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HONREMOS LOS CONVENIOS


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HONREMOS LOS CONVENIOS

INTRODUCCIÓN

Hacer y observar convenios es una parte esencial del plan de salvación. En nuestro esfuerzo por alcanzar nuestro potencial divino, debemos recibir las ordenanzas y los convenios del Evangelio mediante quienes tienen la adecuada autoridad del sacerdocio. Ayude a sus alumnos a entender que aunque vivimos en un mundo que no valora el hecho de guardar promesas, el Señor espera de nosotros que las cumplamos y bendice a los que están dispuestos a concertar convenios con Él y sujetarse a ellos. Cuando concertamos convenios con el Señor, cuando los observamos y perseveramos hasta el fin, recibimos la promesa de la vida eterna.

PRINCIPIOS PARA COMPRENDER

  • Un convenio es una promesa sagrada entre Dios y Sus hijos.

  • Al honrar nuestros convenios nos es posible alcanzar nuestro potencial divino.

  • La autoridad del sacerdocio es necesaria para recibir los convenios y las ordenanzas de salvación.

  • El honrar nuestros convenios nos prepara para recibir la vida eterna.

SUGERENCIAS PARA LA ENSEÑANZA

Un convenio es una promesa sagrada entre Dios y Sus hijos.

Muestre una partida de matrimonio, una alianza o la foto de una boda. Pregunte qué representa el objeto. Entonces pregunte:

  • ¿Qué se prometen dos personas cuando se casan?

  • ¿Qué bendiciones se reciben cuando se observan esas promesas?

  • ¿Qué se perderá si no observan sus convenios?

Escriba convenio en la pizarra y pregunte a los alumnos el significado de esta palabra. Pida a un alumno que lea la cita de la Guía para el Estudio de las Escrituras en la página 98 del manual del alumno e invite a los demás a contestar las siguientes preguntas en la sección “Notas e impresiones” de sus manuales:

  • ¿Cuáles son algunos de los convenios que ustedes han hecho?

  • ¿Qué relación tienen las palabras tales como promesas, contratos y compromisos con los convenios?

  • ¿Quién se ve afectado cuando no se observan los convenios?

  • ¿En qué se diferencian los convenios que hacemos con Dios con los acuerdos concertados con otras personas?

  • ¿Qué preparación debe preceder a los convenios del Evangelio?

Explique que los convenios tienen dos lados. Pida a los alumnos que lean la explicación del élder Jack H. Goaslind Jr. en la página 98 de sus manuales.

Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra y pida a los alumnos que las lean y analicen lo que cada una enseña sobre los convenios.

  • Mosíah 18:13

  • Doctrina y Convenios 42:78

  • Doctrina y Convenios 101:39

Comparta la siguiente declaración del presidente James E. Faust, consejero de la Primera Presidencia:

“Los convenios no son simplemente rituales externos, sino medios reales y eficaces para cambiar: ‘El nuevo nacimiento viene por el Espíritu de Dios mediante las ordenanzas’ [Enseñanzas del Profeta José Smith, Joseph Fielding Smith, pág. 188]. Debemos siempre honrar y guardar sagrados los convenios de salvación que hemos hecho con el Señor” (“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón”, Liahona, julio de 1998, pág. 17).

Pregunte: ¿Cómo nos ayuda la observancia de los convenios a resistir la tentación?

Al honrar nuestros convenios nos es posible alcanzar nuestro potencial divino.

Pida a los alumnos que canten una estrofa de “Soy un hijo de Dios” (Himnos, Nº 196) y pregunte: ¿Qué lecciones importantes aprendemos de este himno?

Lean y analicen Abraham 3:22–26 (Dominio de las Escrituras, Abraham 3:22–23). Pregunte:

  • ¿Qué aprendió Abraham respecto a su potencial?

  • ¿Qué nos ayuda esto a entender acerca de nosotros mismos?

Comparta las siguientes declaraciones del presidente Spencer W. Kimball:

“Recordad que en la preexistencia, a las mujeres fieles se les dieron ciertas asignaciones, y a los hombres fieles se les preordenó para determinados deberes en el sacerdocio… ¡Son responsables de aquello que desde tiempo inmemorial se esperaba de ustedes, del mismo modo que lo son aquellos a quienes sostenemos como profetas y apóstoles!” (véase “Vuestro papel como mujeres justas”, Liahona, enero de 1980, pág. 168).

“Hicimos votos, votos solemnes, en los cielos antes de venir a la vida terrenal…

“Hemos hecho convenios. Los hicimos antes de aceptar nuestro lugar en la tierra.

“Aceptamos este compromiso:… ‘todas las cosas que el señor nos mandare’. Nos comprometimos con nuestro Padre Celestial a que si nos enviaba a la tierra y nos daba un cuerpo, así como las invalorables oportunidades que la vida en la tierra deparaba, nos conservaríamos limpios, nos casaríamos en el santo templo, tendríamos una familia y la criaríamos en rectitud. Fue un juramento solemne, una promesa solemne” (“Be Ye Therefore Perfect”, discurso pronunciado en el instituto de Religión de Salt Lake el 10 de enero de 1975, pág. 2).

Pregunte:

  • ¿Cómo influye en las decisiones de esta vida el saber que hicimos convenios en nuestra preexistencia?

  • ¿Cómo nos ayuda el hacer convenios a alcanzar nuestro potencial?

La autoridad del sacerdocio es necesaria para recibir los convenios y las ordenanzas de salvación.

