Ayudas para las Escrituras
Jueces 2–4; 6–8; 13–16


Ayudas para las Escrituras

Jueces 2–46–813–16

Después de la muerte de Josué, las tribus de Israel continuaron su conquista de Canaán. Algunas de las tribus no pudieron expulsar a todos los habitantes de Canaán, como se les había mandado. Algunos israelitas abandonaron rápidamente al Señor al adorar a los dioses falsos de los cananeos, y el Señor apartó de ellos Su protección. A pesar de la desobediencia de los israelitas, el Señor escuchó sus clamores cuando se humillaron, y levantó jueces para librarlos de sus enemigos. Una de esos jueces era Débora, cuya fe inspiró a los israelitas a confiar en Jehová. Más adelante, el Señor llamó a Gedeón para librar a Israel. Gedeón y su ejército de 300 hombres derrotaron a un gran ejército de madianitas al poner su confianza en el Señor. Sansón, otro juez, fue bendecido con una fuerza física extraordinaria, pero no pudo cumplir con su llamamiento divino debido a sus decisiones egoístas e injustas.

Recursos

Nota: Citar una fuente no publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no implica que dicha cita ni su autor cuenten con el respaldo de la Iglesia ni que representen la posición oficial de esta.

Antecedentes y contexto

¿Qué es el libro de Jueces?

El libro de Jueces relata la historia de los israelitas después de que se establecieron en la tierra de Canaán y después de la muerte de Josué. Lleva el nombre de los diversos líderes del libro que son llamados “jueces”. El libro menciona doce jueces que gobernaron con diferentes grados de eficacia.

En Jueces aprendemos que debido a que los hijos de Israel no lograron eliminar las influencias inicuas de la tierra prometida, se vieron envueltos en el pecado y luego fueron afligidos y a menudo conquistados por sus enemigos. Después de clamar al Señor para que los ayudara, Él mandó jueces a fin de librarlos. Sin embargo, los israelitas pronto volvieron a sus pecados. Este patrón o modelo se repite varias veces a lo largo del libro.

Ilustración del ciclo de pecado y liberación en el libro de Jueces.

El libro de Jueces se puede dividir en tres segmentos:

  1. Jueces 1:1–3:6: Los continuos esfuerzos de Israel por conquistar y colonizar la tierra prometida; introducción al ciclo de pecado y liberación.

  2. Jueces 3:7–16:31: Relatos de los doce jueces.

  3. Jueces 17–21: Dos episodios finales que resaltan la tendencia de Israel a caer en la idolatría y la anarquía.

Jueces 2:11–153:5–7

¿Cuáles eran algunos de los dioses falsos de los cananeos?

Cuando el Señor reunió a los hijos de Israel en el monte Sinaí en los días de Moisés, les mandó que lo adorasen solo a Él como Dios. Repetidamente advirtió a los israelitas que si no expulsaban a los cananeos cuando entraran en la tierra prometida, los cananeos influirían en muchos para que adoraran a sus dioses falsos. Cuando los israelitas no obedecieron ese mandamiento, el Señor declaró que los dioses cananeos les serían de “tropiezo”. Las palabras de Jehová comenzaron a cumplirse cuando la siguiente generación de israelitas abandonó su relación por convenio con Él “y ador[ó] a Baal y a Astarot”.

A Baal se le menciona con frecuencia a lo largo del Antiguo Testamento y se le relacionaba con los relámpagos, la lluvia y la fertilidad. Astarté (o Ashtart), la forma singular de Astarot, era considerada por los cananeos como la contraparte femenina de Baal. A veces, los términos Baal (y su forma plural Baalim) y Astarot se utilizan en el Antiguo Testamento para referirse de manera más general a las deidades falsas masculinas y femeninas. Otros dioses falsos prominentes en la cultura cananea fueron El, el dios principal cananeo, y Athirat (más comúnmente Asera, que se traduce como “arboleda” en la versión del rey Santiago), considerada por los cananeos como la madre de los dioses y compañera femenina de El.

