2020
¿Cómo puedo hablar con mis hijos sobre el Evangelio en la vida cotidiana?
Diciembre de 2020


¿Cómo puedo hablar con mis hijos sobre el Evangelio en la vida cotidiana?

Nuestra responsabilidad como padres es enseñar a nuestros hijos acerca del Evangelio, pero una conversación sobre el Evangelio no tiene por qué resultar tediosa ni formal. A continuación se dan varias ideas para incorporar las conversaciones sobre el Evangelio a la vida cotidiana.

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family walking together

Ilustraciones por Josie Portillo.

77Siete maneras de comenzar una conversación

  • ¿Te ha preguntado alguno de tus amigos en cuanto a cuestiones religiosas?

  • ¿Qué has leído últimamente en las Escrituras? ¿Tienes alguna pregunta?

  • ¿Cómo van las cosas con tu llamamiento (u otra asignación de la Iglesia)? ¿Qué te sería útil?

  • Últimamente he estado meditando sobre este pasaje de las Escrituras. ¿Qué opinas al respecto?

  • ¿Tuviste alguna pregunta sobre algo de lo que se habló hoy en las reuniones de la Iglesia?

  • ¿Hay algo que hayamos leído últimamente en Ven, sígueme y sobre lo cual todavía estés pensando?

  • ¿Qué te parecieron los discursos de la conferencia general que vimos?

7Siete momentos informales para hablar

  • Mientras comen juntos o a la hora de acostarse

  • Cuando su hijo atraviese algún momento difícil

  • Durante una actividad de servicio o al ayudar a otras personas

  • Antes y después de las reuniones y actividades de la Iglesia

  • Mientras relatan anécdotas familiares o hablan de sus antepasados

  • Siempre que observen algo que se relacione con un mensaje espiritual

  • En cualquier momento, siempre que planteen la conversación con franqueza, amor en el corazón, y el deseo de escuchar y comprender

Ideas y sugerencias

  • Enseñen a sus hijos que está bien tener preguntas sobre el Evangelio. Después de todo, fue una pregunta lo que llevó al profeta José Smith a orar para pedir ayuda, ¡y eso fue lo que condujo a la Primera Visión! Ayúdenlos a darse cuenta de que aún pueden seguir fortaleciendo su testimonio sin tener todas las respuestas.

  • Destaquen los momentos en los que sientan el Espíritu, ya sea durante la noche de hogar, las reuniones de la Iglesia o un hermoso atardecer. Eso puede ayudarlos a empezar a reconocer la forma en la que el Espíritu nos habla. Explique que el Espíritu se puede comunicar con nosotros de muchas formas distintas; por ejemplo, mediante sentimientos de calidez o de alivio, ideas claras, una sensación de paz, etc.

  • Faciliten el acceso a los mensajes del Evangelio. Es posible que sus hijos adolescentes no busquen artículos de las revistas de la Iglesia en su teléfono, pero quizás sí hojeen una revista Liahona que esté sobre la mesa; tal vez no escuchen discursos de la conferencia general en su tiempo libre, pero quizás presten atención a algunas palabras de un discurso que ustedes estén escuchando mientras preparan la cena.

  • Sobre todo, sigan intentándolo, aunque parezca que no esté dando resultados. Las Escrituras están llenas de relatos sobre hijos que no escucharon en un principio, como Alma, hijo. Confíen en que, algún día, las verdades espirituales penetrarán su corazón.