Comparta la siguiente declaración respecto al sacerdocio, hecha por el presidente Gordon B. Hinckley, por entonces consejero de la Primera Presidencia, y pida a los alumnos que atiendan a lo que llama él “el requisito para ser digno”:

“El Señor… ha otorgado [el sacerdocio] a hombres que se han probado dignos de recibirlo, sin importar su posición social, el color de su piel o la nación en la que vivan. Es el poder y la autoridad para gobernar los asuntos del reino de Dios. Se confiere solamente por ordenación, por la imposición de manos por aquellos que tienen la autoridad para hacerlo. El requisito para ser digno de él es la obediencia a los mandamientos de Dios.

“No hay poder en la tierra semejante a él. Su autoridad se extiende más allá de esta vida, atraviesa el velo de la muerte y perdura en las eternidades. Sus consecuencias son sempiternas” (“Cuatro piedras angulares de fe”, Liahona, febrero de 2004, pág. 7).

Pregunte: ¿Qué son las llaves del sacerdocio?

Comparta la siguiente explicación de la Guía para el Estudio de las Escrituras sobre las llaves del sacerdocio:

“Las llaves constituyen el derecho de presidencia, o sea, el poder que Dios da al hombre para dirigir, controlar y gobernar el sacerdocio de Dios sobre la tierra. Los poseedores del sacerdocio a quienes se les llama a ocupar cargos de presidencia reciben las llaves de manos de los que tienen autoridad sobre ellos. Los poseedores del sacerdocio solamente ejercen su sacerdocio dentro de los límites designados por los que poseen las llaves. El Presidente de la Iglesia posee todas las llaves del sacerdocio” (“Llaves del sacerdocio”, pág. 127).

Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 132:7–14 y pregunte: ¿Qué promesas y advertencias encierran estos versículos?

Pídales que lean Doctrina y Convenios 138:58 y luego pregunte: ¿Cómo afectan las ordenanzas vicarias a los que han fallecido?

El honrar nuestros convenios nos prepara para recibir la vida eterna.

Pregunte:

  • ¿Cómo se sentirían si compraran un caballo y terminaran recibiendo toda la manada?

  • ¿En qué se parece esto a las bendiciones que Dios concede a Sus hijos?

Dibuje dos columnas en la pizarra. A una denomínela Ordenanzas y a la otra Promesas. Anote las siguientes ordenanzas en la columna correspondiente: bautismo, Santa Cena, sacerdocio, investidura, matrimonio en el templo

Pida a los alumnos que lean los siguientes pasajes de las Escrituras que aparecen con las ordenanzas y que busquen las promesas que hacemos. Anote las promesas en la columna correspondiente. Ayúdeles a entender por qué recibir ordenanzas y hacer convenios es una parte importante de nuestra vida. Tal vez desee que completen este ejercicio en la sección “Notas e impresiones” de sus respectivos manuales para que puedan consultarlo en el futuro.

  • Bautismo. Lean Mosíah 18:8–10 y Doctrina y Convenios 20:37. (Prometemos “llevar las cargas los unos de los otros”, “ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar”, “servir [a Dios] y guardar sus mandamientos”, arrepentirse, “tomar sobre [nosotros] el nombre de Cristo” y “servirle hasta el fin”.)

  • Santa Cena. Lean Doctrina y Convenios 20:77, 79. (Participamos de la Santa Cena en memoria de la expiación de Jesucristo y renovamos las promesas que hicimos en el bautismo, como por ejemplo: tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo, recordarle siempre, guardar Sus mandamientos y ser testigos Suyos para demostrar que nos acordamos de Él.)

  • Sacerdocio. Lean Doctrina y Convenios 84:33–42 (Dominio de las Escrituras, D. y C. 84:33–39) y 121:34–36 (Dominio de las Escrituras). (Los que reciben el sacerdocio prometen magnificar sus llamamientos en el sacerdocio, obedecer los mandamientos y vivir de acuerdo con toda palabra de Dios [véase el discurso del élder Carlos E. Asay en la revista Liahona de enero de 1986, pág. 35].)

  • Investidura y matrimonio en el templo. Comparta la siguiente enseñanza del élder James E. Talmage, antiguo miembro del Quórum de los Doce Apóstoles: (Sea cauto y no analice las promesas realizadas en la investidura del templo con más detalle del que aporta la cita del élder Talmage.)

“Las ordenanzas de la investidura comprenden ciertas obligaciones por parte del individuo, tales como el convenio y la promesa de observar la ley de absoluta virtud y castidad, ser caritativo, benevolente, tolerante y puro; consagrar su talento y medios a la propagación de la verdad y el ennoblecimiento de la raza humana; mantener su devoción a la causa de la verdad, y procurar en toda forma contribuir a la gran preparación, a fin de que la tierra quede lista para recibir a su rey, el Señor Jesucristo. Con la aceptación de cada convenio y la asunción de cada obligación, se pronuncia una bendición prometida, basada en la fiel observancia de las condiciones expuestas” (La casa del Señor, 1977, pág. 90).

Comparta su testimonio de la gran oportunidad y bendición que es el recibir las ordenanzas y hacer convenios con el Señor.

SUGERENCIAS DE ASIGNACIONES PARA LOS ALUMNOS

  • Invite a los alumnos a meditar en los convenios que han hecho hasta el momento. Recomiéndeles que, durante sus oraciones y en la próxima reunión sacramental, pidan al Señor entendimiento sobre lo que Él desea que hagan para honrar y magnificar los convenios que han realizado.