sus estacas. Se aconseja a los santos edificar Sion dondequiera que vivan en el mundo.

Se registra en el Libro de Mormón más profecías sobre Sion y que los justos se congregarían y edificarían la ciudad de Sion, conocida también como la Nueva Jerusalén, y la promesa que el Señor Jesucristo estaría entre ellos. También aprendemos que la Nueva Jerusalén se edificaría en el continente americano (3 Nefi 21:20–25; Éter 13:1–11).

“Aquí y allí habrá una estaca [de Sion] para el recogimiento de los santos… Allí los hijos de ustedes serán bendecidos, y ustedes se hallarán en medio de amigos donde podrán ser bendecidos…

“El tiempo viene pronto en que ningún hombre gozará de paz sino en Sion y sus estacas”1.

Cada vez que podemos sostener a nuestra presidencia de estaca siempre lo hacemos como una estaca de Sion; de esta manera todos nos comprometemos a ser unidos. Una estaca es un lugar de refugio para los santos donde nos sentimos parte de una gran familia y recibimos afecto y fortaleza espiritual, y tenemos los brazos extendidos para todos los amigos de la Iglesia.

¿Quiénes llevarán a cabo esta gran obra?

El presidente Brigham Young enseñó: “¿Nos damos cuenta de que, para disfrutar de una Sion por el tiempo o por la eternidad, tenemos que edificarla nosotros mismos? Cuando nos decidamos a edificar una Sion, así lo haremos, y esta obra comienza en el corazón de cada persona2.

Todos los miembros de la Iglesia tenemos esta gran responsabilidad sobre nuestros hombros. Incluso la Primera Presidencia ha invitado a los jóvenes a involucrarse en edificar Sion desde temprana edad. Nos congregamos en estacas de Sion con el fin de recoger a Israel de ambos lados del velo, edificar Sion y preparar el camino para la segunda venida de Jesucristo.

En una de mis visitas al presidente César Sánchez, de la Estaca Lima Perú Tahuantinsuyo, en el año 2018, le consulté dónde podríamos participar de la reunión sacramental y me mencionó a la pequeña rama de Quiñones. Sentí una fuerte impresión de consultar al presidente de rama si desearía llegar a ser un barrio y su respuesta fue un rotundo sí; ellos ya tenían ese objetivo y al final de las reuniones le pedí si podían quedarse unos minutos más y se quedaron todos. Les hice una pregunta: ¿Qué más podrían hacer para ser un barrio? De inmediato vinieron las respuestas; nuevas iniciativas. Pocas veces vi cómo se organizaban con tanto entusiasmo. Tomamos la pizarra y empezamos a escribir esas impresiones que sin duda eran dadas por el Espíritu; esos compromisos no se podían perder. Lo maravilloso es que había nombres en la pizarra; y junto a los que iban a ir en busca de ellos, las actividades que iban a realizar y las fechas. Eran cosas muy sencillas pero significativas. Al final fijaron un tiempo determinado y les prometí volver, y así fue. El presidente de estaca me invitó a la reunión de la creación del nuevo barrio Quiñones. La rama ya tenía 23 años de haberse creado. Siempre recordaré esta experiencia.

¿Cómo hemos de hacerlo?

Siguiendo la característica esencial de la Sion de Enoc: manteniendo la unidad de corazón entre los miembros con buen ánimo, paciencia, tolerancia, piedad, compasión y voluntad en llevar a cabo la obra de Dios al compartir el Evangelio aun en tiempos de pandemia; usando la tecnología, invitándolos a venir y ver, venir a ayudar y venir a quedarse. Siendo salvadores de Sion para nuestros antepasados proporcionándoles las ordenanzas de salvación. Sosteniéndonos los unos a los otros, llevando nuestras cargas mediante una ministración de amor, guardando fielmente sus mandamientos y manteniendo una recomendación vigente para el templo. Trabajando estrechamente entre miembros y misioneros como un solo ejército del Señor, ¡hemos venido aquí para edificar Sion!

