2004
El Seguir a la mayoría
agosto de 2004


Ven y escucha la voz de un profeta

El Seguir a la mayoría

El año que nos matriculamos en séptimo grado, o sea, el primero en enseñanza secundaria, no todos los alumnos cabían en el centro escolar, por lo que mandaron a nuestra clase del séptimo grado de vuelta a la escuela elemental. Estábamos furiosos. Habíamos pasado ya seis años en esa escuela y pensábamos que merecíamos algo mejor. Los varones nos reunimos después de clase y decidimos que no íbamos a tolerar que nos trataran así. Decidimos hacer una huelga.

Al día siguiente no fuimos a clase, pero no sabíamos adónde ir. No podíamos quedarnos en casa porque nuestras madres nos harían preguntas. No se nos ocurrió irnos a un cine del centro porque no teníamos dinero para cosas así. No queríamos ir al parque porque teníamos miedo de que nos vieran. Así que caminamos sin rumbo y desperdiciamos el día.

A la mañana siguiente, el director, el señor Stearns, nos esperaba en la puerta de la escuela. Nos dijo que no podíamos volver a la escuela si no traíamos una nota de nuestros padres. Nos dijo que ir a la huelga no era la manera de solucionar los problemas y que si teníamos una queja debíamos ir a hablar con el director de la escuela.

Recuerdo haber entrado a la casa con cierta timidez. Mamá me preguntó que me pasaba y le conté. Le dije que necesitaba una nota para volver a la escuela y ella la escribió. Fue muy breve, pero fue la peor reprimenda que me dio en su vida. Decía así:

“Estimado Señor Stearns:

“Sírvase disculpar la falta de Gordon ayer. Su acción respondió al impulso de seguir a la mayoría”.

Jamás he olvidado la nota de mi madre. Aquel día me hice el firme propósito de que jamás haría algo sólo por seguir a la mayoría. Decidí allí mismo que tomaría mis propias decisiones de acuerdo con mis principios y con lo adecuado en ese momento, y que no dejaría que nadie me presionara a decidir una cosa u otra. Esa decisión ha sido una bendición en mi vida.

Adaptado de un discurso pronunciado en la conferencia general de abril de 1993.