Para la Fortaleza de la Juventud
Me siento incómodo cuando comparto mis creencias. ¿Qué puedo hacer para que lo sienta más normal?
Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2025


Preguntas y respuestas

“Me siento incómodo cuando comparto mis creencias. ¿Qué puedo hacer para que lo sienta más normal?”.

Una joven

“Puedo ser un ejemplo todo el tiempo al llevar puesto el medallón de las Mujeres Jóvenes, tararear los himnos en la escuela y publicar pasajes de las Escrituras y fotos del templo. Esas cosas despiertan curiosidad en mis amigos. Luego me preguntan de qué se trata y me siento cómoda de compartir mis creencias con ellos. ¡Eso me hace muy feliz!”.

Marjorie Y., 12 años, Fortaleza, Brasil

Una joven

“A veces me siento incómoda al compartir mis creencias cuando hablo con otros. Sin embargo, 1 Corintios 2:13 me recuerda que compartimos nuestro testimonio bajo la guía del Espíritu Santo. Al invitar al Espíritu, podemos compartir naturalmente nuestras creencias y las cosas que tenemos en el corazón con otras personas”.

Roshemin B., 18 años, Bauang, Filipinas

Un joven

“Me cuesta compartir mis creencias por miedo a ser rechazado o ignorado. Cuando surgen las preguntas, trato de estar feliz, de abrazar mi testimonio y de confiar en Jesucristo. Mi madre me enseñó que, si estoy tratando de ser como Cristo, incluso si no logro decir mucho, los demás verán lo que creo por la forma en que vivo”.

Eddy A., 19 años, Villa Nueva, Guatemala

Un joven

“Hablo de mis creencias más fácilmente cuando las personas que me rodean me hacen preguntas sobre lo que digo y lo que hago. Por ejemplo, me preguntan por qué no digo malas palabras o por qué no juego los domingos, o por qué cierro los ojos e inclino la cabeza antes de comer en el comedor”.

Tomas H., 13 años, Cholet, Francia

Una joven

“Compartir el Evangelio puede ser tan sencillo como mostrar amor cristiano a quienes te rodean, compartir un versículo de las Escrituras con un amigo que esté pasando por un momento difícil o incluir a alguien. Simplemente sé un buen ejemplo y sigue el ejemplo de Jesús, y te sentirás más cómodo compartiendo el Evangelio todos los días”.

Mya S., 17 años, Texas, EE. UU.