Para la Fortaleza de la Juventud
Gozo multiplicado: Una lección de matemáticas celestiales
Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2025


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Gozo multiplicado: Una lección de matemáticas celestiales

Un cambio de mentalidad con respecto al éxito y la buena fortuna de otras personas puede traerte más gozo. Y en las matemáticas del Señor, eso significa el milagro de la multiplicación.

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Hablemos de algo que puede hacer que tu vida sea mejor y más feliz.

Pero primero, piensa en lo que harías en la siguiente situación:

Tu amigo te dice emocionado que obtuvo una calificación perfecta en su examen de matemáticas. Siempre has querido obtener una calificación perfecta en un examen de matemáticas, pero nunca lo has conseguido. ¿Cómo reaccionarías?

¿Dices: (a) “Ojalá pudiera obtener una calificación perfecta, pero mi maestro nunca explica las cosas lo suficientemente bien” o (b) “¡Eso es genial! Debes haber estudiado mucho”?

Si pensaste: “Obvio, la (b)”, entonces ya estás en posición de aumentar el gozo en tu vida y en la vida de los demás. Sin embargo, es posible que no seas consciente de cuántas personas responderían con la respuesta (a) si fueran sinceras, y de lo difícil que sería para ellas la respuesta (b) en una situación de la vida real.

Así que aquí hay una clave para una vida mejor y más feliz: Aprende a alegrarte genuinamente por el éxito y la buena fortuna de los demás.

A menudo escuchamos que debemos seguir el ejemplo del Salvador y tener compasión por los demás. Sin embargo, la compasión tiene dos caras. Sí, debemos “llora[r] con los que lloran”, pero también debemos “goza[r] con los que se gozan” (Romanos 12:15). Hacer eso puede volvernos más felices y mejores personas.

Abundancia versus escasez

El Señor nos ha dado un principio relacionado con las cosas materiales que también se aplica a otras cosas como el gozo, los elogios y el amor: “Hay suficiente y de sobra” (Doctrina y Convenios 104:17).

Aquí el Señor nos está dirigiendo a una mentalidad de abundancia (“Hay suficiente para todos, y algo más”) en lugar de a una mentalidad de escasez (“No hay suficiente para todos”).

Cambiar nuestra mentalidad hacia la abundancia puede cambiar drásticamente nuestro comportamiento. En lugar de acumular cosas para nosotros mismos, compartimos libremente.

Esto es especialmente cierto cuando se trata de cosas como el gozo, los elogios y el amor.

Por supuesto, a veces competimos con otras personas por lo mismo. Pero incluso entonces, podemos encontrar gozo en el éxito de los demás y tal vez incluso definir nuestro propio éxito de manera diferente. Un buen punto de partida para una definición personal del éxito podría ser: “Dar lo mejor de mí y aprender de los errores y desafíos”.

El éxito de otra persona no te disminuye a ti. Tu gozo no se disminuye cuando aumenta el gozo de otra persona. Hay una fuente inagotable de gozo disponible para todos.

Matemáticas celestiales

Las “matemáticas celestiales” del gozo son algo más que una mera suma; se trata de una multiplicación. Si podemos aprender a hallar gozo en el gozo de otras personas, haremos algo más que simplemente sumar a nuestro gozo; multiplicaremos el gozo para nosotros mismos y para los demás.

“El gozo verdadero se multiplica cuando se comparte”. Eso se aplica a compartir el Evangelio de Jesucristo y a sentirnos genuinamente felices por los demás cuando han logrado el éxito o han recibido de Dios las bendiciones que necesitaban.

Regocijarnos en el convenio

Para aquellos de nosotros que hemos hecho convenios con Dios, sentirnos felices por los demás es una cualidad del corazón que emana de tratar de seguir al Salvador y cumplir el segundo gran mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39; Levítico 19:18).

Cuando hacemos convenios, “est[amos] dispuestos a llorar con los que lloran […] y a consolar a los que necesitan de consuelo” (Mosíah 18:9). Naturalmente, entonces también estamos dispuestos a regocijarnos con aquellos que se regocijan por las cosas buenas que suceden en sus vidas.

Una evaluación

Estas son algunas preguntas que podrías hacerte para evaluar tu posición en cuanto a sentirte feliz por los demás:

  • Cuando alguien tiene éxito o recibe elogios, ¿qué es lo primero en lo que piensas? ¿Cómo te hace sentir?

  • ¿Codicias el gozo de los demás como codiciarías sus posesiones? ¿Sientes resentimiento?

  • Cuando reaccionas, ¿hablas más de ti o de la otra persona?

La forma en que respondas a estas preguntas puede marcar una gran diferencia en la cantidad de gozo que tú (y quienes te rodean) experimentarán.

Por lo tanto, haz que tu vida sea mejor y más feliz. Maximiza tu gozo al multiplicarlo. Alégrate por los demás; es sencillo y poderoso.

Notas

  1. Incluso la investigación científica reconoce esto. Alegrarnos por los demás puede hacernos más felices y más propensos a ayudar y servir a otras personas. Véase, por ejemplo, “The Experience of Empathy in Everyday Life”, Psychological Science, tomo XXXII, nro. 8, (agosto de 2021), págs. 1198–1213.

  2. Dieter F. Uchtdorf, Conferencia General de abril de 2024 (Liahona, mayo de 2024, pág. 68).