2020
¿Regalos de Navidad o el diezmo?
Diciembre de 2020


¿Regalos de Navidad o el diezmo?

Creía que el Evangelio era verdadero, pero ¿podía darme el lujo de pagar el diezmo?

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a hand with an envelope that has money inside

Ilustración por Allen Garns.

Busqué una iglesia hasta que las misioneras me hablaron de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y al mes y medio fui bautizada y confirmada. Una de las cosas que las misioneras me enseñaron fue el principio del diezmo.

“Recibirás bendiciones si pagas el diezmo”, me dijeron.

Yo era madre soltera y apenas tenía suficiente dinero para comprar comida y pagar mis cuentas. A menudo era cuestión de pagar el diezmo o comprar comida, pagar las cuentas de los servicios públicos o hacer un pago del auto.

Por años, pasé por etapas de intentar pagar el diezmo. Finalmente dije: “Si crees que el Evangelio es verdadero, entonces tienes que dar el paso. Una vez que lo que hagas, Dios te puede bendecir”.

Debía $500 en diezmos, pero también necesitaba $503 para pagar unas cuentas. No sabía cómo iba a funcionar, pero dije: “Simplemente lo voy a intentar”, y pagué el diezmo. Nadie sabía que me hacían falta $503, pero alguien me envió cinco billetes de $100 de forma anónima por correo.

Ese fue un momento decisivo para mí; me cambió espiritualmente. Me di cuenta de que Dios me ama, que se preocupa por mí y que quiere que tenga éxito. Desde ese momento en adelante, he pagado el diezmo, pero no siempre ha sido fácil.

Una Navidad hace años, mi hija mayor recuerda que me escuchó decir que yo no tenía suficiente dinero para pagar el diezmo y comprar regalos de Navidad para ella y sus hermanos.

“Sabíamos que no íbamos a recibir nada, pero para nosotros no era problema”, me dijo mi hija más adelante. “Decidimos que queríamos que pagaras el diezmo”.

Como siempre, el Señor proveyó, y no fue necesario que prescindieran de regalos de Navidad.

El hecho de que una madre soltera sea capaz de mantener a sus hijos y pagar el diezmo es algo importante. Desde que tomé la decisión de pagar el diezmo, he sido bendecida. No soy adinerada, pero el Señor siempre me prepara una vía.

También he sido bendecida de otras maneras. El buen ejemplo de los miembros de la Iglesia y de mis familiares nos ha ayudado a mis hijos y a mí a mantenernos activos en la Iglesia. Les he dicho que todo ello es parte de la bendición que el Señor ha prometido: que las ventanas de los cielos se nos abrirían. ◼