Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Se llama a Edward Partridge para ser el primer obispo


Lección 17

Se llama a Edward Partridge para ser el primer obispo

Objetivo

Que los niños comprendan los deberes de un obispo y tengan el deseo de apoyar al obispo y a los demás líderes de la Iglesia.

Preparación

  1. Estudie, con oración, Doctrina y Convenios 41:9–11; 42:30–31, 34–35; 58:14, 17–18; 119:1–4 (incluyendo el encabezamiento de la sección) y los relatos de los acontecimientos históricos que se encuentran en esta lección. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños los relatos y los acontecimientos históricos y de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, págs. VI–VIII y “La enseñanza de los acontecimientos históricos y de las Escrituras”, págs. VIII–X.)

  2. Lectura complementaria: Doctrina y Convenios 46:27–29 y el encabezamiento de la sección 36 de Doctrina y Convenios.

  3. Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.

  4. Escriba con letras de molde, en una hoja de papel, el nombre de su obispo o presidente de rama y dóblela en la mitad para que no se pueda ver lo que está escrito en ella.

  5. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de Doctrina y Convenios para cada niño.

    2. La lámina 5–23, A un hombre lo untan con brea y le pegan plumas.

Nota para el maestro: Si asisten a una rama, explique a los niños que el llamamiento de presidente de rama es parecido al del obispo y adapte las preguntas y las actividades como considere necesario.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para despertar el interés

Muestre a los niños la hoja de papel donde se encuentra escrito el nombre de su obispo o presidente de rama, pero no les muestre el nombre. Dígales que escrito en esa hoja de papel se encuentra el nombre de una persona que los ayuda mucho. Pida a los niños que hagan preguntas acerca de esa persona, que se puedan contestar con un “sí” o un “no” (como por ejemplo: “¿Es esa persona miembro de la Iglesia?” o “¿Es una mujer?”), para tratar de descubrir el nombre que está escrito en la hoja de papel.

Una vez que los niños hayan adivinado (o usted les haya dicho) el nombre, pregunte:

• ¿Cuáles son algunas de las formas en las cuales nuestro obispo (o presidente de rama) nos ayuda a vivir el Evangelio?

Diga a los niños que esta lección les hará comprender mejor lo que hace el obispo para ayudarnos a vivir el Evangelio y la forma en que podemos apoyar al obispo y a los demás líderes de la Iglesia en sus llamamientos.

La enseñanza de los acontecimientos históricos y de las Escrituras

Enseñe a los niños acerca del llamamiento de Edward Partridge como obispo y las responsabilidades de un obispo tal como se analizan en los pasajes de las Escrituras enumerados en la sección “Preparación” y en los siguientes relatos de los acontecimientos históricos.

Las responsabilidades de un obispo

A principios de 1831, casi un año después de organizada la Iglesia, muchas personas se habían unido a ella y congregado en Ohio, como el Señor lo había mandado. Con el crecimiento de la Iglesia, José Smith necesitó otros líderes para que lo ayudaran en la obra. La Iglesia enfrentaba serios problemas económicos (de dinero). Muchos de los miembros que se congregaron en Kirtland eran pobres, no tenían tierras ni dinero y estaban escasos de comida, ropa y demás artículos de primera necesidad. La Iglesia también necesitaba dinero para edificar un templo y para publicar materiales escritos, como las revelaciones y los folletos misionales. El Profeta mismo no tenía una casa ni la forma de mantener a su familia. Los demás líderes de la Iglesia, que prestaban servicio permanente en la Iglesia, necesitaban también ayuda para mantener a sus respectivas familias.

El Profeta le preguntó al Señor qué se podía hacer para satisfacer esas necesidades, y en febrero de 1831 recibió una revelación en la cual se llamaba a Edward Partridge, quien tenía sólo dos meses como miembro de la Iglesia, a prestar servicio como primer obispo de la Iglesia. La principal responsabilidad del obispo era ayudar al Profeta a satisfacer las necesidades físicas y económicas de los miembros de la Iglesia. José Smith recibió otras revelaciones en los meses que le siguieron que hicieron que el obispo Partridge supiera qué más debía hacer como obispo.

Al obispo Partridge se le pidió que suministrase comida, ropa y un techo a los miembros necesitados de la Iglesia (véase D. y C. 42:30–31, 34). Los miembros que tuvieran comida u otras provisiones de más, tenían que compartirlas con los que no tenían suficiente. El obispo Partridge recibió y distribuyó esas donaciones, guardándolas en un almacén donde los miembros necesitados podían ir a pedirlas.

Otro de los deberes que se le dio al obispo Partridge fue el de comprar y distribuir tierras para edificar casas para la gente y edificios para la Iglesia (véase D. y C. 42:35). Él sería también juez en Israel (véase D. y C. 58:17–18). Eso quería decir que, si un miembro de la Iglesia no guardaba todos los mandamientos, el obispo decidía si seguía o no siendo miembro de la Iglesia. Esa era una forma trascendental de ayudar a los miembros a guardar todas las promesas que le habían hecho al Padre Celestial.

