2020
Dejaron de lado sus pruebas
Julio de 2020


Dejaron de lado sus pruebas

Aquel día, Kendra, Brent y Tyson fueron verdaderos ejemplos de cómo ministrar a semejanza de Cristo.

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people at the door

Ilustración por Trent Gudmundsen.

Todos experimentamos altibajos en la vida, pero 2013 fue un año especialmente difícil para nuestra familia. Se produjeron muchas averías costosas en casa y en el automóvil. Mi esposo Ryan se quedó sin trabajo y nuestro hijo menor nació con complicaciones y tuvo que pasar varias semanas en la unidad de cuidados intensivos neonatales. También tuve que enfrentarme a una depresión posparto. Esas circunstancias, junto con el hecho de ser padres de cuatro niños pequeños, nos sobrecargaron financiera y emocionalmente.

Ryan encontró un nuevo empleo, pero trabajaba muchas horas y estaba fuera de la ciudad durante semanas. Nuestro hijo de cinco años, Wesley, empezó a sentir ansiedad por la ausencia frecuente de su padre. Se despertaba constantemente durante la noche por las pesadillas.

Nuestros familiares me apoyaban cuando podían, pero incluso así me sentía agotada y sola la mayor parte del tiempo. Sabía que el Padre Celestial amaba a mi familia y estaba pendiente de ella, pero sentía como si nos estuviésemos ahogando.

Una tarde, mientras Ryan estaba fuera de la ciudad debido a su trabajo, llevé a mis hijos a casa en el auto después de la escuela y oré desesperadamente para recibir ayuda. Más tarde, esa noche, mi vecina Kendra llamó a nuestra puerta. Estaba al tanto de nuestra situación y me preguntó cómo estaba. No tenía intención de quejarme y además era la última persona a la que habría pedido ayuda. Su marido, Brent, había estado luchando contra el cáncer durante los últimos cuatro años.

Le dije a Kendra que estaba bien, pero ella sinceramente me preguntó de nuevo. Con lágrimas en los ojos, me sinceré con ella sobre mis aflicciones. Cuando le hablé de la ansiedad y las pesadillas de Wesley, me preguntó si quería que Brent le diera una bendición.

Un rato después, Kendra, Brent y su hijo mayor, Tyson, vinieron a nuestra puerta vestidos como si fuesen a la Iglesia. Brent estaba débil. Estoy segura de que necesitó toda la energía de que disponía para venir a nuestra casa. Le dio a Wesley una bendición y Tyson me dio una a mí.

Aquel día, Kendra, Brent y Tyson fueron verdaderos ejemplos de cómo ministrar a semejanza de Cristo. Dejaron de lado sus propias pruebas para brindarnos amor y compasión sinceros. Me sentí bendecida porque el Padre Celestial contestara mi oración de esa manera tan tierna. Brent murió dos semanas después.

Aquel día en nuestro hogar, Brent fue un testigo de Dios al ejercer el sacerdocio en rectitud (véase Mosíah 18:9). Para mí, es algo sagrado que la ministración que obró en bien de nuestra familia fuese una de sus últimas obras en la tierra.