2023
Guiar a los niños hacia el Salvador
Agosto de 2023


“Guiar a los niños hacia el Salvador”, Liahona, agosto de 2023.

Guiar a los niños hacia el Salvador

El modo en que el programa Niños y Jóvenes inspira el crecimiento semejante al de Cristo paso a paso.

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Retrato de Jesucristo

Christ’s Image [Imagen de Cristo], por Heinrich Hofmann

A pesar de la importancia de Su misión, el Salvador dedicó tiempo a ministrar a los niños. Los invitaba a venir a Él y ser bendecidos (véase Marcos 10:13–16). Así como Cristo dedicó tiempo a guiar a los niños en su primera infancia, nosotros también podemos hacerlo.

La Iglesia lanzó el programa Niños y Jóvenes en 2019 para ayudar a los niños y a los jóvenes a edificar la fe en Jesucristo, así como a reconocer y entender las impresiones del Espíritu Santo conforme procuran comprender el plan del Padre Celestial para ellos. Les ayuda a crecer individualmente, y a participar en la obra de salvación y exaltación. Lo más importante de este programa es guiar a los miembros jóvenes a “seguir el ejemplo del Salvador mientras [van] creciendo”1. En las Escrituras, aprendemos que “Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Ese modelo de los primeros años de la vida del Salvador ayuda a los jóvenes a crecer de cuatro maneras: intelectual, física, espiritual y socialmente.

Conforme reflexione sobre las siguientes actividades y los proyectos de servicio, pregunte a sus hijos cuáles les gustaría probar. Hallará más ideas en NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org.

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Algunos jóvenes participando en una actividad del Libro de Mormón con los líderes

Un barrio de Misuri, EE. UU., aprendió más sobre el Libro de Mormón en una actividad llamada “Campamento Nefi”.

Fotografía por Sheri Skog.

Espiritual

“Jesús crecía ‘en gracia para con Dios’. Puedes crecer espiritualmente al demostrar tu amor por Dios y al estar dispuesto a vivir el Evangelio”2.

Gloria Pereira, una madre de Chile, dijo: “[Los niños] edifican su identidad espiritual al desarrollar metas según sus personalidades y deseos”.

Daniela Moreira, una presidenta de la Primaria de Mendoza, Argentina, dijo que los niños de su barrio se esforzaron por entender el propósito del templo. Para lograr esa meta, visitaron el lugar de construcción del Templo de Mendoza, Argentina. También aprendieron cómo las familias pueden sellarse en el templo y luego hicieron maquetas del templo.

“Las actividades del aspecto espiritual son las que dejan la mayor marca en los pequeñitos”, dijo Daniela. “Aprenden a reconocer y sentir la compañía constante del Santo Espíritu y a familiarizarse con ese sentimiento”.

Ideas para actividades espirituales: Organizar una reunión de testimonios, memorizar sus pasajes favoritos de las Escrituras, llevar a cabo una noche de preguntas y respuestas con el obispado o la presidencia de rama, asistir a un bautismo, hacer historia familiar para preparar nombres para el templo, leer los pasajes de las Escrituras que aparecen debajo de sus himnos preferidos, tomarse un descanso de las redes sociales.

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Una joven con algunas piedras pintadas

Dayra, una joven de Nuevo León, México, pintó palabras de aliento sobre algunas piedras para regalarlas a los vecinos.

Fotografía por Melissa Sue Lara Garza.

Social

“Jesús crecía en ‘gracia para con […] los hombres’. Puedes crecer en lo social al demostrar amor por todas las personas”3.

Melissa Lara, de México, hablo de cómo su hija, Dayra, se puso la meta de brindar mensajes de aliento durante la pandemia del COVID-19: “Decoró piedras con frases y las repartió en la manzana, dejándolas en las puertas”. En una casa, una mujer mayor abrió la puerta y le preguntó qué estaba haciendo. Después de que Dayra explicó su objetivo, la mujer le preguntó qué frase tenía Dayra para ella. Dayra le dijo: “Puedes seguir adelante. Estamos contigo”.

Melissa dijo: “La señora, con lágrimas en los ojos, dijo: ‘Gracias; son las palabras que necesitaba oír. Estoy pasando por dificultades y estuve orando. Luego llegaste a mi puerta para traerme el mensaje que necesitaba’. Agradezco que mi hija compartiera su testimonio. Me dijo: ‘Mamá, no sabía que lo que estaba haciendo pudiera tener ese impacto’”.

Ideas para actividades sociales: Hablar con alguien que tenga el trabajo de sus sueños, orientar a un hermano menor, escribir cartas a los misioneros, sentarte con alguien que sea nuevo en la escuela, invitar a un amigo a una actividad de la Iglesia, aprender los nombres de los miembros del barrio o de la rama, presentarse a un vecino que no conozca, tener una cena formal para aprender modales en la mesa.

Físico

“Jesús crecía en ‘estatura’. Puedes aprender a trabajar y cuidar de tu cuerpo, tu salud mental y las creaciones de Dios”4.

Karla Duarte, una madre de Nicaragua, compartió este ejemplo: “Varios niños se fijaron la meta de colaborar en actividades de limpieza en el hogar, de aprender a preparar alguna comida y de hacer pequeños huertos con la ayuda de otros miembros de la familia”.

