Voces de los miembros
La indexación ha impactado mi vida
Tengo el testimonio de que, al trabajar en la indexación, recibo la protección del cielo ante la maldad de este mundo.
Tomé la decisión de bautizarme a los 18 años. En el transcurso del tiempo, fui aprendiendo sobre el Plan de Salvación.
En octubre de 2016, tres años después, se realizó un devocional para miembros, presidido por el élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce, acompañado por el élder José L. Alonso, de la Presidencia del Área Centroamérica. Mientras disfrutaba los mensajes, recibí una llamada para avisarme que mi padre había fallecido. Una noticia estremecedora. Las palabras del apóstol del Señor me llenaron de consuelo y esperanza.
Ese día, mientras meditaba todo lo sucedido, me propuse esforzarme para brindarle a mi padre las bendiciones del Evangelio. Me di cuenta de que las personas que han perdido un familiar sin tener el conocimiento del Plan de Dios no tienen la esperanza de volver a verse.
Terminé mis estudios universitarios y estaba listo para salir a una misión. Antes de partir al campo misional, asistí al templo para realizar la obra por mi padre. Recibí el llamamiento para servir en México; asistí al CCM en México. Fui al templo por mis propias ordenanzas y tuve la oportunidad de terminar las ordenanzas de mi padre.
Mi corazón se llenó de gozo, sé que fue un tributo para él haber logrado terminar mis estudios universitarios y estar sirviendo una misión.
Al regresar de la misión, aprendí a indexar. Esta actividad ha impactado mi vida, porque estoy colaborando para que otras personas puedan encontrar los nombres de sus familiares y lleven los nombres al templo. Además, tengo el testimonio de que, al trabajar en la indexación, recibo la protección del cielo ante la maldad de este mundo.
Estoy cumpliendo con una meta personal: trabajar media hora diaria indexando. Inicio esta actividad con una oración para tener la guía del Espíritu y así entender los manuscritos que leo. Comprendo cómo el Señor nos bendice al darnos herramientas para que nos convirtamos en salvadores en el monte de Sion.
Testifico que la indexación une familias, aumenta mi comprensión de quién soy y cuál es mi propósito en esta tierra. Lo más importante: me acerca a mi Salvador, Jesucristo.