Para la Fortaleza de la Juventud
Cuando las pruebas parecen demasiado grandes
Para la Fortaleza de la Juventud, julio de 2025


Cuando las pruebas parecen demasiado grandes

Los desafíos forman parte de la vida, pero, con ayuda, podemos verlos con la perspectiva de Dios.

Una joven

El monte Timpanogos es una montaña situada en Utah, EE. UU. Mide 3353 m (11 000 pies) de altura y está repleta de cascadas, muros de roca, prados y vida silvestre. Estar al pie de una montaña como esta puede hacerte sentir pequeño. No se puede ver por encima ni a su alrededor, y puede parecer demasiado grande e insuperable.

Sin embargo, un viaje en auto a diez minutos del monte Timpanogos te permite verlo de otra manera. Desde esa perspectiva, se pueden observar senderos y caminos que se han abierto a través de la montaña, que muestran que otras personas han estado allí antes y que hay un camino seguro por encima de la montaña y a su alrededor.

Es posible que las pruebas de la vida en este momento te hagan sentirte así. Enfrentar desafíos muy difíciles puede ser como enfrentar montañas tan grandes que no se puede ver por encima de ellas ni tampoco a su alrededor. Pueden parecer demasiado grandes y tal vez imposibles de superar. Esas pruebas pueden incluso hacer que te sientas pequeño, frustrado, asustado o solo.

Pero puedes probar a hacer algo. Da un paso atrás y trata de ver tus pruebas con una perspectiva diferente: la perspectiva de Dios.

Con esta perspectiva, también podrías darte cuenta de que no estás solo para resolver tus problemas: tienes un Padre Celestial que te ama y te ayudará. Otras personas, y en particular el Salvador, también han pasado por momentos difíciles, y quieren brindarte la guía que necesitas para superar tus pruebas, incluso las que son muy grandes.

¿Cómo podemos cambiar nuestra perspectiva?

1 Sigue el plan del Padre Celestial.

Jesucristo es nuestro ejemplo perfecto. Los principios que Él enseñó son sencillos, poderosos y fáciles de entender. ¿Significa eso que siempre sean fáciles de seguir? Pues, no. No siempre. Pero cada vez que lo seguimos a Él con fe, nuestra perspectiva comienza a cambiar. Empezamos a ver los desafíos como oportunidades para acercarnos al Salvador en lugar de verlos como castigos, trampas u obstáculos que nos mantienen alejados.

2 Pide ayuda a Dios.

Dios es tu Padre Celestial. Él te conoce, te ama y está dispuesto a ayudarte en cualquier momento en que se lo pidas. El presidente Russell M. Nelson ha enseñado que “la perspectiva del Señor trasciende la sabiduría terrenal de ustedes. La respuesta de Él a sus oraciones podría sorprenderlos y los ayudará a pensar de manera celestial”.

Cuando oras, Dios puede ayudarte a ver cosas que no puedes ver en este momento. Él puede guiarte durante las pruebas, e incluso darte paz y fortaleza a medida que lo sigues.

3 Pide ayuda a otras personas.

El Padre Celestial ha puesto a buenas personas en tu vida que pueden ayudarte. Cuando estés lidiando con desafíos que parezcan inminentes, plantéate hablar con un familiar de confianza, un amigo, un líder de la Iglesia o tu obispo.

El pedir una bendición de consuelo y guía a un poseedor digno del sacerdocio es otra manera maravillosa de verse a uno mismo y ver la vida con la perspectiva de Dios.

Ver con claridad

Al igual que una montaña gigante que se interpone en tu camino, a veces tus pruebas pueden parecerte demasiado grandes. Pero si vives el plan de Dios y permites que Él y otras personas te ayuden, podrás ver tus desafíos de otra manera.

Puedes dar un paso atrás y ver que sí hay una manera de superar las pruebas. Jesucristo proporciona una senda por la que puedes caminar. Por grandes que puedan parecerte las pruebas, Dios es más fuerte.