2007
Preguntas y respuestas
Diciembre de 2007


Preguntas y respuestas

“¿Qué debo hacer para fortalecer mi testimonio y asegurarme así de que me mantendré fuerte en el Evangelio?”

  • Comprométete sinceramente a estudiar las Escrituras y a meditar sobre ellas.

  • Cerciórate de ser digno de tener el Espíritu Santo contigo en todo momento.

  • Arrepiéntete sincera y humildemente aun de los pecados menos importantes.

  • Piensa en qué se basa tu testimonio.

  • Expresa el testimonio a menudo.

Liahona

Tu testimonio se fortalecerá cuando el Espíritu Santo te testifique de verdades espirituales. A continuación se mencionan algunas maneras de invitar al Espíritu a que te acompañe:

Primero, haz a diario un estudio eficaz de las Escrituras. En lugar de forzar los ojos para que permanezcan abiertos quince minutos todas las noches a fin de leer rápidamente las Escrituras, deléitate en las palabras de Cristo. Al estudiar y reflexionar, se profundizará tu comprensión y percibirás al Espíritu Santo, lo cual te fortalecerá el testimonio.

Cerciórate de ser digno de tener el Espíritu contigo. El hecho de ser digno deja que el Espíritu te inspire a actuar en formas que complazcan al Padre Celestial. También te hará sentir que el Espíritu te reconforta y te asegura que el Evangelio es verdadero y que el Padre Celestial y Jesucristo te aman. Si tomas la Santa Cena dignamente todas las semanas, eso te ayudará a tener contigo al Espíritu.

No pases por alto tus pecados, ni siquiera los menos importantes. Por ejemplo, no mientas; no critiques a otras personas; discúlpate con tu hermano o tu hermana por haberles gritado. El pecado te aparta del Espíritu del Señor. Adquiere el hábito de reflexionar sobre tus pensamientos y acciones, y, cuando sea necesario, de arrepentirte sinceramente

Dedica tiempo a evaluar tu testimonio. ¿Tienes un testimonio firme del Salvador, de José Smith y del Libro de Mormón? ¿O vas a la Iglesia sólo porque van tus amigos? Recuerda que la misión de la Iglesia es traer a la gente a Jesucristo. Funda tu testimonio sobre la roca de Cristo, que es “un fundamento seguro, un fundamento sobre el cual, si los hombres edifican, no caerán” (Helamán 5:12).

Finalmente, confírmate a ti mismo lo que sabes al compartir tus creencias con otra persona. Según te inspire el Espíritu, expresa tu testimonio, ya sea en la reunión de testimonios, a tus amigos o familiares o a otras personas que conozcas. Al hacerlo, tu testimonio se fortalecerá y sentirás un verdadero deseo de mantenerte firme en el Evangelio. Hasta el más fuerte de los testimonios se debilitará si no se emplea en algo.

Sin embargo, debes recordar que el hecho de tener un testimonio no es suficiente para evitar que te desvíes. Sólo después que los lamanitas obtuvieron un testimonio y se convirtieron al Señor fue que “nunca más se desviaron” (Alma 23:6). Las Escrituras nos recuerdan que debemos orar siempre y tener cuidado de no caer en tentación (véase D. y C. 20:32–34). No te desanimes si el proceso de desarrollar el testimonio y fortalecer la conversión te resulta lento; si confías en el poder del Espíritu Santo, obtendrás una convicción firme.

Lectores

Yo recibí el testimonio por medio del estudio de las Escrituras y la oración constante. Pero eso no fue todo. Sigo estudiando, orando y ayunando; eso me refresca la comprensión del Evangelio y me mantiene en la senda estrecha y angosta. Creo que cuando se refresca la comprensión de éste, se obtiene una creencia más fuerte. Cuanto mejor lo comprendas, más obedecerás los mandamientos de Dios y te mantendrás más fiel al Evangelio.

