2014
Listos para avanzar
Diciembre de 2014


Listos para avanzar

¿Estás por pasar de la Primaria a los Hombres Jóvenes o a las Mujeres Jóvenes? Lee lo que piensan siete jóvenes de 12 años que están en esa situación.

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Portait of two girls (Aïolah and Evaline V.)

Aïolah y Evaline V.

Fotografías cortesía de Richard M. Romney, Randall R. Ripplinger y Mickey Shimomiya.

Ya casi tienes doce años y están sucediendo muchos cambios en tu vida. En la Iglesia, vas a pasar de la Primaria a los Hombres Jóvenes o a las Mujeres Jóvenes. Eso implica que establecerás metas, prestarás servicio, te prepararás para ir al templo y aprenderás más sobre el Evangelio. ¡Pero no te preocupes! Otros jóvenes que están en la misma situación dicen que es fantástico.

Juntas

Aïolah V., de Francia, es una abejita que tiene 12 años; también lo es su hermana Evaline, que va a cumplir 13 años en un mes. “Me alegra que mi hermana esté aquí para ayudarme en la transición de la Primaria a las Mujeres Jóvenes”, dice Aïolah.

Una de las cosas preferidas de ambas es el programa del Progreso Personal; pero cuando leyeron sobre una de las metas, se rieron. “Aprende a tocar un instrumento musical”, decía.

“Hemos estado tocando por años”, dice Evaline. Sin embargo, después hablaron con su madre y ella las ayudó a darse cuenta de que podían usar la música para cumplir con otra de sus metas: prestar servicio.

Aïolah y Evaline ahora se están preparando para tocar en reuniones sacramentales y noches de talentos, para dar conciertos a los niños y a los ancianos y para acompañar a los misioneros cuando van a cantar.

“El programa del Progreso Personal es bueno”, dice Evaline. “Te permite hacer lo que te gusta y también otras cosas nuevas”.

Hacer preguntas

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photo of Brian R.

Brian R.

Brian R., de Arizona, EE. UU., se estaba preparando para repartir la Santa Cena por primera vez. No quería cometer errores, así que le pidió a los otros poseedores del Sacerdocio Aarónico de su barrio que le explicaran cómo se hacía.

“Fueron muy buenos”, dijo. “Me dijeron dónde me tenía que parar, hacia dónde ir y cómo pasar las bandejas”.

Pero lo que es más importante aún, le recordaron que debía ser reverente. “Debemos recordar al Salvador cuando repartimos la Santa Cena”, dice Brian. “Si somos reverentes, ayudamos a los demás a que lo recuerden también”.

Brian se dio cuenta de que a los otros jóvenes les gusta ayudarlo a comprender sus deberes y a aprender a efectuarlos de la manera correcta. “Sólo pregunta”, dice. “Pasar de la Primaria a los Hombres Jóvenes es más fácil de lo que crees”.

Hacer nuevas amistades

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young woman and leader in front of a building. Nodoka T.

Nodoka T.

“Estaba nerviosa cuando el consejero me pidió que fuera al campamento de las Mujeres Jóvenes por primera vez”, dice Nodoka T., de Okinawa, Japón. “Decidí orar. Después de hacerlo, me sentí tranquila; así que decidí ir.

“Desde el primer día pude hacer nuevas amigas. Las jóvenes fueron muy buenas y amables conmigo; enseguida se me pasó el miedo, ¡y además, aprendí a purificar el agua, a hacer nudos, colocar vendajes, hacer respiración boca a boca y a encontrar plantas que se pudieran comer!”.

Sentirse bien recibida

“El primer día que asistí a la reunión de las Mujeres Jóvenes era el día de mi cumpleaños”, dice Grace S., de Arizona, EE. UU. “Hicieron un gran alboroto al respecto; pero después de eso siguieron siendo amables conmigo; me hicieron sentir bienvenida”.

Su asesora también la hizo sentir cómoda. “Nos cuenta cosas que hacía cuando ella estaba en las Mujeres Jóvenes”, dice Grace. “También repasa el librito del Progreso Personal con cada una de nosotras, para asegurarse de que lo entendamos”.

Aprender, enseñar y compartir

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photo of Josh W.

Josh W.

Cuando era un diácono nuevo, a Josh W., de Utah, EE. UU., se le pidió que enseñara una lección sobre cómo ser discípulo de Cristo. “Encontré pasajes de Escrituras que relataban de cuando Pedro y los otros apóstoles estaban pescando. Trataron de un lado de la barca y no pescaron nada”, dice Josh. “Luego el Salvador les dijo que pescaran del otro lado, y sacaron muchos peces (véase Lucas 5:5–11 y Juan 21:6–11). Así que, en mi lección, leímos eso. Después, hablamos de cómo sucede lo mismo con nosotros. Si tratamos de hacer todo solos, podemos llegar a tener problemas; pero cuando escuchamos al Señor, Él nos ayuda”.

Josh dice que aprender, enseñar y compartir son importantes en los Hombres Jóvenes. “En la Primaria, aprendíamos mucho y teníamos muchas actividades”, comenta. “Ahora aprendemos mucho y compartimos. Eso significa poner en práctica mucho de lo que aprendemos”. Por ejemplo, después de una lección del sacerdocio, Josh visitó a un amigo que no había ido a la Iglesia por mucho tiempo. “Sus padres trabajan los domingos, por eso no van a la Iglesia; pero yo le dije que él podía ir conmigo”.

Josh está aprendiendo el propósito de las organizaciones de los Hombres Jóvenes y las Mujeres Jóvenes. “Es mostrarnos cómo podemos llegar a ser más semejantes a Cristo”, explica. Él sabe que la invitación de “venir a Cristo” significa seguir adelante en el sendero que comenzó con el bautismo y la confirmación, que sigue hacia el templo y conduce a la vida eterna.

“Estoy listo para avanzar”, dice.