2021
Yo tenía fe en que Dios guiaría a Su profeta
Octubre de 2021


Solo en formato digital: Retratos de Fe

Yo tenía fe en que Dios guiaría a Su profeta

Me di cuenta de que debido a que habíamos estado diciendo “mormones” y “SUD”, la gente no reconocía el nombre correcto de la Iglesia.

Imagen
joven misionera de pie afuera

Fotografía cortesía de la autora

Mientras mi compañera y yo visitábamos a una miembro recién bautizada, un amigo de ella que era pastor apareció por casa. “¡Oh, misioneras SUD!”, dijo él. Nos alegró que nos conociera, y podíamos ver que estaba interesado. A la vez que le dábamos la bienvenida, sentí la necesidad de presentarnos apropiadamente.

“Somos misioneras de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, le dijimos.

“Sí”, respondió. “Mormones, o SUD”.

Eso no me sonó bien. Le dije que las personas nos llaman Mormones por el Libro de Mormón

“No”, dijo él. “Incluso sus miembros se llaman a sí mismos por ese nombre”.

Nos esforzamos para ayudarlo a entender el nombre verdadero de la Iglesia, y compartimos nuestro testimonio de la veracidad de la Iglesia. También invitamos a nuestra conversa reciente a compartir su testimonio.

Ese incidente me recordó la importancia de usar el verdadero nombre de la Iglesia. Sin darme cuenta, había estado omitiendo el nombre del Salvador cuando acortaba el nombre de Su Iglesia. Ahora estaba comenzando a entender mejor algunos pasajes de las Escrituras que había leído muchas veces. Algunos versículos de 3 Nefi me ayudaron a entender la clara necesidad de no cambiar el nombre de la Iglesia del Señor si verdaderamente quiero tomar sobre mí Su nombre:

“¿No [habéis] leído las Escrituras que dicen que debéis tomar sobre vosotros el nombre de Cristo, que es mi nombre? Porque por este nombre seréis llamados en el postrer día […].

“Por tanto, cualquier cosa que hagáis, la haréis en mi nombre, de modo que daréis mi nombre a la iglesia; y en mi nombre pediréis al Padre que bendiga a la iglesia por mi causa” (3 Nefi 27:5, 7).

Más tarde, mientras intentábamos conseguir transporte para ir a la capilla, utilicé el nombre completo de la Iglesia para dirigir al conductor a dónde íbamos. Tuve cuidado de no omitir “Jesucristo”.

Me sorprendí cuando el conductor nos dijo que no sabía dónde era el lugar. Cuando mi compañera le preguntó si había oído de la Iglesia SUD, él dijo: “Sí”.

Debido a que habíamos estado diciendo “mormones” y “SUD” todo el tiempo, la gente no reconocía el nombre completo de la Iglesia. Tomé la determinación de orar para que los miembros de la Iglesia nos diéramos cuenta de nuestro error. Mientras pensaba en eso, recordé al profeta. Entendí que solo el profeta puede hablar por el Señor a todo el mundo, así que si se iba a producir un cambio, debía venir de él.

Pero me dije a mí misma, “¿Cómo puede ser posible? Incluso el sitio web de la Iglesia está abreviado como ‘LDS.org’. ¿Cómo podrá cambiar eso?”.

En nuestras oraciones, suplicamos fervientemente al Padre Celestial que inspirase a Su siervo, el profeta, para que nos guiara en ese importante asunto. Tenía fe en que verdaderamente Dios revela Su voluntad a Su profeta.

Se había programado mi relevo de la Misión Nigeria Ciudad de Benín para septiembre de 2018, pero mi fecha de relevo se cambió a octubre; el mismo octubre en el que el presidente Russell M. Nelson dio un importante mensaje a la Iglesia mundial:

“Para gran parte del mundo, la Iglesia del Señor en la actualidad está camuflada como la “Iglesia mormona”; pero nosotros, como miembros de la Iglesia del Señor, sabemos quién está a la cabeza de esta: Jesucristo mismo […].

“El resto del mundo puede o no seguir nuestro ejemplo y llamarnos por el nombre correcto. No obstante, no es sincero que nos sintamos frustrados si la mayoría del mundo llama a la Iglesia y sus miembros por el nombre incorrecto si nosotros hacemos lo mismo”1.

¡No se pueden imaginar cuán sorprendida y feliz estaba! El mensaje del presidente Nelson era tan claro, y sentí que nuestras oraciones habían sido contestadas. No tenía palabras para expresar mi gratitud.

Esa experiencia aumentó mi testimonio de que las oraciones son contestadas y que el Padre Celestial inspira a Sus profetas. Que esta es la Iglesia del Señor, y que Él sabe qué hacer en Su Iglesia. Aún el sitio web de la Iglesia, que yo pensaba que era imposible cambiar, se actualizó a LaIglesiadeJesucristo.org

Sé que el presidente Nelson es llamado por Dios. También sé que el profeta José Smith no dio nombre a la Iglesia que fue restaurada por medio de él. Tampoco Mormón. Fue el Salvador mismo quien dijo: “Porque así se llamará mi iglesia en los postreros días, a saber, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (Doctrina y Convenios 115:4).

Nota

  1. Russell M. Nelson, “El nombre correcto de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 88, 89.