Los cananeos creían que sus dioses tenían poder sobre muchos aspectos de la vida que también eran importantes para los israelitas, como la lluvia, las guerras, la fertilidad y la vida misma. Los cananeos también adoraban a sus dioses de maneras que a los israelitas les habrían resultado familiares, entre ellas la oración, los días santos, los templos, los sacerdotes, los sacrificios y el incienso. Sin embargo, la adoración de los dioses cananeos también se asociaba con comportamientos repulsivos. Por medio de Moisés, Jehová enseñó: “Porque todo lo abominable que Jehová aborrece hicieron ellos a sus dioses, pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego para sus dioses”.

Jueces 2:18

¿Qué debemos entender de la frase “se arrepintió Jehová”?

Véase “Génesis 6:6. ¿Qué debemos entender de la frase ‘se arrepintió Jehová’?

Jueces 4:4

¿Qué significa que Débora era profetisa?

Débora, descrita como profetisa, es la única jueza que se menciona en el Antiguo Testamento. Una profetisa es una “mujer que ha recibido un testimonio de Jesucristo y que disfruta del espíritu de revelación”. Las Escrituras registran muchos casos de mujeres que experimentaron el espíritu de revelación, y a algunas se las conoce como profetisas.

Débora caminando con el ejército israelita.

Deborah [Débora], por Kathleen Peterson.

Jueces 6:11–24

¿Era apropiado que Gedeón le pidiera una señal a Dios?

Hay una diferencia entre buscar sinceramente una confirmación de Dios con verdadera intención y exigir una señal de Él sin fe. En el caso de Gedeón, él buscó una señal con fe. El presidente Dallin H. Oaks enseñó que “las señales no son aceptables para producir conversiones, pero son aceptables, incluso prometidas, para confirmarlas”. También observó: “El Antiguo Testamento contiene ejemplos memorables de milagros que equivalían a señales […]. Gedeón pidió y recibió una señal de que había sido escogido para liberar a Israel”.

Jueces 6:25–32

¿Qué significa Jerobaal?

Gedeón había obedecido el mandato del Señor de derribar el altar de Baal, talar la “arboleda” (un poste de Asera, que se utilizaba para representar a la diosa de la fertilidad Asera) y reemplazarlos por un altar dedicado a Jehová. Cuando los hombres de la ciudad procuraron matar a Gedeón por sus acciones, su padre, Joás, argumentó que si Baal era verdaderamente un dios, debería ser capaz de defenderse. Para enfatizar este punto, Joás llamó a Gedeón “Jerobaal”, que puede significar “contienda Baal contra él” o “deja que Baal contienda”.

Jueces 7:16–25

¿Qué pudo haber significado el grito de guerra de los israelitas?

Con las manos ocupadas con cuernos y lámparas, todo lo que el ejército de Gedeón pudo hacer fue gritar: “¡La espada por Jehová y por Gedeón!”. Es probable que ese grito de guerra hiciera hincapié en su confianza en el Señor y en Su líder escogido para librarlos de los madianitas.

Gedeón tocando un cuerno y sosteniendo una lámpara.

Ilustración de Gedeón y su ejército de 300 hombres tocando cuernos y sosteniendo lámparas, © Lifeway Collection/licencia de goodsalt.com

Jueces 8:24–27

¿Por qué creó Gedeón un efod de oro?

El efod formaba parte de la vestimenta de un sumo sacerdote y algunas personas lo utilizaban ocasionalmente como medio para buscar la guía de Dios. Al hacer un efod con el botín de guerra, Gedeón pudo haber tenido la intención de hacer un monumento conmemorativo apropiado que honrara la participación de Dios en la victoria. Sin embargo, con el tiempo, los israelitas lo trataron como a un ídolo.

Jueces 13:2–5

¿Qué era un nazareo?

El término nazareo proviene de una palabra hebrea que se refiere a alguien que se consagra, aparta o dedica al hacer un voto. El voto nazareo podía ser temporal o un compromiso de por vida. El voto incluía abstenerse de todo lo que se produjera de la vid, no cortarse el cabello y evitar el contacto con cadáveres. Un padre podía optar por dedicar a un hijo a Dios como nazareo, y el niño podía decidir entonces continuar el voto cuando se hiciera adulto.