Cuando tratamos nuestro cuerpo como un templo, permitimos que el Espíritu Santo more en nosotros. La salud varía según las necesidades y capacidades, pero los jóvenes pueden fijarse metas personales para mejorar su propia salud.

Ideas para actividades físicas: Planificar una rutina de ejercicio entretenida, hacer senderismo, limpiar de malas hierbas el jardín de algún vecino, hacer un kit de emergencia para 72 horas, hablar con algún terapeuta sobre la depresión, practicar inhalar y exhalar profundamente para relajar el cuerpo, hacer comidas saludables, aprender sobre la Palabra de Sabiduría, practicar cómo prestar primeros auxilios.

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Jóvenes mirando unos libritos

Intelectual

“Jesús crecía en ‘sabiduría’. Puedes estudiar en la escuela, aprender nuevas habilidades y mejorar tus talentos”5.

Avigail Rodriguez, de Bolivia, vio a su hijo de seis años, Bruno, fijarse y lograr la meta de aprender los Artículos de Fe. Aunque Bruno había tenido dificultades para leer, Avigail dijo que el lograr esa meta ayudó a Bruno a llegar a ser “un excelente lector. Su siguiente meta fue leer todo el Libro de Mormón antes del bautismo, y lo logró”.

Los niños pueden aumentar su conocimiento en áreas que los inspiren a aprender. Desde la astronomía hasta la zoología, siempre hay algo que descubrir.

Ideas para actividades intelectuales: Tener una noche de talentos, llevar un diario, leer un libro, ir a observar las estrellas, aprender a tocar un instrumento musical, hacer origami, estudiar cómo funcionan las cámaras, realizar experimentos científicos, practicar la ortografía de palabras largas.

La función de los padres

Si bien se alienta a los hijos a participar en actividades y proyectos de servicio como barrio o rama, el crecimiento inspirador comienza en el hogar. El Señor declaró a los padres: “… os he mandado criar a vuestros hijos en la luz y la verdad” (Doctrina y Convenios 93:40). Los líderes de los jóvenes pueden ofrecer apoyo, pero los padres conocen mejor a sus hijos. Pueden trabajar con sus hijos individualmente en su crecimiento personal, porque “nuestros talentos y metas son tan únicos como nosotros”6.

El presidente Russell M. Nelson instó a los padres a dar a sus hijos “amor, aliento y consejo; no obstante, resistan la tentación de tomar las riendas por ellos. Ellos actuarán mejor al ejercer su propio albedrío”7.

Anahi Hernández, una madre de México, dijo: “Al principio les sugería a mis hijos qué metas fijar, como tocar el piano, por ejemplo. Pero me di cuenta de que el programa se centra en lo que los hijos quieren aprender y desarrollar”.

Anahi permitió que sus hijos eligieran las actividades que deseaban probar: “Cada vez que invitaba a mis hijos a trabajar en sus metas, les preguntaba: ‘¿Qué quieres aprender?’ ‘¿Qué te gustaría probar?’ Entonces ellos expresan sus deseos y yo aprendo a conocerlos mejor”.

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Una niña pintando

Karla, de diez años, de Managua, Nicaragua, se puso la meta de aprender a pintar.

Fotografía por Karla Valeria Duarte Manzanares.

Los niños y los jóvenes desean crecer

Inspirados por la luz de Cristo, nuestros hijos están ansiosos por aprender, crecer y servir. Desean llegar a ser como su Salvador mediante el mejoramiento personal.

Shelem Castañeda, presidenta de la Primaria de una rama de México, dijo: “Doy a los niños de once años la función de líderes y ellos organizan y toman la iniciativa de llevar a cabo otras actividades. Me asombra su madurez, su disposición para ayudar y aprender”.

Los niños tienen derecho a recibir revelación personal al descubrir y trabajar con espíritu de oración para lograr un objetivo significativo determinado. Nuestro objetivo es “dejar que los jóvenes lideren” 8, y reconocer que pueden y quieren progresar.

Así que, ¿por dónde empezar? Cole Rosenberg, asesor de jóvenes de un barrio de Estados Unidos, dijo: “Trabajamos para mostrarles cómo se planifica con éxito, luego damos un paso al costado y permitimos que sean los jóvenes quienes organicen sesiones de planificación y lleven a cabo actividades”.

Ayude a sus hijos (1) a reconocer las impresiones del Espíritu Santo, (2) a descubrir metas, (3) a planificar cómo cumplirlas, (4) a actuar de acuerdo con ese plan y (5) a reflexionar sobre su experiencia. En general, cuanto más mayores sean los niños, más podrán dar esos pasos por su cuenta.

El seguir esos cinco pasos permite que los niños se conviertan en mayordomos de su crecimiento por medio de planes, iniciativas y un deseo de mejorar semejante al de Cristo.

La misión del programa Niños y Jóvenes es “ayudar a los niños, a los jóvenes y a sus familias a progresar a lo largo de la senda de los convenios a medida que afrontan los desafíos de la vida”9. Al guiar a los niños y jóvenes de la Iglesia hacia su Salvador, recordemos cómo creció Él. Tenemos el honor de presenciar dicho crecimiento.