Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
A José Smith le untan con brea y le pegan plumas


Lección 21

A José Smith le untan con brea y le pegan plumas

Objetivo

Que cada uno de los niños sienta dentro de sí el deseo de querer perdonar siempre a los demás.

Preparación

  1. Estudie, con oración, Doctrina y Convenios 64:8–11, 15–16 y el relato del acontecimiento histórico que contiene esta lección. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños los relatos y los acontecimientos históricos y de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VI–VIII y “La enseñanza de los acontecimientos históricos y de las Escrituras”, págs. VIII–X.)

  2. Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayude a alcanzar el objetivo de la lección.

  3. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de Doctrina y Convenios para cada niño.

    2. Un lápiz y dos hojas de papel para cada niño.

    3. La lámina 5–1, El profeta José Smith (Las bellas artes del Evangelio 401; 62002) o 5–2, José Smith (Las bellas artes del Evangelio 400; 62449); la lámina 5–23, A un hombre lo untan con brea y le pegan plumas.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para despertar el interés

Entregue a cada uno de los niños dos hojas de papel y un lápiz. Pídales que en una de las hojas escriban varias bendiciones que hayan recibido y en la otra algo malo o desagradable que alguien les haya hecho.

Pida a los niños que coloquen sobre la falda la hoja de papel en la que escribieron sus bendiciones y la otra, en la que describen lo malo o poco amable que les hicieron, enfrente de los ojos, tocando la nariz.

• ¿Pueden ver la hoja de papel en la que escribieron sus bendiciones?

Explique que en ocasiones, cuando alguien nos lastima de alguna forma, pensamos tanto en nuestros sentimientos heridos que ya no podemos ver ni disfrutar de nuestras bendiciones. Pida a los niños que arruguen las hojas de papel donde han anotado lo malo o desagradable que les han hecho y que las tiren en el bote de la basura o pase usted a recogerlas. Explíqueles que somos más felices cuando perdonamos y olvidamos lo malo que otras personas nos han hecho y nos concentramos en nuestras bendiciones.

Explique que José Smith sufrió persecución de parte de muchas personas. Ministros de otras religiones, gente extraña e incluso algunos de sus amigos le hicieron daño y fueron malos con él. Fue por eso que tuvo que decidir si permitiría que ese tratamiento injusto le causara enojo o si perdonaría a esas personas.

Enseñe a los niños acerca de la reacción que José Smith tuvo con las personas que lo perseguían, tal como se encuentra en el siguiente relato histórico. Ponga a la vista las láminas en el momento que considere más apropiado.

Poco después de organizada la Iglesia, algunos de los miembros comenzaron a apostatar o a alejarse de la Iglesia. Dejaron de asistir a las reuniones de la Iglesia, se pusieron en contra del Profeta y persiguieron a los miembros de la Iglesia. La gente apostató por varias razones; por ejemplo, un hombre abandonó la Iglesia porque su caballo murió mientras viajaba a reunirse con los santos en Misuri. Otro lo hizo después que vio a José Smith jugando con sus hijos, ya que pensaba que un profeta debía ser una persona seria que no jugaba con niños. Un hermano vio su nombre mal escrito en un documento de la Iglesia y pensó que eso significaba que José Smith no recibía inspiración de Dios. Hubo personas que dejaron la Iglesia porque no recibieron la ayuda que esperaban para resolver sus problemas económicos. Algunos miembros de la Iglesia se alejaron de ella porque no pudieron perdonar a otros miembros que les habían ofendido. En ocasiones, una vez que dejaban la Iglesia, esas personas ofendidas se convertían en los peores enemigos de la Iglesia.

Ezra Booth se unió a la Iglesia en el año 1831, después de ver al Profeta sanar el brazo de Elsa Johnson (véase la lección 19). Varios meses más tarde, fue llamado para cumplir una misión en Misuri, y se enojó mucho porque tuvo que andar a pie durante todo el camino y porque la vida misional no era lo que él esperaba. Sintió una gran desilusión porque no vio más milagros como el sanamiento de Elsa Johnson y comenzó a pensar y a decir cosas malas de los líderes de la Iglesia. Debido a su mal comportamiento durante la misión, Ezra Booth fue excomulgado cuando regresó a Ohio. Eso significa que ya no fue más miembro de la Iglesia. El señor Booth, en lugar de arrepentirse, comenzó a escribir cartas a los periódicos locales diciendo mentiras acerca de José Smith y de la Iglesia. Esas cartas influenciaron a muchas personas del estado de Ohio que empezaron a sospechar de los miembros de la Iglesia y a perseguirlos.

