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Viaje al templo
Cuando fui llamada como consejera de Mujeres Jóvenes, acepté el llamamiento con un poco de temor, pues he tenido llamamientos en otras organizaciones como la Primaria y la Sociedad de Socorro; asimismo en Historia familiar.
Tal vez en una ocasión en Mujeres Jóvenes, pero por muy poco tiempo, así que me preguntaba cómo podría ser de ayuda; pero la presidenta de Mujeres Jóvenes me animó a trabajar con ellas en historia familiar, una de las actividades que amo hacer. Así que empecé por ahí. Les enseñé a crear cuentas en FamilySearch, a desarrollar su árbol genealógico y a realizar indexación. Unas aprendieron rápido y otras poco a poco.
El mes de noviembre del año pasado, tuvimos la oportunidad de llevar a las jóvenes al templo para que realizaran ordenanzas por sus antepasados. A cada jovencita se le había dado tres metas: llenar su árbol familiar con un mínimo de cuatro generaciones, tener el nombre de un familiar para realizar las ordenanzas por él e indexar.
Aunque algunas jóvenes habían empezado a trabajar con dudas de poder lograrlas, me alegró el hecho de que se hayan esforzado por llegar a cumplirlas; en especial, la relacionada con su genealogía. Para la mayoría de las jovencitas de nuestro barrio era la primera vez que asistían a la Casa del Señor y que realizaban las ordenanzas por sus propios familiares.
Esta grata experiencia en el templo aumentó su comprensión de las ordenanzas que allí se efectúan. Actualmente, se siguen esforzando por seguir con sus metas. Pero no solo ellas gozaron de la obra en el templo, sino también los Hombres Jóvenes, a quienes ayudé de la misma forma.
Todos ellos compartieron sus experiencias en la siguiente reunión sacramental del barrio.
Como consejera de las Mujeres Jóvenes del Barrio Calderón, puedo decir que son unas chicas ejemplares, llenas de amor y con un testimonio fuerte del Evangelio. Las amo mucho y sé que ellas van a hacer unas grandes líderes para la siguiente generación. Sé que el Padre Celestial me dio la oportunidad de estar en este llamamiento para poder servir y ayudar a las jóvenes en una actividad que amo hacer como es la historia familiar. Tengo un testimonio fuerte de la obra vicaria, y en cada oportunidad que tengo lo comparto con quienes me rodean.