¿Cuándo ha respondido mis oraciones el Padre Celestial?
“Creando propulsión”, disponible en https://www.lds.org/media-library/video/2014-06-1180-creating-lift?lang=spa. (¿No tiene el video? Lea el guion al final de esta sección).
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¿Cómo podemos reconocer las respuestas a nuestras oraciones? ¿Por qué el escuchar es una parte esencial de la oración?
Doctrina y Convenios 8:2 y la cita del presidente Russell M. Nelson.
¿Por qué el escuchar es una habilidad esencial? ¿De qué modo nos ayuda en nuestro trabajo el saber escuchar detenidamente?
Paso 1: Como grupo, lean los pasos que aparecen en el recuadro a continuación y analicen brevemente de qué manera pueden ayudarlos a escuchar mejor.
Paso 2: Pidan a uno o dos integrantes del grupo que hablen con los demás sobre alguna dificultad o pregunta que tengan. El resto del grupo debe tratar de escuchar, siguiendo los pasos anteriores.
Paso 3: Cuando hayan terminado, pidan a los integrantes del grupo que hayan hablado que expresen lo que hayan sentido al ver que el grupo se esforzó por escucharlos.
Lea las citas del presidente Henry B. Eyring y del élder Robert D. Hales
Comprométase a realizar las siguientes tareas durante la semana.
Ore en forma personal y en familia cada mañana y cada noche. Después de cada oración, dedique tiempo a escuchar reverentemente para obtener guía.
Comparta con sus familiares o amigos lo que ha aprendido hoy en cuanto a la comunicación.
Si no le es posible ver el video, elijan a un miembro del grupo para que lea el siguiente guion.
Presidente Dieter F. Uchtdorf: Para que un avión despegue, debe generarse propulsión. En aerodinámica, la fuerza propulsora se produce cuando el aire pasa sobre las alas de un avión de manera tal que la presión que hay debajo del ala sea mayor que la presión que hay sobre ella. Cuando la fuerza propulsora supera a la fuerza de la gravedad, el avión se levanta del suelo y empieza a volar.
De manera semejante, nosotros podemos crear una fuerza propulsora en nuestra vida. Cuando la fuerza que nos empuja en dirección al cielo es mayor que las tentaciones y la aflicción que nos arrastran hacia abajo, podemos ascender y remontarnos al reino del Espíritu.
Si bien hay muchos principios del Evangelio que nos ayudan a lograr la fuerza propulsora, quisiera centrarme en uno en particular.
¡La oración!
La oración es uno de los principios del Evangelio que nos ayuda a elevarnos. Puede elevarnos por encima de las preocupaciones del mundo, llevarnos más allá de las nubes de desánimo y oscuridad, hacia un horizonte brillante y despejado.
Uno de los más grandes privilegios, bendiciones y oportunidades que tenemos como hijos de Dios es el poder comunicarnos con Él a través de la oración. Podemos hablar con Él de las experiencias, pruebas y bendiciones de la vida. Podemos escuchar para recibir guía celestial por medio del Espíritu Santo en todo momento y en todo lugar.
(Véase Dieter F. Uchtdorf, “La oración y el horizonte azul”, Liahona , junio de 2009, págs. 3–4)