2022
3 principios que me ayudaron a regresar a Cristo
Octubre de 2022


Solo para versión digital: Jóvenes adultos

3 principios que me ayudaron a regresar a Cristo

El servicio, la caridad y la paciencia son las llaves para entrar a muchos corazones y almas que parecen estar fuera de nuestro alcance.

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Un padre coloca la mano sobre el hombro de su hijo mientras miran a la distancia

Cuando tenía 15 años, tuve una interacción en la Iglesia que me hizo sentir lastimado. Nunca quise regresar después de ese día. Mi fe y esperanza tiernas se desmoronaron a medida que perdía lentamente la perspectiva de mi identidad divina. Sentía muchas dudas y no podía encontrar respuestas.

Así que traté de encontrar significado fuera del Evangelio. Me aparté aún más, mientras muchos de mis seres queridos observaban con preocupación. Mis padres trataron de ayudar en todo lo que pudieron; muchos amigos me incluyeron en actividades, pero no había tenido “un potente cambio en [mi] corazón” (Alma 5:12). Sin embargo, con el tiempo, a medida que las personas que formaban parte de mi vida compartían amor cristiano y me brindaban buenos ejemplos, aprendí el significado del plan de Dios para mí.

Si tienes un ser querido que está teniendo dificultades con su fe, tal vez te preguntes cómo puedes ayudarlo. En mi caso, mis seres queridos actuaron como siervos del Señor. Su amor y devoción fue lo que me llevó de regreso al Evangelio.

Tú puedes hacer lo mismo por alguien a quien ames.

A continuación se encuentran tres principios que mis seres queridos practicaron, los cuales me ayudaron a ver el amor que el Padre Celestial tiene por mí:

1. El servicio

“Porque me acuerdo de la palabra de Dios, que dice: Por sus obras los conoceréis; porque si sus obras son buenas, ellos también son buenos” (Moroni 7:5).

Mi obispo, un gran amigo y un ejemplo para mí, me invitó continuamente a ministrar con él aun cuando yo ya no asistía a la Iglesia. Él era una persona tan importante para mí que no podía rechazar sus invitaciones. Tuvimos innumerables experiencias maravillosas al servir a aquellos a quienes visitamos. Él siempre se ofreció para compartir ideas del Evangelio con esas personas para que yo no me sintiera incómodo.

Él me sirvió al mismo tiempo que me invitó a servir a los demás, y eso marcó una gran diferencia para regresar a Cristo.

2. La caridad

“Y la caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal […]. [La caridad] todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (Moroni 7:45).

Mi padre es un gran ejemplo para mí de caridad. Él siempre me ha mostrado caridad, independientemente de mis creencias o decisiones. Durante una época muy oscura de mi vida, hablé con mi padre, y él me recibió con el “amor puro de Cristo” (Moroni 7:47). Él escuchó mis preocupaciones sin juzgarme y me dio consejos sencillos e invaluables.

Una de las cosas más poderosas que puedes hacer por tus seres queridos es mostrarles amor semejante al de Cristo, sin importar cuáles sean sus decisiones.

3. La paciencia

“Pero tenga la paciencia su obra perfecta, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Santiago 1:4).

Regresé a la Iglesia después de diez años de no asistir, y mi madre fue más allá de lo imaginable con su paciencia semejante a la de Cristo. Ella nunca me empujó ni se frustró conmigo. Me amaba, me recordaba mi valor y sabía que el Espíritu y el Padre Celestial estaban influyendo en mí.

No podemos apresurar la obra del Señor ni forzar el albedrío de otra persona. En vez de ello, podemos permanecer cerca del Espíritu para saber cuándo es el momento de invitar o servir a quienes amamos.

Cuando otras personas decidieron servir, amar y ser pacientes conmigo, fui bendecido con oportunidades y relaciones que no habrían sido posibles sin su ayuda. Es la luz del Salvador, especialmente cuando se ejemplifica en nuestras acciones, lo que guía a los demás de regreso al gozo de Su evangelio. Mi humilde testimonio es que Dios nos ama a todos sin importar dónde nos encontremos en la vida o lo que hayamos hecho, pero Él puede bendecirnos aún más cuando venimos a Él. Estoy muy agradecido por el Evangelio y testifico que fue por medio de los ejemplos cristianos de quienes son parte de mi vida que pude regresar.