2007
Convirtámonos en un instrumento en las manos de Dios al prepararnos para la segunda venida de nuestro Señor
Octubre de 2007


Mensaje de las maestras visitantes

Convirtámonos en un instrumento en las manos de Dios al prepararnos para la segunda venida de nuestro Señor

Por medio de la oración, lea este mensaje y seleccione los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.

¿Qué debo hacer a fin de prepararme para la segunda venida de Jesucristo?

D. y C. 38:30: “…si estáis preparados, no temeréis”.

Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Hay cuatro asuntos irrefutables para los Santos de los Últimos Días: (1) El Salvador regresará a la tierra con poder y gran gloria para reinar personalmente durante un milenio de rectitud y paz. (2) Al momento de Su venida habrá una destrucción de los inicuos y una resurrección de los justos. (3) Nadie sabe el tiempo de Su venida, pero (4) a los fieles se les enseña a estudiar las señales que la precederán y a estar preparados para ella… Tenemos que hacer preparativos tanto espirituales como temporales para los acontecimientos profetizados para la Segunda Venida…” (véase “La preparación para la Segunda Venida”, Liahona, mayo de 2004, págs. 7, 9).

Kathleen H. Hughes, ex Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro: “‘…estáis poniendo los cimientos de una gran obra. Y de las cosas pequeñas proceden las grandes’ (D. y C. 64:[33]; cursiva agregada)… la gran obra que deseamos realizar procederá de esas ‘cosas pequeñas’. He aprendido que una de esas cosas pequeñas es que debo encontrar el tiempo para llenar mi reserva espiritual diariamente” (véase “De las cosas pequeñas”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 109).

Élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles: “El Señor espera que seamos tan fieles, devotos y valientes como aquellos que nos antecedieron. A ellos se les llamó a dar la vida por el Evangelio. A nosotros se nos llama a vivir por el mismo propósito… todas las dispensaciones prepararon el camino para la primera venida del Señor y Su expiación. De manera similar, la historia y las profecías establecieron el fundamento para la restauración del Evangelio por medio del profeta José Smith. ¿Tenemos ojos para ver que los sucesos y las profecías de nuestra época están preparándonos para la segunda venida del Salvador? (“Preparativos para la Restauración y la Segunda Venida: ‘Te cubriré con mi mano’”, Liahona, noviembre de 2005, págs. 91–92).

¿Cómo puedo ser un instrumento en las manos de Dios para ayudar a otras personas a prepararse?

D. y C. 34:5–6: “…porque te he llamado… a alzar tu voz… a proclamar el arrepentimiento… preparando la vía del Señor para su segunda venida”.

(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, págs. 240–241) “El ser una mujer justa durante estas cruciales y finales etapas de la tierra, antes de la segunda venida del Salvador, es en especial un llamamiento noble. En la actualidad, la fortaleza e influencia de una mujer justa pueden ser diez veces superiores a lo que serían en tiempos más pacíficos. Ella ha sido puesta aquí para contribuir a ennoblecer, proteger y preservar el hogar, que es la institución básica y más noble de la sociedad. Otras instituciones de nuestra sociedad tal vez flaqueen y hasta fracasen, pero la mujer justa puede ayudar a salvar el hogar, que quizás llegue a ser el último y único refugio que algunos seres mortales conozcan en medio de la tempestad y la contienda”.