Un bautismo diferente

Como en todo el mundo, 2020 fue un año que desafió la fe y las iniciativas de todos, debido a la pandemia vivida a consecuencia del Covid 19. En La Paz Bolivia, a 3500 metros sobre el nivel del mar, para la familia Concha, miembro de La Iglesia de Jesucristo, el bautismo de su hija menor, en época de cuarentena, fue una experiencia que fortaleció su testimonio.

Los padres de la familia, Boris y Alexandra, nos cuentan con emoción su experiencia:

El deseo de Galadriel de bautizarse, como sus hermanos Carlos y Santiago, el mismo día de su octavo cumpleaños, estaba en riesgo debido a las normas de aislamiento vigentes en el país. A mediados de abril ella empezó a preguntar, con frecuencia, qué fecha era y cuánto faltaba para el 10 de mayo, día de su esperado bautismo. Nuestras preocupaciones se hacían cada vez mayores debido a que los días pasaban y las medidas de aislamiento por la pandemia continuaban.

Cerca a la fecha, nos dimos cuenta de que no sería posible hacer la ordenanza en la pila bautismal de la capilla. Empezamos a analizar las maneras y requisitos para que el sagrado convenio de nuestra niña fuera realizado en otro lugar y a la manera del Señor. Meditando en esto, recordamos cuando el presidente Russell M. Nelson anuncio un histórico cambio: “Cualquier miembro bautizado de la Iglesia podrá servir como testigo del bautismo de una persona viva.

Preparación para el bautismo

Entonces, viendo alternativas para hacerlo en casa, revisamos los requisitos,

Preparación doctrinal básica de nuestra hija (responsabilidad de los padres, debido a que es miembro inscrito).
Persona que efectuará las Ordenanzas (su papá).
Testigos (en la casa somos mamá y su hermano).
Entrevista con su obispo (herramienta Zoom).
Ropa bautismal (pantalón traje de karate de su hermano Santiago, blusa suya).
Pila bautismal (parecía fácil, es pequeña, pero en casa no contamos con una tina lo suficientemente grande para efectuar la ordenanza).

En conversación con nuestro obispo, recibimos la autorización para efectuar la ordenanza en casa y nos enteramos de que un barrio de la estaca tenía una pila bautismal armable. Prontamente se hicieron las gestiones para traerla a casa. Fueron impresiones constantes de confirmación que recibíamos en cuanto a que estábamos haciendo lo correcto.

Acompañarla en su oración personal y saber que recibió respuesta fue una experiencia inolvidable. Finalmente pudimos compartir el enlace para invitar a la familia y amigos a la reunión bautismal.

El día del bautismo

Por fin llegó el día de cumpleaños de nuestra hija. Muy temprano nos levantamos para llenar la pila bautismal. Fue muy especial ver a toda la familia participar para que todo saliera como lo habíamos planeado.

Al iniciar el servicio bautismal, sentimos mucha ansiedad. La reunión estaba por iniciar y ya había más de 70 conectados. Todos los participantes del programa estaban listos; Carlitos compartió el mensaje y luego se realizó la ordenanza, con Santiago y Alexandra como testigos. Fue al entrar a la pila bautismal que nos dimos cuenta que el agua estaba exageradamente fría, como el clima ese día. Después de varios intentos para animarnos a completar la ordenanza, nuestra hija se armó de valor y se realizó el bautismo exitosamente.

Esta experiencia nos enseñó que las dificultades y desafíos no pueden parar la obra y el plan eterno de Dios. Nos enseñó, también, que cuando estamos decididos a hacer lo correcto, no hay fuerza negativa que pueda frenarnos. Aprendimos que una familia unida, cuando se arrodilla en oración y le pide al Salvador ayuda y se asocia a Él en las cosas verdaderamente importantes, ¡puede hacerlo todo!

“Estoy feliz y agradecida a mi Padre Celestial por este día tan especial. Ha sido una experiencia maravillosa que recordaré toda mi vida.…”, dijo Galadriel en su primer discurso como miembro de La Iglesia de Jesucristo.