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Génesis 47–48: Jacob adopta a los hijos de José


Génesis 47–48

Jacob adopta a los hijos de José

En Génesis 47 leemos qué ocurrió durante los últimos cinco años de hambre. La falta de alimentos fue tan grande que la gente intercambiaba sus pertenencias personales y sus tierras por comida. Como consecuencia de ese trueque, poco a poco Faraón se convirtió en el dueño de casi todo lo que había en el país.

Hacia finales del capítulo 47 de Génesis, vemos que Jacob estaba a punto de morir y sólo deseaba una sola cosa: ser sepultado en la tierra que Dios les había prometido a él, a sus antepasados y a su posteridad.

Sin embargo, antes de morir, fue necesario que asignara las responsabilidades correspondientes a la primogenitura. Por lo general, el primogénito era quien recibía las bendiciones y las responsabilidades inherentes a ésta. Pero aun así, Isaac no fue realmente el primer hijo de Abraham, ni Jacob el primogénito de Isaac, y José fue casi el último hijo que tuvo Jacob; y sin embargo, los tres recibieron las bendiciones de la primogenitura. En Génesis 48 leemos que Efraín recibió la primogenitura en lugar de su hermano mayor Manasés. No se sabe por qué fue Efraín el escogido, pero sabemos que Dios escoge de acuerdo con Sus leyes y Sus propósitos (véase D. y C. 130: 20–21). Aun cuando Efraín recibió la primogenitura, las bendiciones de Manasés son también grandiosas como consecuencia de lo que se le prometió a toda la posteridad de José (véase Génesis 49:22–26; Deuteronomio 33:13–17). Por otra parte, Jacob “adoptó” a ambos hijos (véase Génesis 48:5). En virtud de la primogenitura, a José le correspondía recibir una porción doble de la herencia de su padre Jacob. A Efraín se le asignó presidir, o sea, ser el líder de la familia de Israel y a cada uno de los hermanos, Efraín y Manasés, se le dio una de las dos porciones de la herencia y se convirtieron en dos de las “tribus de Israel”.

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