2014
¡Mire adentro!
Diciembre de 2014


¡Mire adentro!

Antes de la Navidad, mis padres compraron una caja llena de ejemplares del Libro de Mormón para regalarlos a diferentes personas. En ese momento se me ocurrió que podía llevar algunos a la escuela y dárselos como regalo a tres de mis maestros.

Cuando llegué al salón de música, vi a mi maestra de música y pensé: “Vamos, Sophia, ¡dale uno a ella!”. Lentamente me acerqué a mi maestra; pero no tuve el valor de darle el libro.

Fui a un rincón del salón y oré en silencio. “Padre Celestial, te pido que me ayudes a darle este libro a mi maestra”. Cuando terminé la oración, tuve la fuerte impresión de que debía darle el libro. De pronto, tuve valor y me acerqué. Ella me miró; yo le di el Libro de Mormón y dije: “Maestra, yo la quiero con todo mi corazón, ¡y le quería dar este Libro de Mormón!”.

Ella lo tomó y miró la portada. “¡Mire adentro!”, le dije. Vio que yo había escrito algunas palabras.

Ella me abrazó y dijo: “Oh, Sophia, ¡gracias por darme esto!”.

Después de sentarme, ella dijo a la clase: “Miren lo que Sophia me dio. ¡Lo voy a leer durante las vacaciones!”.

Cuando llegué a casa, corrí hacia mi madre y dije: “¿Sabes qué? Le di un Libro de Mormón a mi maestra”.

Ella sonrió y dijo: “¡Qué bueno! Eres un gran ejemplo para mí, Sophia”.

Decidimos orar al Padre Celestial para agradecerle que me diera el valor de darle a mi maestra el Libro de Mormón.