“El ejercicio físico y espiritual”, Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2022.
El lema y yo
Los jóvenes comparten la manera en que viven las palabras de los lemas de las Mujeres Jóvenes y de los cuórums del Sacerdocio Aarónico.
El ejercicio físico y espiritual
“[M]e esfuer[zo] por servir, ejercer la fe, arrepentirme y mejorar cada día”.
Fotografía de Getty Images
Después de sufrir una conmoción jugando al fútbol americano, comencé a tener dolores de cabeza a diario. Me costaba no centrarme en el dolor que sentía. Un día sentí la impresión del Espíritu Santo de que la felicidad no proviene de nuestras circunstancias, sino de nuestro enfoque. Me di cuenta de que siempre me centraba en mi dolor, en vez de en las bendiciones diarias que recibo de Dios.
Empecé a preguntarme: ¿Qué más me está impidiendo crecer espiritualmente? Con un corazón humilde, le hice esa pregunta al Padre Celestial. Sabía que no podía encontrar la respuesta correcta por mi cuenta, pero nuestro Padre Celestial tiene todas las respuestas.
La respuesta que recibí parecía muy sencilla, pero estaba adaptada a lo que yo necesitaba: “Sal de la cama y haz ejercicio de nuevo”. Comencé a hacer ejercicio a pesar del dolor constante que sentía y me di cuenta de que me acercaba más a Dios.
Cuando hago ejercicio, no veo resultados de inmediato, pero si sigo esforzándome, veo un cambio. El mismo principio se aplica al progreso espiritual. Cuando leemos las Escrituras, tal vez no experimentemos un cambio inmediato. Si continuamos leyendo las Escrituras y hacemos preguntas con un corazón sincero, veremos una diferencia en las bendiciones que recibimos y en nuestra fe.
Dios me ha dado muchísimo amor. Al hacer ejercicio, tanto física como espiritualmente, me acerqué más a Él. Estar cerca del Padre Celestial es mi mayor consuelo y forma de paz. Cuando tomes la Santa Cena, te invito a centrarte en el progreso espiritual que puedes lograr durante la próxima semana. El Espíritu Santo te dará la guía personal que necesitas.
El autor vive en los Países Bajos.