Jueces 14:6, 1915:14.

¿Qué significa que el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón?

Hoy en día, cuando decimos que alguien tiene el Espíritu del Señor, generalmente nos referimos a alguien que es fiel y obediente y, por lo tanto, es digno de la influencia del Espíritu Santo. Sin embargo, en el relato de Sansón, esa frase parece reconocer solamente su extraordinaria fuerza física, la cual vino como un don de Dios.

A pesar de la gran fortaleza de Sansón, que Dios le dio para ayudarlo a cumplir su misión de liberar a Israel, su enfoque con frecuencia se desviaba hacia el cumplimiento de deseos inmorales y egoístas. La hermana Ann M. Dibb, en ese entonces miembro de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, observó: “Sansón nació con un gran potencial. A su madre se le prometió: ‘él comenzará a librar a Israel de manos de los filisteos’ [Jueces 13:5]. Pero al crecer, Sansón prestó más atención a las tentaciones del mundo que a la guía de Dios; tomó decisiones más bien por lo que ‘[agradaba] a [sus] ojos’ [Jueces 14:3] que por lo correctas que fuesen esas decisiones”.

Jueces 16:17–22

¿Qué función desempeñaba el cabello de Sansón en su fuerza?

El cabello de Sansón no era la fuente de su fuerza; más bien, era el símbolo de la relación de su convenio con Dios, quien era la verdadera fuente de su fuerza. Sansón perdió tanto su fuerza física como espiritual, porque violó sus convenios con Dios, incluso los que se aplicaban específicamente a los nazareos.

Jueces 16:23–31

¿Por qué Dios habrá fortalecido a Sansón una vez más?

Después de que los filisteos capturaron y torturaron a Sansón, dieron gloria a su dios falso Dagón, diciendo: “Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo”. Cuando Sansón fue puesto entre dos columnas del templo de Dagón, le pidió a Jehová que le diera fuerzas para poder castigar a sus enemigos. Aunque la petición de Sansón al Señor era egocéntrica, es posible que el Señor se la concediera para demostrar Su poder sobre Dagón.

Sansón derribando los pilares del templo de Dagón.

Samson Puts Down the Pillars [Sansón derriba los pilares], por James Tissot.

Más información

Débora

  • Kristin E. Litchman, “Deborah and the Book of Judges”, Ensign, enero de 1990, págs. 32–35.

Gedeón

  • Manfred H. Schütze, “The Sword of the Lord and of Gideon”, Ensign, abril de 2002, págs. 46–49.

Dioses falsos

Multimedia

Imágenes

Débora caminando con el ejército israelita.

Deborah the Prophetess [Débora la profetisa], por Des Leavitt.

Composición de Débora con el brazo levantado.

Ilustración de Deborah, © Justinen Creative/licencia de goodsalt.com.

Débora señalando y dirigiendo al ejército israelita a la batalla

Ilustración de Débora señalando y dirigiendo al ejército a la batalla.

Gedeón sosteniendo un escudo y una lanza

Ilustración de Gedeón de pie, sosteniendo un escudo y una lanza.

Gedeón y su ejército haciendo sonar sus cuernos

Gideon’s Army [El ejército de Gedeón], por Daniel A. Lewis.

Sansón matando a un león.

Samson Slays a Lion [Sansón mata a un león], por Gustave Doré.

Sansón y Dalila

Samson and Delilah [Sansón y Dalila], por Gustave Doré.

Notas

  1. Para ver una lista de los jueces y una reseña de los acontecimientos registrados en el libro, véase Bible Dictionary, “Judges, book of”.

  2. Véase Bible Dictionary, “Judges, book of”. Dos episodios finales registrados en Jueces 17–21 resaltan la falta de unidad de Israel en esta época y pueden estar insinuando la necesidad de un rey. El último versículo de Jueces dice: “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía como mejor le parecía” (Jueces 21:25).

