¿Esperas más de ti mismo que el Salvador?
Para los jóvenes que lidian con el perfeccionismo o la escrupulosidad religiosa.
¿Alguna vez has sentido que fracasas en tu intento de vivir el Evangelio? ¿Que nunca serás lo suficientemente bueno? El Padre Celestial nos pide que obedezcamos los mandamientos y que hagamos convenios y los guardemos, pero Él no espera que lo hagamos a la perfección. De hecho, Él sabía que no lo haríamos y por eso envió al Salvador.
Responde las preguntas de este artículo y piensa si esperas más de ti mismo que el Padre Celestial y Jesucristo.
¿Te preocupa a menudo si eres lo suficientemente digno?
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Sí
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No
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Tal vez
Ejemplos: Confesar pecados menores o pecados que hayas confesado antes. Dudar que lograrás llegar al Reino Celestial. Tener miedo de tener “malos pensamientos” o de ser una “mala persona”. Pensar que tu fe y testimonio no son lo suficientemente fuertes.
Ser digno no significa nunca cometer errores. No significa ser perfectamente rectos todo el tiempo. Significa que te esfuerzas por vivir tus convenios y confiar en el Salvador. Como dijo el presidente Russell M. Nelson: “S[é] paciente [contigo] mism[o]. La perfección no se logra en esta vida, sino en la próxima”.
¿Sientes que no mereces el amor de Dios?
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Sí
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No
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Tal vez
Ejemplos: Evitar orar porque crees que Dios no quiere saber de ti. Mantenerse alejado del templo porque te sientes indigno. Tener una lucha relacionada con la conferencia general o las reuniones de la iglesia porque te hacen sentir culpable.
El presidente Thomas S. Monson (1927–2018) dijo: “El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí”. No importa lo que hayas hecho, el Padre Celestial siempre te ama. Siempre. Él no quiere que te quedes atrapado en sentimientos de vergüenza o desesperanza. ¡Él es tu Padre! Desea que vengas a Él para encontrar paz y esperanza.
¿Crees que la Expiación del Salvador no se aplica a ti?
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Sí
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No
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Tal vez
Ejemplos: Sentir que eres la excepción al poder del Salvador para salvarnos. Pensar que debes ganarte la entrada al cielo.
Moroni dijo: “Venid a Cristo, y perfeccionaos en él” (Moroni 10:32, cursiva agregada; véase también Alma 26:12). No es posible ser lo suficientemente bueno por tu cuenta, pero puedes ser lo suficientemente bueno con Jesucristo. Ten fe de que el Salvador puede salvarte a ti.
¿Crees que los mandamientos se tienen que seguir “perfectamente”?
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Sí
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No
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Ejemplos: Orar con una lista de las cosas que “tienes que” decir. Ayunar durante más tiempo o con más frecuencia de lo esperado. Pagar más del diez por ciento de diezmo. Sentir que tienes que estudiar el Evangelio “perfectamente” o por una cierta cantidad de tiempo, o de lo contrario no cuenta.
Recuerda que los mandamientos nos son dados por un amoroso Padre Celestial para nuestro bien. Busca las bendiciones que se reciben al vivir los mandamientos en lugar de prestar excesiva atención a si los estás viviendo a la perfección.
Entonces… ¿esperas más de ti mismo que el Salvador?
Si te identificas con lo mencionado en este artículo, es posible que esperas demasiado de ti mismo. El Salvador no espera que seas perfecto, sino que sigas intentándolo y que te arrepientas cuando cometas errores. Él es quien nos salva y nos perfecciona. Como dijo el Salvador: “Mi gracia os es suficiente” (Doctrina y Convenios 17:8).
El Padre Celestial te ama. El Salvador es tu intercesor. Ambos quieren que regreses a casa con Ellos.
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