En el año 1838, el Señor mandó pagar diezmos a los miembros de la Iglesia. La Iglesia utiliza los diezmos para hacer la obra misional, para construir y mantener los templos y los centros de reuniones y para publicar los materiales de las lecciones (véase D. y C. 119:1–4). Los obispos (y presidentes de rama) tienen la asignación de recibir los diezmos de los miembros de la Iglesia.

Cuando, a fines de 1831 los miembros de la Iglesia comenzaron a congregarse en Misuri, el Profeta llamó al obispo Partridge para que se mudara a Misuri y fuera obispo en ese lugar y a Newel K. Whitney para que fuera el obispo de los santos que habían quedado en Ohio. A medida que la Iglesia crecía, se llamaban a otros obispos para guiar a los miembros. Cuando se llamó al hermano Whitney, el obispo Partridge pasó a ser conocido como el Primero o el Obispo Presidente de la Iglesia. Él era responsable de todos los demás obispos. En la actualidad tenemos todavía un Obispo Presidente, pero hay muchos obispos que velan por los miembros de la Iglesia en todo el mundo.

Los sacrificios que hizo Edward Partridge y su familia

El obispo Edward Partridge y su familia hicieron muchos sacrificios para que él prestara servicio como obispo. Cuando se mudó para Misuri, tuvo que dejar a su familia en Ohio. Algunos de sus hijos tenían sarampión y una de sus hijas estaba tan enferma que el obispo Partridge no sabía si volvería a verla con vida.

Cuando todos los niños se mejoraron, la esposa del obispo Partridge y cinco hijos partieron de Kirtland, Ohio, para reunirse con él en Misuri. Mientras se encontraban viajando en barco por el río Misuri, el agua estaba tan llena de hielo que se vieron forzados a desembarcar antes de haber llegado a su destino. Una familia del lugar les brindó alojamiento en un cuarto sin ventanas en una cabaña de troncos de dos habitaciones. Cuando la familia del obispo Partridge llegó finalmente a Independence, Misuri, tuvo que vivir en una cabaña de troncos alquilada, de un cuarto, el cual tuvo que compartir con una viuda y sus cuatro hijos, hasta que el obispo Partridge terminó de edificar una casa de dos habitaciones cerca de donde se construiría el templo.

Mientras el obispo Partridge vivía en Misuri, una chusma lo untó con brea y lo emplumaron porque no querían que ni él ni otros miembros de la Iglesia siguieran viviendo en el lugar. En el siguiente relato, se puede ver su buen carácter y el buen ejemplo que siempre fue para los demás (ponga a la vista la lámina de un hombre al que lo untan con brea y le ponen plumas, mientras hace el siguiente relato):

“La chusma me sacó de casa… me sacaron el sombrero, el saco y el chaleco y me cubrieron con brea de la cabeza a los pies, y después me pusieron encima un montón de plumas; y todo esto porque no quería irme del lugar, ni de la casa donde había vivido dos años.

“Antes de embrearme y emplumarme, me permitieron hablar. Les dije que los santos habían sufrido persecuciones en todas las épocas de la historia, y que yo no había hecho nada para ofender a nadie; que si me hacían daño, dañaban a una persona inocente; que estaba dispuesto a sufrir por Cristo, pero que no estaba dispuesto a marcharme del lugar…

“Soporté lo que me hicieron con tanta resignación y humildad que pareció sorprender a la multitud y me permitieron retirarme en silencio… y en cuanto a mí mismo, me sentía tan lleno del Espíritu y del amor de Dios que no sentí odio hacia los que me perseguían ni hacia ninguna otra persona” (History of the Church, 1:390–391; citado en Valientes B, pág. 82).

El obispo Edward Partridge fue un devoto siervo del Señor y un digno ejemplo para los miembros de la Iglesia y para los obispos que le siguieron.

Preguntas para analizar y aplicar

Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios en su vida. El leer los pasajes con los niños en la clase hará que entiendan mejor las Escrituras.

• ¿Quién eligió a Edward Partridge como obispo? (D. y C. 41:9.) ¿Cómo se eligen los obispos en la actualidad? (El Señor revela a los presidentes de estaca a quiénes deben llamar como obispos; véase la actividad complementaria Nº 1.)

• ¿Qué clase de hombre era Edward Partridge? (D. y C. 41:11.) Explique que alguien “en quien no hay engaño” es una persona que es honrada, recta y generosa. ¿Cómo describió José Smith a Edward Partridge? (Véase el encabezamiento de la sección 36 de Doctrina y Convenios.) Explique que “un modelo de piedad” quiere decir que el obispo Partridge fue un ejemplo de alguien que honraba a Dios y guardaba Sus mandamientos. ¿Por qué creen que el Señor eligió a un hombre honrado y obediente para prestar servicio como obispo?

• ¿Qué características admiran ustedes en el obispo? ¿En qué forma es el obispo un buen ejemplo para ustedes? ¿Cómo pueden ser ustedes un buen ejemplo para los demás?