  3. Véase Éxodo 20:1–6, 22–23. En Deuteronomio 6:3–15 se mandó nuevamente a los israelitas amar al único Dios verdadero con todo su corazón. En ambos casos, Jehová declaró que es un Dios “celoso”. A diferencia de los dioses falsos de los cananeos, Jehová requiere una devoción singular de parte de Su pueblo del convenio. Véase “Éxodo 20:4–5, 34:14. ¿Por qué el Señor se refiere a Sí mismo como un ‘Dios celoso’?”.

  4. Véanse Éxodo 23:32–3334:10–17; Deuteronomio 7:1–520:10–18.

  5. Jueces 2:2–3.

  6. Jueces 2:13.

  7. El dios cananeo El no debe confundirse con el Dios viviente. En hebreo, la palabra el significa simplemente “dios” (véase Tremper Longman III y Mark L. Strauss, The Baker Expository Dictionary of Biblical Words, 2023, “God”, pág. 357; véase también Dana M. Pike, “The Name and Titles of God in the Old Testament”, Religious Educator, tomo XI, nro. 1, 2010, págs. 21–22).

  8. Véase Richard Neitzel Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the New Testament: An Illustrated Reference for Latter-day Saints, 2009, págs. 167, 174, 176. Véanse también Bible Dictionary, “Ashtaroth”, “Baal”, “Grove”.

  9. Véase Richard Neitzel Holzapfel y otros, Jehovah and the World of the Old Testament, pág. 167.

  10. Deuteronomio 12:31.

  11. Guía para el Estudio de las Escrituras, “Profetisa”, Biblioteca del Evangelio. Para obtener más información sobre Débora, véase Avram R. Shannon y Thora Florence Shannon, “Models of Motherhood: Expansive Mothering in the Old Testament”, Religious Educator, tomo XXIII, nro. 1, 2022, págs. 155–158.

  12. Véanse Éxodo 15:20; 2 Reyes 22:14; Lucas 2:36. Véanse también Génesis 25:21–23; 1 Samuel 2:1–10; Lucas 1:40–55; Alma 19:28–30.

  13. Dallin H. Oaks, The Lord’s Way, 1991, págs. 77–78. Véase también Guía para el Estudio de las Escrituras, “Señal”, Biblioteca del Evangelio.

  14. Véase Jueces 6:25, nota b al pie de la página. Véase también “Jueces 2:11–15; 3:5–7. ¿Cuáles eran algunos de los dioses falsos de los cananeos?”.

  15. Véase Earl D. Radmacher y otros, editores, NKJV Study Bible, 3.ª edición, 2018, pág. 360, nota sobre Jueces 6:32.

  16. Véase Harold W. Attridge y otros, editores, The HarperCollins Study Bible: New Revised Standard Version, Including the Apocryphal/Deuterocanonical Books, 2006, págs. 357–358, nota sobre Jueces 6:32.

  17. Jueces 7:20.

  18. Véase Adele Berlin y Marc Zvi Brettler, editores, The Jewish Study Bible, 2.ª edición, 2014, pág. 513, nota sobre Jueces 7:20.

  19. Véase Bible Dictionary, “Ephod”; 1 Samuel 23:6–12.

  20. Véanse Longman y Strauss, The Baker Expository Dictionary, entrada 5144, página 990; Bible Dictionary, “Nazarite”; Números 6:1–21.

  21. Véanse 1 Samuel 1:11; Amós 2:11–12; Victor L. Ludlow, Unlocking the Old Testament, 1981, pág. 47.

  22. Ann M. Dibb, “Levantaos y brillad”, Liahona, mayo de 2012, pág. 118.

  23. Jueces 16:23.

  24. Véanse Radmacher y otros, NKJV Study Bible, pág. 376, nota sobre Jueces 16:23–31; Kenneth L. Barker y otros, editores, NIV Study Bible: Fully Revised Edition, 2020, pág. 401, nota sobre Jueces 16:30.