Qué hacer y qué no hacer al invitar a amigos a la Iglesia
Las siguientes son algunas maneras de ayudar a los amigos a sentirse más cómodos con respecto a asistir a la Iglesia.
El invitar a otras personas a adorar con nosotros en la reunión sacramental es una excelente manera de compartir la luz y el amor del Salvador con familiares y amigos, pero a veces lo hacemos más difícil de lo que debe ser.
A continuación se encuentran siete maneras en que podemos ayudar a los amigos a sentirse más cómodos de aceptar la invitación de asistir a la Iglesia:
1. Hacerlo por amor
¿Por qué los invitamos? ¿Es por nosotros o por ellos? Si lo hacemos porque creemos que es lo mejor para ellos, sentirán nuestra sinceridad. Si ven que son importantes para nosotros, tal vez estén más dispuestos a saber qué otras cosas nos resultan importantes.
2. Invitarlos a adorar con nosotros
Pregunte a sus amigos si tienen un lugar para adorar al Salvador e invítelos a adorar con usted, especialmente, en ocasiones como la Navidad y la Pascua de Resurrección. Si no son cristianos, pregúnteles si les gustaría aprender más acerca de Jesucristo e invítelos a vivir un servicio de adoración cristiano con usted. Recuerde mostrar por sus creencias el mismo respeto que espera que ellos muestren por las suyas.
3. No nos tomemos el “no” como algo personal
Si su amigo declina la invitación, acepte el “no” con amabilidad, pero no piense que un “no” a asistir a la Iglesia significa un“no” a usted. Hay muchas razones por las que podría haber dicho que no que no tengan nada que ver con lo que sienta por usted. Si no permite que un “no” cambie su relación, podría tener más adelante la oportunidad de entender mejor sus sentimientos.
4. Ayudar a sus amigos a saber qué esperar
Si sus amigos aceptan la invitación a asistir a la Iglesia, ayúdeles a entender lo que deben esperar: cómo podrían vestirse, el propósito y la duración de cada reunión y lo que sucederá o no sucederá en las reuniones (por ejemplo, no se recolectan donativos durante nuestras reuniones). También debe explicarles qué es la Santa Cena y lo que significa. Eso podría ayudarles a sentirse más cómodos cuando asistan a la Iglesia.
A continuación encontrará algunos videos que puede compartir y que podrían ayudarlos a saber qué esperar:
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“What Is a Church Community?” [¿Qué es una comunidad de la Iglesia?]
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“What to Expect at Church Services” [Qué esperar de las reuniones de la Iglesia]
5. Reemplace información por presentaciones
Por lo general, las personas están menos interesadas en nuestra doctrina (al menos al principio) que en nuestra comunidad y buenas obras. Ayúdelas a conectarse con los demás y hable sobre cómo participamos en la comunidad, prestamos servicio juntos y nos cuidamos los unos a los otros.
Una excelente manera de presentar a alguien el evangelio restaurado de Jesucristo es comenzar por compartir las bendiciones que el Evangelio tiene para ofrecer. Por ejemplo, podría intentar mostrarle cómo la Iglesia puede ayudarle a buscar sus raíces familiares, fortalecer a su familia, llegar a ser más autosuficiente, prestar servicio significativo y dar a sus hijos buenas normas conforme a las cuales vivir. El análisis de doctrinas y creencias específicas puede ocurrir más adelante, cuando la persona esté lista.
Algunas personas que podría presentarle son el obispo, la presidenta de la Sociedad de Socorro, algún consultor de templo e historia familiar o la maestra de la Primaria, si hubiera niños en la familia.
6. Brinde la bienvenida a todos
Si sus amigos asisten, haga lo posible para que se sientan bienvenidos y para atender sus necesidades. Del mismo modo, si ve en la Iglesia a personas que no conozca, sea amable y cordial. Hágales saber lo maravilloso que ha sido que hayan venido. Intente ver a través de sus ojos; aliente las preguntas y ayúdelos a entender la experiencia que han tenido.
7. No presione; más bien, haga seguimiento
Algunas de las personas que tal vez estén interesadas en asistir sienten temor de que se les presione para hacer algo. Al intentar brindar una buena experiencia en la que sus amigos puedan sentir el Espíritu Santo, comparta pensamientos y sentimientos, pero no sienta que tiene que forzar las experiencias espirituales. Confíe en Dios y permita que el Espíritu haga Su obra. Si sus amigos no tienen tiempo para quedarse al programa completo de reuniones o para quedarse después de este a conversar, agradézcales por su asistencia y acuerden algún momento oportuno para hacer seguimiento.
La invitación más importante
El invitar a los demás a adorar al Salvador con nosotros no tiene que ser estresante ni para nosotros ni para ellos. Al invitar a los amigos, estamos actuando de acuerdo con la invitación del presidente Russell M. Nelson de ministrar a los demás de una “manera nueva y más santa”1 y de “ayudar a recoger a Israel”2. El gozo llegará al compartir la luz y el amor del Salvador con las personas que nos rodean.