Ven, sígueme
Aprovecha tus días
¿Desearías haber vivido en el pasado? Pues, ni lo pienses.
Ilustración por Alyssa Petersen
¿Alguna vez pensaste que tu vida sería más fácil o mejor si hubieras nacido en el pasado? Otras personas se han sentido así antes, incluso, una vez, un profeta.
El profeta Nefi (en el libro de Helamán) vio la persistente iniquidad de su pueblo y exclamó: “¡Oh, si hubiese vivido en los días en que mi padre Nefi primero salió de la tierra de Jerusalén […]! [M]i alma se habría regocijado” (Helamán 7:7–8).
A él le resultaba difícil vivir en su época. Al final, por supuesto, tuvo que aceptar la realidad: “Pero […] estos s[on] mis días” (Helamán 7:9).
Tus días
Estos son tus días. Pueden presentar desafíos, pero también ofrecen oportunidades. Por ejemplo, estas son algunas cosas que puedes hacer en tus días:
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Recoger a Israel en ambos lados del velo. Eso “es lo más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra”. Tienes muchas maneras de compartir el Evangelio e invitar a otras personas a acercarse más a Jesucristo y a Su Iglesia. Puedes ayudar a descubrir antepasados de maneras asombrosas y ayudar a quienes han fallecido a recibir las ordenanzas en el templo.
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Utilizar la tecnología de maneras positivas. Estás especialmente preparado para mostrar al mundo la manera en que se puede utilizar la tecnología moderna para hacer el bien.
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Resistir el odio, el desprecio y la división. A medida que estos males se extienden por el mundo, puedes mostrar un camino mejor: el de la bondad, la compasión, la paz y el amor del Salvador.
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Ser constante en un mundo cambiante. El Señor te bendecirá según seas fiel a Jesucristo, a Su Evangelio y a Su Iglesia, y otras personas se fijarán en tu ejemplo durante las tormentas de la vida.
Tus milagros
No siempre fue fácil para Nefi, pero estuvo en los lugares (y en los momentos) en los que el Señor necesitaba que estuviera; él fue fiel. Como resultado, vio milagros y maravillas en sus días y fue sostenido por el Señor (véanse Helamán 7–16).
Puedes ver tus propios milagros y maravillas al ser fiel en tus días.