2021
Dar a conocer el templo a nuestros amigos
Octubre de 2021


Dar a conocer el templo a nuestros amigos

La autora vive en Quebec, Canadá.

Sentí un gozo inmenso cuando dos de mis amigas asistieron conmigo al programa de puertas abiertas del templo.

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Montreal Quebec Temple

Templo de Montreal, Quebec

Fotografía del templo por David Richer-Brulé

Cuando el Templo de Montreal, Quebec, se rededicó luego de importantes renovaciones en 2015, nuestros líderes locales organizaron programas de puertas abiertas. Era el momento ideal para invitar amigos a que fueran y vieran el templo.

Inmediatamente pensé en dos buenas amigas de la universidad que ya me habían hecho preguntas sobre la Iglesia y mis creencias. En el pasado, ambas habían aceptado asistir a la reunión sacramental en la época de Navidad. También las había invitado a mi boda dos años atrás, lo cual había sido una oportunidad para explicarles por qué podían asistir a la recepción, pero no a la ceremonia de sellamiento en el templo1.

Con todo, aunque había hablado con ellas en cuanto a la Iglesia, dudé en invitarlas. Tenía miedo de encontrarme en una situación incómoda si me decían que no. Finalmente reuní el valor y les pregunté por teléfono: “¿Te gustaría ver el lugar en el que me casé? El templo está abierto al público con visitas guiadas. Si te interesa, podríamos ir juntas”.

En ambos casos, la respuesta fue un rápido “¡Sí! Me gustaría”.

Una de mis amigas fue con sus dos hijos, y la otra con su cónyuge. Fue una experiencia inolvidable para mí. Sentí un gozo inmenso al compartir con ellas mi amor por el templo.

En el discurso que pronunció en la Conferencia General de octubre de 2020, titulado “Recomendados al Señor”, el élder Ronald A. Rasband, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos recordó: “En el exterior de cada templo de la Iglesia se encuentran las apropiadas palabras ‘Santidad al Señor’. El templo es la Casa del Señor y un santuario para resguardarse del mundo. Su Espíritu envuelve a quienes adoran dentro de esas paredes sagradas. Él establece las normas por las cuales entramos como Sus invitados”2.

El templo sirve como un refugio contra las maldades del mundo. Cuando recuerdo eso, comprendo por qué aquellos que entran en él deben vivir en armonía con las enseñanzas del Señor, según se encuentran en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. De hecho, todos están invitados a sentir el gozo de hacer convenios sagrados con Dios. Sin embargo, a fin de hacerlo, debemos reunir los requisitos que Él ha establecido para ser merecedores de una recomendación. Depende de cada uno de nosotros el tomar la decisión de seguir Sus leyes.

Cuando les explicamos a nuestros amigos la diferencia que existe entre un templo y un centro de reuniones, simplemente podemos decirles que:

  1. El templo es la Casa de Dios. Es un lugar apacible donde los miembros fieles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pueden hacer promesas sagradas a Dios de que vivirán en armonía con Sus mandamientos. Es un lugar en el que aprendemos más acerca de nuestro propósito en la vida y donde las familias pueden sellarse para siempre. En el templo podemos realizar ordenanzas del Evangelio, como el bautismo, por nuestros antepasados que no tuvieron la oportunidad de recibirlas cuando estaban vivos.

  2. Los centros de reuniones son lugares acogedores donde los miembros se reúnen los domingos para aprender acerca del Padre Celestial y Jesucristo y para tomar la Santa Cena. Durante la semana utilizamos los centros de reuniones para actividades sociales o deportivas. Los visitantes siempre son bienvenidos a nuestros centros de reuniones, tanto los domingos como durante la semana.

El solo hecho de compartir con nuestros amigos nuestro testimonio de lo que el templo significa para nosotros puede ayudarlos a sentir el Espíritu. Les testificará de la santidad de ese lugar.

Siento gran respeto y gratitud por el templo. Cuando voy allí, siento que tengo una perspectiva más amplia de mi vida. Puedo alejarme de los desafíos que afronto y tener una idea clara de dónde debo centrar mi atención a diario. Me siento más cerca de Dios y de mi Salvador Jesucristo, pero también de mis familiares, tanto presentes como pasados.

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Sister and Brother Glowa in front of the temple

La hermana y el hermano Vega frente al templo el día de su sellamiento.

Fotografía de una pareja por Juan B. Rodríguez

Mis visitas preferidas al templo son las que hago con mi esposo. Nuestro amor se fortalece al recordar los convenios que hicimos con nuestro Padre Celestial y el uno con el otro cuando fuimos sellados por el tiempo y por toda la eternidad.

Notas

  1. Para obtener respuestas a esta pregunta y a otras similares, visite templos.LaIglesiadeJesucristo.org y véase Shanna Butler, “Cómo hablar sobre el templo”, Liahona, enero de 2006, págs. 41–42.

  2. Ronald A. Rasband, “Recomendados al Señor”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 23.