2021
Ministrar al crear un sentido de pertenencia
Octubre de 2021


Principios de ministración

Ministrar al crear un sentido de pertenencia

Imagen
woman giving a hug to another woman

Recuadro superior: fotografía por Catherine Frost; abajo, a la derecha: fotografía por Scott Law

No es fuera de lo común que estemos en un grupo, pero que sintamos que no pertenecemos a él. Cuando eso ocurre en la Iglesia, puede resultar particularmente difícil para alguien que esté atravesando dificultades.

El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó que todos los que se unen a la Iglesia necesitan un amigo1. Los hermanos y las hermanas ministrantes tienen la oportunidad de asegurarse de que cada miembro sepa que tienen un amigo en su barrio o rama.

Eso es importante, sobre todo para cualquier persona que sienta que no se ajusta al “molde”. Los que tienen la sensación de que no encajan podrían ser los miembros nuevos, los que acaban de mudarse, las personas solteras o sin hijos, los jóvenes o los mayores, los menos activos, las personas reservadas o los que se enfrentan a cualquier otra dificultad. Entre ellos se encuentran aquellos que parecen diferentes o suenan, piensan, visten o actúan de manera distinta a la de otras personas del grupo. En otras palabras, cualquiera de nosotros puede sentir a veces que no pertenecemos.

Alissia, una mujer que ha enfrentado dificultades para encajar debido a su raza, dice: “Ser diferente puede resultar duro, y es complicado describírselo a alguien que no haya pasado por eso”. Sin embargo, dice: “Me he sentido visible e incluida por medio de sencillos actos de bondad y por personas que me han tendido una mano. Me siento incluida cuando las personas se esfuerzan por tener una verdadera conversación conmigo, me dedican tiempo o me invitan a pasar tiempo con ellos. Tengo una agradable sensación cuando las personas demuestran que quieren estar cerca de ti”2.

Ideas para crear un sentido de pertenencia

¿Qué pueden hacer las hermanas y los hermanos ministrantes para ayudar a crear un sentido de pertenencia para los demás?

  1. Escucharlos. Percibimos un sentido de pertenencia cuando sabemos que se nos escucha y se nos ve tal como somos, incluso con nuestras imperfecciones. No tenemos que arreglar los problemas de nadie; de hecho, a menudo no se puede, pero sí podemos escuchar con compasión y curiosidad, reflexionar sobre lo que escuchamos para asegurarnos de ser comprensivos y preguntarles qué más están pensando. Esas son habilidades de conexión que podemos practicar de manera personal y en las que podemos ser un ejemplo para los demás.

  2. Orar por ellos. Tal vez nos sintamos inspirados a orar por ellos y asimismo, a preguntarles si podemos orar con ellos o qué necesitan para que oremos por ellos.

  3. Imagen
    group of hikers

    Arriba: fotografía de Getty Images

    Invitar, presentar e incluir. Invítelos a actividades de barrio, proyectos de servicio, eventos sociales o actividades informales de grupo. Llévelos con usted si es posible, preséntelos a los demás e inclúyalos en sus conversaciones, haciéndoles preguntas que los hagan sentirse incluidos. Ayude a los que se hayan mudado recientemente a conocer a otras personas que también sean nuevas y que posiblemente estén buscando amigos también.

  4. Evaluar. Pregúnteles directamente cuán conectados se sienten en el barrio. ¿Quiénes son sus amigos? ¿Quiénes podrían serlo? Pregúnteles sobre sus intereses, pasatiempos, hijos y preocupaciones, para estar al tanto de las oportunidades de conectarlos con otras personas con las que tengan cosas en común o que pudieran necesitar sus habilidades.

  5. Señalar los puntos fuertes. Tenemos un sentido de pertenencia cuando sabemos que tenemos algo que dar. Señale las cosas que observe que hacen bien. Pregunte qué diría alguien que los conoce bien sobre sus puntos fuertes. Si no lo saben, invítelos a preguntar. Busque maneras de que sus puntos fuertes puedan edificar a los demás.

  6. Consultar a los líderes. Si es apropiado, informe a los líderes del barrio cuáles son las fortalezas y las necesidades de esas personas, para que los líderes dispongan de la información que necesitan a fin de buscar inspiración para asignaciones y llamamientos significativos.

  7. Facultarlos para hacer cosas. Ayúdelos a apreciar las habilidades que tienen por medio de preguntas como estas: Cuando necesitó tener nuevos amigos en el pasado, ¿qué hizo? Si quisiera profundizar la amistad con alguien, ¿qué haría? ¿Qué ha intentado hacer hasta ahora en cuanto a la manera de conectarse con los demás? ¿Qué otra cosa podría hacer?

Notas

  1. Véase Gordon B. Hinckley, “Los conversos y los hombres jóvenes”, Liahona, julio de 1997, pág. 53.

  2. Alissia H., “Juntos, somos mejores” (artículo solo en formato digital), Liahona, septiembre de 2021.