Una noche de invierno, un grupo de hombres que había creído en lo que decían las cartas de Ezra Booth se emborrachó y atacó las casas de José Smith y Sidney Rigdon, en Ohio. El Profeta se había quedado levantado hasta tarde cuidando a su hijo adoptivo que tenía sarampión, y apenas se había quedado dormido cuando un turba furiosa irrumpió en la casa y lo sacaron afuera jurando y amenazando que lo iban a matar. Luego, trataron de estrangularlo hasta que perdió el sentido, le quitaron la ropa y trataron de meterle una paleta de brea caliente y una botella de ácido en la boca. La botella de ácido se quebró, astillándole uno de los dientes, lo que causó que desde ese entonces José Smith hablara con un pequeño silbido por el resto de la vida. Los hombres que integraban el populacho sacaron también de la casa a Sidney Rigdon arrastrándolo. Cuando el Profeta vio a Sidney Rigdon inerte en el suelo, pensó que estaba muerto. Más tarde, el populacho decidió no matar al Profeta pero lo golpearon despiadadamente, le untaron el cuerpo con brea caliente y lo cubrieron con plumas.

Cuando finalmente José Smith volvió a la casa y Emma, su esposa, lo vio, perdió el sentido pensando que la brea que lo cubría era sangre. Los amigos del Profeta le ayudaron a quitarse la brea del cuerpo, algo verdaderamente doloroso y que les llevó mucho tiempo. Sidney Rigdon había quedado inconsciente debido a las heridas y los golpes graves que había recibido en la cabeza y estuvo delirando por varios días. Después de ese episodio tan terrible, el niño que José Smith había estado cuidando esa noche se resfrió gravemente y murió.

Al día siguiente, domingo, José fue a la hora acostumbrada a los servicios de adoración. Entre los miembros a los cuales predicó, se encontraban algunos miembros del populacho que lo había cubierto con brea y plumas la noche antes; pero a pesar de tener la piel irritada y dolorida, José predicó como siempre sin mencionar para nada el acto de violencia que había tenido lugar la noche anterior.

Preguntas para analizar y aplicar

Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes con los niños en la clase les ayudará a que entiendan mejor las Escrituras.

• ¿Por qué apostataron algunos de los primeros miembros de la Iglesia? ¿De qué manera les hubiera ayudado tener una actitud de perdón? ¿Qué dice el Señor que debemos hacer cuando alguien nos ofende? (D. y C. 64:8–11.)

• ¿Qué dijo el Señor que había hecho mal Ezra Booth? (D. y C. 64:15–16.) ¿Qué perdemos cuando deseamos lo malo? (D. y C. 64:16.)

• ¿Qué cosas malas hizo el populacho contra José Smith y Sidney Rigdon? ¿Por qué creen que lo hicieron?

• ¿Qué hizo José Smith a la mañana siguiente de haber sido cubierto con brea caliente y plumas? ¿Quiénes estaban en la congregación? ¿En qué forma la manera de actuar de José Smith demostró que él sabía perdonar? (José Smith no se vengó de quienes habían sido tan crueles con él. Sabía que Satanás los había influenciado para combatir la importante obra de enseñar y de restaurar el Evangelio y establecer la Iglesia de Jesús sobre la tierra.)

• ¿Qué hizo José Smith cuando se enfrentó a las pruebas y a la persecución? (Continuó haciendo la obra del Señor. Él comprendía que Satanás haría todo lo que estuviera a su alcance para destruir la obra del Señor. Cuando pasaban cosas malas, José Smith hacía lo posible para remediar la situación y continuaba prestando servicio al Señor.)

• ¿Cómo se sienten cuando alguien no es amable o es malo con ustedes? ¿En qué forma los afecta el enojo que sienten? Haga comprender a los niños que el estar enojados y actuar en forma poco amable no nos ayuda a sentirnos mejor. Si, debido a lo que pasó, permanecemos enojados y actuamos mal, nos sentiremos aún más infelices que antes. ¿Qué podemos hacer cuando alguien nos trata mal? (Véanse las actividades complementarias Nº 1 y Nº 3.) ¿Qué podría pasar si trataran mal a la persona que les ha causado daño? ¿Qué podría pasar si fueran en cambio bondadosos con esa persona?

• ¿De qué manera podríamos imitar el ejemplo de José Smith y perdonar a quienes nos han hecho daño u ofendido?

• ¿En qué forma nos afecta el tener una actitud de amargura y de negarnos a brindar perdón? ¿Cómo nos afecta el saber perdonar?

• ¿A quiénes les es requerido perdonar? (D. y C. 64:10–11.) ¿Por qué es importante que perdonemos a los demás? (D. y C. 64:9.) ¿Cómo nos sentimos cuando hemos perdonado a alguien que ha herido nuestros sentimientos?

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o más de las siguientes actividades:

  1. Lea a los niños declaraciones como las siguientes y pídales que levanten las manos y pongan los dedos pulgares hacia arriba si ésta refleja una actitud de perdón y que pongan los pulgares hacia abajo si no lo es. Analice con los niños cómo cada uno de esos hechos demuestran perdón o la falta de éste.