Una frase que ahora me acompaña es la que enseñó el élder Dieter F. Uchtdorf a nuestros amados misioneros en medio de la pandemia: “… no se concentren en las cosas que no pueden hacer. Concéntrense en las cosas que sí pueden hacer”. Esto bien se aplica para todos nosotros. En circunstancias como las que vivimos quizás pase por nuestra mente que hay muchas restricciones para edificar Sion, pero les aseguro que al pensar en lo que sí podemos hacer, vendrán impresiones, ideas, revelaciones de saber qué hacer y cómo hacerlo.

El esfuerzo fundamental de la edificación de Sion es el recogimiento del largamente disperso pueblo del convenio del Señor. “Creemos en la congregación literal del pueblo de Israel y en la restauración de las Diez Tribus”. Todos los que se arrepientan, crean en Cristo y se bauticen son Su pueblo del convenio3.

¿Cuáles son las promesas del Señor al establecer Sion?

“Sí, benditos son aquellos cuyos pies descansan sobre la tierra de Sion, que han obedecido mi evangelio; porque recibirán como recompensa las cosas buenas de la tierra, la cual producirá con su fuerza.

“Y también serán coronados con bendiciones de arriba, sí, y con mandamientos no pocos, y con revelaciones a su tiempo, aquellos que son fieles y diligentes delante de mí” (Doctrina y Convenios 59:3–4).

“Y bienaventurados aquellos que procuren establecer a mi Sion en aquel día, porque tendrán el don y el poder del Espíritu Santo; y si perseveran hasta el fin, serán enaltecidos en el último día y se salvarán en el reino eterno del Cordero; y los que publiquen la paz, sí, nuevas de gran gozo, ¡cuán bellos serán sobre las montañas!” (1 Nefi 13:37).

¡Que grandes promesas!

Este mes es especial para mi familia, ya que cumplimos 40 años como miembros de la Iglesia y estoy tan agradecido a los pioneros de la restauración que hicieron grandes sacrificios por establecer Sion, agradecido a mi tía Nelly Menis quien edificando Sion llevó a mi hermano Jaime a una casa capilla en la ciudad de Arequipa el año 1979, iniciando así la historia de la familia Lezano en la Iglesia; agradecido a los primeros misioneros que llegaron a casa: el élder Walin y el élder Ventura; agradecido a las familias que nos acogieron con tanto amor y supieron cuidarnos y fortalecernos; A todos ellos los llevamos en nuestro corazón y hay varios que ya pasaron el velo. Hemos intentado como familia poder devolver lo que se hizo por nosotros, trabajando en la historia familiar, compartiendo el Evangelio, sirviendo misiones de tiempo completo y sirviendo en cada llamamiento que no se nos pidió cumplir. Amamos dar la bienvenida a todos los amigos de la Iglesia y ayudarles en sus primeros pasos y somos felices viéndolos sellarse en el templo.

Ruego que el Espíritu nos dé testimonio de la gran necesidad de seguir edificando Sion en nuestras familias, en nuestros barrios o ramas y en nuestras estacas. Sé que esta etapa de pandemia es muy desafiante para todos, hay varios hermanos amigos que ya no están con nosotros y lloramos con ustedes. Por favor, reciban nuestros abrazos de consuelo.

Testifico que nuestro Padre Celestial nos ama profundamente, que somos Sus hijos y que Él contestará nuestras oraciones, Sé que Jesucristo es Su Hijo Unigénito y que es nuestro Salvador y que llevó a cabo la Expiación infinita y que está a la cabeza de Su Iglesia, siendo esta dirigida por revelación continua. Sé que José Smith realmente fue llamado por Dios y que en la actualidad el presidente Russell M. Nelson es nuestro amado profeta y ha recordado en la pasada conferencia: “Mientras sigan dejando que el Señor prevalezca en sus vidas, sé que Él seguirá siendo tan optimista acerca del futuro de ustedes como siempre lo ha sido”4. Yo testifico de estas verdades con todo mi corazón en el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.

Referencias

  1. Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith [2007], Capítulo 15: “El establecimiento de la causa de Sion”.

  2. Véase Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: Brigham Young, Capítulo 16: “El establecimiento de Sion”.

  3. D. Todd Christofferson, “Prepararse para el regreso del Señor”, Liahona, mayo de 2019, pág. 83.

  4. Russell M. Nelson, “Lo que estamos aprendiendo y que jamás olvidaremos”, Liahona, mayo de 2021, pág. 78.