“Presentar mi negocio: Mi fundamento: Comunicarse: Recibir las ordenanzas del templo”, Cómo iniciar y hacer crecer mi negocio para la autosuficiencia, 2017
“Presentar mi negocio: Mi fundamento”
Mi fundamento: Comunicarse: Recibir las ordenanzas del templo
Tiempo máximo: 20 minutos
Meditar:
¿Cuáles son algunas de las cosas que más le importan?
Ver:
“Hacer lo más importante”, disponible en https://www.lds.org/media-library/video/2014-06-1220-doing-what-matters-most?lang=spa. (¿No tiene el video? Lea el guion al final de esta sección).
Analizar:
¿Qué cosas insignificantes nos distraen e impiden que progresemos? ¿De qué modo nos pueden ayudar las ordenanzas del Evangelio?
Leer:
Lea la cita del presidente Boyd K. Packer.
Analizar:
Al procurar alcanzar la autosuficiencia, ¿por qué es tan importante ser digno de asistir al templo?
Comprométase:
Comprométase a realizar las siguientes tareas durante la semana.
-
Si tiene una recomendación para el templo, fije una fecha para asistir al templo.
-
Si no tiene una recomendación para el templo, reúnase con su obispo o presidente de rama para evaluar cómo puede prepararse para recibir las ordenanzas del templo.
-
Comparta con sus familiares o amigos lo que ha aprendido en cuanto a las ordenanzas del templo.
Hacer lo más importante
Si no le es posible ver el video, elijan a un miembro del grupo para que lea el siguiente guion.
Narrador: Una noche de diciembre, un avión se estrelló en Florida. Murieron más de 100 personas, a solo 32 kilómetros de un aterrizaje a salvo.
Presidente Dieter F. Uchtdorf: Después del accidente, los investigadores trataron de determinar la causa. El tren de aterrizaje había descendido correctamente. El avión estaba en perfectas condiciones mecánicas; todo funcionaba debidamente, todo, excepto una cosa: una bombilla o un foco que se había fundido. Aquella pequeña bombilla, que costaba unos 20 centavos, dio comienzo a la cadena de acontecimientos que condujeron a la trágica muerte de más de cien personas.
Naturalmente, la bombilla que no funcionaba no causó el accidente; este se produjo porque la tripulación centró su atención en algo que por el momento parecía importante, haciéndoles perder de vista lo que era de más importancia.
La tendencia a centrarse en lo insignificante a costa de lo profundo no solo les sucede a los pilotos, sino a todos. Todos corremos ese peligro… ¿Están sus pensamientos y su corazón centrados en lo efímero que solo tiene importancia en ese momento, o acaso está centrado en lo que es más importante?
(“Estamos haciendo una gran obra y no podemos ir”, Liahona, mayo de 2009, págs. 59, 60).