    • Ella no ha sido amable conmigo, por tanto no tengo por qué ser amable con ella.

    • Ese niño me empuja cada vez que me ve. Pienso que debe tener un problema porque sino, no trataría a los demás de esa forma.

    • Le pegué porque se burló de mi hermanita.

    • Mi hermanito escribió sobre mi tarea de la escuela y voy a tener que volver hacerla. No estoy enojado con él porque es muy pequeño y no entiende que ese papel era importante para mí.

    • La perdono, pero jamás volveré a dirigirle la palabra.

    • Mi mejor amiga fue brusca hoy conmigo; quizás esté preocupada por algo.

  2. Lea Proverbios 15:1, o pida a uno de los niños que lo haga y analicen su significado. Con sus propias palabras, cuénteles el siguiente relato:

    Durante el verano de 1838, cuando José Smith y su familia vivían en Far West, Misuri, corrió una falsa historia de que el Profeta había matado a siete hombres y que iba a organizar un grupo para matar a toda persona que no fuera miembro de la Iglesia. Fue entonces que un grupo numeroso de personas, dirigido por ocho oficiales, llegó en su búsqueda a la casa de los padres de José Smith, mientras él se encontraba allí de visita. Los oficiales le dijeron a la hermana Lucy Smith, madre del Profeta, que habían ido a matarlo junto con el resto de los miembros de la Iglesia. La hermana Smith les respondió con gran calma y les presentó a su hijo, José, quien les estrechó la mano con amabilidad mientras ellos miraban sin poder creer lo que veían. Después de todas las historias que habían escuchado sobre él, les era muy difícil creer que esa persona tan bondadosa y sincera fuera José Smith.

    El Profeta habló con los hombres por largo tiempo y les explicó las creencias de la Iglesia y la persecución que habían sufrido los miembros. Les dijo también que si alguno de los miembros de la Iglesia quebrantaba la ley, debía ser juzgado por la Iglesia en un tribunal antes que nadie más resultara lastimado. Mientras se preparaba para irse, diciéndole a su madre que debía partir porque Emma lo estaba esperando, dos de los oficiales se pusieron de pie de un salto e insistieron en acompañarlo a casa, ya que pensaban que podía correr peligro si viajaba solo. Los hombres armados ya no sentían más el deseo de hacerle daño y regresaron a sus casas sintiendo un gran respeto por él. (Véase Lucy Mack Smith, History of Joseph Smith, ed. Preston Nibley [Salt Lake City: Bookcraft, 1958], págs. 254–256.)

    • De acuerdo con la forma en que trataron a esos hombres, ¿de qué manera siguieron Lucy y José Smith la admonición de Proverbios 15:1?

    • ¿Cuál fue el resultado de “la blanda respuesta” de José Smith?

  3. Pida a los niños que representen situaciones en las cuales hayan elegido tener una actitud de perdón o, por lo contrario, de no desear perdonar. Hágales comprender que aún cuando han sido lastimados, tienen la libertad de escoger qué actitud tomar. Es también importante que entiendan que muchas veces sentimos lastimados nuestros sentimientos debido a malas interpretaciones y no por una causa intencional. Utilice las siguientes situaciones o las que se encuentran en la actividad complementaria N° 1:

    • Pusiste en orden tu habitación antes de ir a la escuela, pero después que te fuiste tu hermanita más pequeña lo desordenó todo. Cuando llegas de la escuela, tu mamá no te permite ir a jugar con tus amigos porque tu cuarto no está ordenado.

    • En la escuela, siempre te dejan para lo último cuando eligen jugadores para los equipos de deporte, lo cual te duele mucho. Un día, al volver a casa de la escuela, ves que uno de los capitanes del cuadro se cae de su bicicleta desparramando sus libros y cuadernos por todos lados.

    • Tu amiga va a tener una fiesta, pero no te ha invitado.

  4. Relate experiencias personales apropiadas, y pida a los niños que tambien lo hagan, en las cuales hayan perdonado a otras personas o los hayan perdonado a ustedes.

  5. Canten o repitan la letra de la canción “Saber perdonar” (Canciones para los niños, pág. 52.)

Conclusión

Testimonio

Testifique de la paz que se siente cuando perdonamos e inste a los niños a esforzarse por ser comprensivos y bondadosos aún cuando otras personas los traten mal.

Sugerencias de lectura

Sugiera que los niños estudien en casa Doctrina y Convenios 64:9–11 como repaso de esta lección.

Sugerencias para que los niños hablen con la familia

Inste a los niños a hablar con la familia sobre una parte específica de la lección, tal como un relato, una pregunta o actividad, o que lean con ella la “Sugerencia de lectura” que tienen para estudiar en casa.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.