Pon en práctica algunas nuevas tradiciones de Pascua
En esta Pascua de Resurrección, dedica un poco más de tiempo a recordar el mayor regalo que se haya dado jamás.
Detalle de For unto Us a Child Is Born [Porque un niño nos es nacido], por Lynne Millman Weidinger.
La Navidad generalmente recibe la mayor atención cuando se trata de festividades. Sin embargo, sin los acontecimientos que ocurrieron hace mucho tiempo, por los cuales celebramos cada Pascua, la Navidad no existiría.
El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó una vez: “No habría habido Navidad de no haber habido Pascua. El niño Jesús de Belén sería como cualquier otro niño si no fuera por el Cristo redentor de Getsemaní y del Calvario, y por la triunfante realidad de la Resurrección”1.
Aquí hay algunas tradiciones que podrías considerar agregar a tus celebraciones anuales.
1. Canta canciones de Pascua.
Dejando a un lado las antojadizas versiones sobre renos y elfos, los villancicos de Navidad hablan sobre Jesucristo. La Pascua es el momento perfecto para la música sobre el Salvador, y sí, incluso cuando se canta a la puerta de tus vecinos.
Si te quedas sin ideas, consulta la sección “Temas” del himnario y busca canciones bajo los títulos “Pascua de Resurrección” y “Expiación”. Cualquier canción que conmemore a Jesucristo es buena para cantar en la Pascua de Resurrección.
2. Perdona a alguien
¿Cuántas veces has estado agradecido por el don del arrepentimiento? La Pascua ofrece la oportunidad de pensar más en cómo extendemos ese mismo espíritu de perdón a los demás.
Jesús enseñó: “Por tanto, os digo que debéis perdonaros los unos a los otros…
“Yo, el Señor, perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres” (Doctrina y Convenios 64:9–10).
Pregúntate: ¿Hacia quién estás albergando malos sentimientos? Ora por obtener la fortaleza para perdonar a esa persona y permite que el Salvador ayude a que esos dolorosos sentimientos desaparezcan.
3. Organiza un espectáculo, una obra u otra actuación
Puedes organizar una actuación de Pascua de Resurrección. Un ejemplo simple podría ser una lectura de las Escrituras en la noche de hogar o un concierto de canciones para cantar con la comunidad.
4. Visita las tumbas de tus seres queridos
Gracias a Jesucristo, la muerte ha perdido su aguijón (véase 1 Corintios 15:55). Dedica tiempo a visitar las tumbas de tus seres queridos para reflexionar sobre esas grandes nuevas.
Incluso, mientras visitas esas tumbas, podrías leer en voz alta algunos de tus pasajes favoritos de las Escrituras que traten sobre la Resurrección. Algunos (de los muchos) pasajes a tener en cuenta para esto son 1 Corintios 15:20–22; Alma 11:42–44; y Doctrina y Convenios 88:14–16.
5. Sé un poco mejor
Detalle de Jesucristo visita las Américas, por John Scott.
La Pascua de Resurrección honra los acontecimientos de Getsemaní, lo que ocurrió en la cruz, el que el Salvador se haya levantado de entre los muertos al tercer día y luego Su ministerio durante 40 días antes de ascender al cielo.
Además, no mucho después de ascender al cielo, Jesucristo se apareció a los nefitas y los ministró (véase 3 Nefi 11–28). ¡Eso es mucho para celebrar!
¿Por qué no ampliar tu temporada de Pascua? Deja que tu alma se deleite más en los milagros de la Pascua. Haz un esfuerzo consciente de ser más como Cristo durante los 40 días que siguen a la Pascua de Resurrección. Para inspirarte, considera la siguiente invitación del presidente Russell M. Nelson: “[Consagren] una porción de su tiempo cada semana a estudiar todo lo que Jesús dijo e hizo según se registra en el Antiguo Testamento, porque Él es el Jehová del Antiguo Testamento. Estudien Sus leyes que se registran en el Nuevo Testamento, porque Él es su Cristo. Estudien Su doctrina que se encuentra en el Libro de Mormón, porque no hay otro libro de Escrituras en el que se revele más claramente Su misión y Su ministerio; y estudien Sus palabras en Doctrina y Convenios, ya que Él continúa enseñando a Su pueblo en esta dispensación”2.
Tus tradiciones están esperando
El presidente Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado: “Para encontrar el día más importante de la historia debemos remontarnos a la tarde de hace casi 2000 años, en el huerto de Getsemaní, cuando Jesucristo se arrodilló en intensa oración y se ofreció como rescate por nuestros pecados”3.
Los acontecimientos más importantes de la historia merecen que dediquemos tiempo a reflexionar en ellos cada año. Las tradiciones nos ayudan a hacer eso, ya sean las de esta lista o cualquiera que tú elijas.
¿Qué añadirás este año?