Beatrice C., 21, Zimbabwe

Pienso que no hay mejor manera de fortalecer el testimonio que darse cuenta de la importancia que el Evangelio tiene para uno. Los ejemplos de otros miembros que testifican que la Iglesia es verdadera son también una gran ayuda. Además, puedes hablar con tus amigos de la rama o del barrio sobre el Evangelio y lo que éste significa para ellos. Si por lo menos haces esas cosas y suplicas al Padre Celestial en tus oraciones diarias con un verdadero deseo de aumentar la fe, entonces Él te contestará. Te dará la confianza y el gozo que se reciben al aceptar el Evangelio como una fuente eterna de sabiduría y felicidad.

Maxim K., 22, Ucrania

El hecho de cumplir los requisitos de Mi deber a Dios o de El progreso personal es una manera de fortalecer el testimonio. Asiste siempre a las reuniones de la Iglesia y de la Mutual, y siempre expresa tu testimonio. Escucha a tus padres y a los líderes de la Iglesia. Entonces sentirás el Espíritu y sabrás que te encuentras en el camino correcto.

Earlson N., 20, Luzón, Filipinas

A medida que vayas obteniendo el testimonio y después que ya lo tengas, lleva un diario de Escrituras en el que anotes tus experiencias espirituales. Haz notas sobre las lecciones o las impresiones que recibas de discursos de la Iglesia. Registra cualquier cosa que sea espiritualmente especial para ti, aunque en el momento te parezca insignificante. Cuando tengas dudas o estés espiritualmente decaído, cada experiencia que hayas anotado te levantará el ánimo en la forma en que lo deseas y te ayudará a tener el Espíritu como guía.

Meagen J., 17, Virginia, E.U.A.

Yo fortalezco mi testimonio y me hago fuerte para resistir al enemigo al orar, leer diariamente las Escrituras, guardar los mandamientos de Dios y sentir gratitud hacia Él. Cuando obedezco los mandamientos, me siento fuerte ante el enemigo y me vienen a la memoria todas las experiencias buenas que he tenido con el Evangelio. De ese modo, mi testimonio aumenta y se vuelve inalterable ante lo malo, y se me hace imposible abandonar este Evangelio verdadero de Cristo. Debemos acordarnos siempre de cultivar nuestra fe como si fuera una pequeña planta que, con el cuidado que le demos, crecerá y se hará fuerte.

Bárbara M., 16, São Paulo, Brasil

Tu testimonio se fortalecerá gradualmente con las experiencias que tengas. La gente raramente recibe el testimonio de la noche a la mañana, pero el tuyo aumentará si estás dispuesto a prestar servicio en la Iglesia, a guardar los mandamientos, a orar, ayunar, estudiar las Escrituras, asistir a las reuniones de la Iglesia y escuchar a los demás cuando expresan su testimonio. Si lo haces, tendrás la bendición de momentos de inspiración que fortalecerán el tuyo. Además, no vaciles en compartirlo con otras personas.

Élder Alberto Aquino, 21, Misión Ciudad de Guatemala Sur, Guatemala

Hay momentos en que he dudado pero, gracias al poder de la oración y al poder del Espíritu Santo, se ha fortalecido mi testimonio de que realmente todos somos hijos de Dios. Satanás se esforzará por lograr que dudes de tu testimonio. Ora con todo el corazón para vencer esos pensamientos y también para poder recordar las veces en que el Señor te haya ayudado. Él está siempre dispuesto a escuchar y a ayudar.

Saryn S., 17, Utah, E.U.A.

Las respuestas tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista, y no deben considerarse como pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.

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“Todo lo que no nos acerque a Dios nos aparta de Él. No hay un terreno intermedio ni excepciones en que podamos pecar un poquito sin sufrir un declive espiritual. Es por eso que debemos arrepentirnos y venir a Cristo diariamente arrodillándonos en humilde oración, para que las hogueras de nuestro testimonio no sean extinguidas por el pecado”.

Élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de los Doce Apóstoles, véase “Hogueras espirituales de testimonio”, Liahona, enero de 1993, pág. 40.