Siempre planifico todo. Me gusta saber qué esperar de cada día, para poder estar preparada para ello. Pero ¿cómo me preparo para el futuro cuando está tan distante y es tan incierto?
La vida es muy extensa. ¡Hay tanto por delante! ¡Hay tanto que podría pasar! ¡Hay tanto que podría hacer! A veces las posibilidades son espectaculares.
Hay muchas cosas que quiero: un cónyuge, un buen trabajo, vivir en el extranjero, tener un gato, escribir una novela, aprender ruso […], pero también sé que los deseos y las metas cambian. Las prioridades varían.
Una prioridad que nunca debe cambiar es nuestro compromiso con Dios y Su plan. Con Su previsión, podemos navegar a través de un futuro que está lleno de preguntas porque Él nos ayudará a encontrar las respuestas, paso a paso. Solamente tenemos que tomar la mejor decisión posible en cada paso.
En esta sección, los jóvenes adultos comparten sus experiencias personales sobre cómo planifican su futuro con la ayuda del Padre Celestial y cómo avanzan con fe ante tanta incertidumbre.
Hay muchas preguntas en cuanto al futuro, pero eso solo significa que hay mucho potencial. Nosotros también tenemos potencial: potencial divino para llegar a ser como nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo.