El Padre Celestial atiende mis asuntos
Buyisile Zuma
Zululandia, Sudáfrica
Ilustración por Allen Garns
Como madre de cinco hijos, sin cónyuge, sentía la pesada responsabilidad de proveer para mi familia. Soy una empleada doméstica, pero mi trabajo no proporciona lo suficiente para mi familia. Me uní a un grupo de autosuficiencia a fin de aprender cómo mejorar mi situación.
Me inspiró el grupo de “Cómo iniciar y hacer crecer mi negocio”, y resolví que podía confeccionar y vender bolsas térmicas para ollas de cocción lenta. Cosía las bolsas por la noche, tras regresar a casa de mi trabajo del día.
Cierta noche, ya tarde, me hallaba trabajando en un pedido grande que debía entregar a la mañana siguiente y mi máquina de coser dejó de funcionar. Era medianoche, de modo que no había ningún técnico disponible que pudiera ayudar. La máquina traía un pequeño juego de herramientas, pero yo jamás había reparado una máquina de coser; no tenía idea ni de cómo empezar.
Entonces, me vino a la mente la lección del manual Mi fundamento que se titula “Ejerza fe en Jesucristo”. En ese momento, supe que debía depositar mi confianza en el Señor. Me hinqué de rodillas y supliqué: “Padre Celestial, por favor, ayúdame a reparar la máquina para que pueda confeccionar el pedido, a fin de que mi cliente pueda recogerlo en la mañana. ¡Ayúdame, Padre Celestial!”.
Entonces tuve la clara impresión de tomar el destornillador del juego de herramientas y utilizarlo para empujar una parte en particular de la máquina de coser. Así lo hice, confiando completamente en mi fe. Contuve el aliento mientras encendía la máquina de nuevo; ¡funcionaba!
Pude cumplir con la fecha de entrega del pedido. Descubrí lo que se siente tener al Padre Celestial y a Jesucristo como socios en tus asuntos. Sé que se me seguirá bendiciendo conforme procure oportunidades de poner en práctica lo que he aprendido en el grupo de autosuficiencia.