Un mal día que cambió para bien
¡Oh, no! ¡Me quedé dormida hasta tarde y hoy tengo un examen importante!
¡Oiga! ¡Oiga! ¡Necesito que me lleve a la escuela!
¡Vamos entonces!
No me lo puedo creer.
Hoy ha sido el PEOR día de mi vida, ¡y ni siquiera es mediodía!
La última vez que tuve un día así, hice una oración. Los problemas no desaparecieron, pero me sentí mucho mejor.
Padre Celestial, por favor, ayúdame. Por favor, cambia este día.
¡Camila! ¿Puedes venir a mi casa? ¡Necesito que me enseñes a pintar para mi proyecto escolar! Incluso tengo helado.
Claro, Emi, me encantaría.
Supongo que este día no tan bueno resultó bastante bueno después de todo.