Solo para la versión digital: Respuestas de un Apóstol
¿Cómo puedo mostrar mi amor por Dios?
Estas son cuatro maneras de expresar amor por Dios, como lo enseñó el profeta Josué.
Tomado de un discurso pronunciado en un devocional de la Universidad Brigham Young el 13 de febrero de 2022.
Una de las verdades más grandes es el poder del amor en nuestra vida. Quiero considerar el amor como la doctrina contundente que es, así como un mandamiento.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente”.
El amor a Dios abarca tanto al Padre como al Hijo y es un tema central del Evangelio y de las Escrituras. En el consejo final del profeta Josué a los israelitas, dijo: “Que con diligencia cuidéis de […] am[ar] a Jehová vuestro Dios, y and[ar] en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y os aferréis a él, y le sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma”.
“Te mando que te esfuerces y seas valiente”, le dijo el Señor a Josué, no una, sino cuatro veces, cuando finalmente guio a cientos de miles para entrar en la tierra prometida. El río Jordán no se dividió a medida que la multitud se acercaba; pero cuando los sacerdotes que llevaban el arca del convenio, que representaba al Señor, sumergieron sus pies en el río, las aguas se dividieron y la multitud cruzó sobre tierra seca.
Al igual que los israelitas de la antigüedad, ustedes se encuentran a orillas de su río Jordán esperando con anhelo todo lo que Dios tiene para ustedes en su trayecto terrenal, pero ustedes también pueden comprometerse ahora mismo a amar al Señor su Dios.
Es el primer gran mandamiento y no ha cambiado a lo largo de todas las dispensaciones. Les prometo que todo lo demás se alineará si ponen al Señor en primer lugar.
Tal vez se pregunten: ¿Cómo logras que el concepto aparentemente etéreo del amor a Dios se convierta en la esencia de tu vida, tu adoración y tu devoción? Josué nos mostró el camino, como lo hizo con los israelitas. Consideren conmigo cuatro maneras en las que pueden expresar amor por Dios.
1. Andar en todos Sus caminos
Caminan en todos Sus caminos cuando ejercen la humildad, la confianza, la fe, la paciencia y el valor como aquellos que anduvieron errantes durante cuatro décadas. Los sacerdotes sostuvieron firmemente el arca del convenio —una representación de Dios— y, con fe, entraron en el agua. Ustedes también tendrán que ejercer fe y confianza en el Señor al enfrentarse a obstáculos como aguas profundas que parecen impedir su progreso. Pero los israelitas cruzaron sobre tierra seca y, con el Señor a su lado, hablando en sentido figurado, ustedes también lo harán.
Vivir el Evangelio no es un paseo por un camino ancho, liso y plano. Tal vez no encuentren ríos, pero enfrentarán desafíos que son desalentadores. Recuerden, su amor por Dios puede invocar milagros que los bendecirán.
Andan en Sus caminos cuando se preocupan por las cosas que a Él le importan.
Andan en Sus caminos cuando se mantienen en la senda de los convenios, sin tomar atajos ni desvíos. Poner los convenios en el centro de su vida los ayudará a alejarse de las distracciones, los engaños e incluso la insensibilización que los arrastra y los aleja del camino de Dios y de Sus brazos amorosos.
2. Guardar Sus mandamientos
Cuando los israelitas triunfantes vieron caer los muros de Jericó, Josué dijo: “Jehová os ha entregado la ciudad”. Antes del asedio, Josué dejó claro que no habría saqueos, que no se tomaría nada para beneficio personal.
La ira del Señor se encendió contra los hijos de Israel y su asalto a la ciudad de Hai fracasó por haber quebrantado el mandamiento de no robar. Habiendo erradicado la desobediencia, el Señor estuvo con ellos y su siguiente intento tuvo éxito.
El presidente Nelson enseñó: “Las leyes de Dios están motivadas exclusivamente por Su infinito amor por nosotros y Su deseo de que lleguemos a ser todo lo que podemos llegar a ser”.
3. Aferrarse a Él
Cuando se aferran a Dios, permanecen cerca de Él, lo escuchan y reciben revelación que es solo para ustedes. Al dar oído a Sus palabras, están preparados para afrontar lo que venga.
El presidente Nelson enseñó: “Al tratar de ser discípulos de Jesucristo, nuestros esfuerzos por escucharle a Él han de ser cada vez con mayor intención. Se requiere un esfuerzo consciente y constante para llenar nuestra vida diaria con Sus palabras, Sus enseñanzas y Sus verdades”.
Yo lo escucho con más fuerza en mi vida cuando leo las Escrituras y me acerco al Señor y a Sus promesas.
Les prometo hoy que, si se aferran al Señor y a Sus revelaciones, verán milagros que marcarán su rumbo y los mantendrán cerca de Él.
4. Servirle con todo su corazón y con toda su alma
El cuarto y último punto de Josué es “s[ervirle] con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma”.
“¿También vosotros queréis iros?”, le preguntó Jesús a Pedro en una ocasión. “Y le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”. Yo les pregunto: “¿Se irán?”. Cuando encuentran problemas difíciles o cuando tienen preguntas, ¿buscan las respuestas del Señor y de Sus siervos? ¿O acuden a internet? ¿Estarán al servicio del Señor o vacilarán?
¿Cómo le sirven a Él cuando todo a su alrededor parece estar en conmoción? La respuesta se encuentra en servir a los demás. Al mirar hacia atrás en mi vida, estoy convencido de que el servicio a mi familia y a la Iglesia, en particular, ha sido una de las bendiciones más grandes que me ha formado.
Cuando su amor por Dios guía su servicio, intereses, prioridades y afectos, son bendecidos y el gozo acompaña a esas bendiciones.
Elijan andar en Sus sendas, seguir Sus mandamientos, aferrarse a Él y servirle. Ese es el camino a la vida eterna y a la felicidad en la presencia del Padre.