Juego voleibol, compito en carreras de atletismo y leo mucho. Si pudiera pasar un día haciendo cualquier cosa, probablemente iría a la playa.
Nací en Chicago, Illinois, pero vine a Nauvoo mientras estaba en un hogar de acogida temporal. No recuerdo mucho acerca de mi vida antes de encontrarme en acogida temporal, pero sí recuerdo que me sentía insegura. Cuando ingresé al programa de acogida temporal, me sentí protegida. Me gusta tener el Evangelio en mi vida. Algunos de mis amigos se han encontrado en situaciones aterradoras debido a que no viven nuestras normas. Sé que vivir los mandamientos me mantiene a salvo.
Encontrar a mi familia fue una experiencia increíble. Mi mamá iba al preescolar al que yo asistía debido a que ella trabajaba ahí como suplente. Siempre jugaba conmigo y le dijo a una de las maestras que quería llevarme a su casa porque yo era una niña adorable. La maestra le dijo: “¡Ella está en el programa de adopción, así que, es posible!”. Mi mamá sopesó detenidamente el asunto y luego nos adoptó a mis dos hermanos y a mí. Es genial, porque sé lo que significa no tener familia y eso hace que tenerla sea aun más especial.