Ayudas para las Escrituras: Antiguo Testamento

Introducción

Se ha diseñado este recurso para ayudar a los alumnos a comprender mejor el Antiguo Testamento. Su propósito es ayudar con el estudio de las Escrituras, no reemplazarlo, y proporciona las siguientes ayudas:

Antecedentes: Información histórica, cultural y geográfica que proporciona contexto a los relatos, las enseñanzas y la doctrina de las Escrituras.
Explicaciones lingüísticas: Aclaraciones de términos complejos, expresiones arcaicas y traducciones confusas.
Ayuda con pasajes difíciles o confusos: Las Escrituras de la Restauración, las palabras de los profetas y apóstoles contemporáneos y trabajos académicos confiables contribuyen a aclarar el significado de pasajes difíciles.
Discursos y artículos: Una sección llamada “Más información” que incluye mensajes de líderes de la Iglesia y artículos producidos por la Iglesia, los cuales están relacionados con relatos y enseñanzas que se encuentran en las Escrituras.
Contenido multimedia: Imágenes y videos que pueden ayudar a los lectores a visualizar y comprender el entorno, los objetos, el simbolismo y los relatos de las Escrituras.

Nota: La cita de una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que dicha cita ni su autor cuenten con el respaldo de la Iglesia ni que representen la posición oficial de esta.

A medida que busques comprender mejor el Antiguo Testamento, recuerda la gran importancia de estudiar lo que enseñan los profetas y apóstoles vivientes del Salvador. Cuando estudies, procura aprender cómo interpretan, explican y aplican las Escrituras los siervos del Señor (véase “Utilizar las enseñanzas de los líderes de la Iglesia para entender las Escrituras” en Técnicas para el estudio de las Escrituras).

Comienza tu estudio de las Escrituras con una oración. Pide la guía del Espíritu Santo, que es indispensable en tu búsqueda de la verdad. Como miembro de la Trinidad, el Espíritu Santo da testimonio del Padre y del Hijo, enseña la verdad y nos santifica. Él nos hace recordar cosas, nos brinda consuelo, nos llena de esperanza y nos muestra cómo poner en práctica lo que estamos aprendiendo.