• ¿Cuáles fueron algunas de las responsabilidades que se le dieron al obispo Partridge? (D. y C. 42:30–31, 34–35; 58:14, 17–18.) ¿Qué responsabilidades o deberes tiene nuestro obispo? (Véase la actividad complementaria Nº 2.) ¿En qué forma ayuda el obispo a los pobres? (El obispo puede utilizar el dinero que los miembros dan como ofrendas de ayuno para ayudar a los pobres a obtener alimentos, ropa, habitación y ayuda médica.)

• ¿Qué don espiritual importante recibe un obispo? (D. y C. 46:27–29; explique que, con el don del discernimiento, el obispo recibe inspiración para saber detalles importantes acerca de los miembros del barrio; como por ejemplo, quién podría necesitar ayuda espiritual o a quién llamar para una determinada posición.)

• ¿Cómo pueden apoyar ustedes al obispo en lo que él hace? ¿En qué forma pueden apoyarlo sus padres y los demás miembros?

• ¿De qué manera les ayuda el obispo a ustedes y a sus respectivas familias? ¿Qué otros líderes de la Iglesia les brindan ayuda? ¿Cómo les ayudan? (Véase la actividad complementaria Nº 3.)

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o más de las siguientes actividades:

  1. Con el fin de hacer hincapié en que a los obispos los llama Dios, narre el siguiente relato acerca del obispo Newel K. Whitney, el segundo obispo de la Iglesia:

    Cuando el hermano Newel K. Whitney recibió el llamamiento de obispo, sintió que no podría ser un buen obispo. Como era amigo personal del Profeta José Smith fue y le dijo: “Hermano José, yo no me veo como obispo. Sin embargo, si usted dice que es la voluntad del Señor, trataré”. “No tiene por qué creer en mi palabra solamente” le contestó el Profeta, “vaya y pregúntele usted mismo al Padre”.

    El hermano Newel Whitney decidió hacer lo que el Profeta le había aconsejado y antes de acostarse oró para saber si debía aceptar el llamamiento de obispo. Su humilde oración fue contestada y escuchó una voz de los cielos que decía: “Tu fortaleza radica en mí”. Esas palabras sencillas le dijeron al hermano Whitney lo que deseaba saber. Fue entonces a ver al Profeta y le dijo que estaba dispuesto a aceptar el llamamiento de obispo. Esa experiencia y otras que tuvo, le hicieron saber a Newel Whitney que el Señor es quien está al frente de esta Iglesia. (Véase B. H. Roberts, A Comprehensive History of the Church, 1:271.)

  2. Escriba por separado, en hojas de papel, varias responsabilidades que un obispo (o sus consejeros) tienen que cumplir, tales como las que se enumeran a continuación:

    • Supervisar a los líderes del barrio.

    • Recibir y saludar a la gente en la Iglesia.

    • Visitar la Primaria y alentar a los niños a obedecer a nuestro Padre Celestial.

    • Recibir los diezmos y enviarlos a las Oficinas Generales de la Iglesia.

    • Llamar a un miembro para ser maestro de la Primaria.

    • Entrevistar a un niño de doce años para que pueda ser ordenado diácono.

    • Entrevistar a un niño o niña de ocho años para que se pueda bautizar.

    • Ayudar a una familia necesitada a obtener alimentos y ropa por medio del almacén del obispo.

    • Orar por la gente de su barrio.

    Pida a los niños que, de a uno, escojan una hoja de papel y representen lo que dice en ella. Permita que otros niños participen en la representación cuando sea necesario. Pida al resto de la clase que trate de adivinar de qué se trata.

  3. Ayude a los niños a escribir una nota o tarjeta de agradecimiento al obispo, a sus consejeros o a otros líderes o maestros de la Iglesia. Antes de que los niños escriban sus notitas, quizás desee analizar los deberes de las personas a las cuales van a escribir los niños. Anote en la pizarra esos deberes o responsabilidades para que los niños las mencionen en el mensaje que van a escribir.

  4. Ayude a los niños a aprender de memoria o a repasar el quinto Artículo de Fe. Analice la forma en que ese Artículo de Fe se aplica a los obispos (a ellos los llama Dios y los ordena alguien que posee la debida autoridad).

Conclusión

Testimonio

Exprese gratitud por los primeros líderes de la Iglesia y por todos los sacrificios que ellos hicieron para establecer el reino de Dios sobre la tierra. Hable a los niños de lo que siente acerca del obispo y lo que él hace para ayudarle y para ayudar a otros miembros del barrio. Si lo cree conveniente, puede relatar un suceso en el cual un obispo le haya ayudado a usted, o a alguna otra persona que usted conoce, a vivir el Evangelio.

Aliente a los niños a pensar la manera en la cual puedan apoyar al obispo y a los demás líderes de la Iglesia en sus llamamientos.

Sugerencias de lectura

Sugiera que los niños estudien en casa Doctrina y Convenios 41:9–11 como repaso de esta lección.

Sugerencias para que los niños hablen con la familia

Inste a los niños a hablar con la familia sobre una parte específica de la lección, tal como un relato, una pregunta o actividad, o que lean con ella la “Sugerencia de lectura” que tienen para estudiar en casa.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.