Instituto
EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LOS HIJOS DE NUESTRO PADRE CELESTIAL


1

EL PLAN DE SALVACIÓN PARA LOS HIJOS DE NUESTRO PADRE CELESTIAL

INTRODUCCIÓN

Con frecuencia sus alumnos se enfrentan a las falsas filosofías del mundo respecto al objeto de su existencia. Al enseñar el plan de salvación, ayude a aclarar el propósito de la vida terrenal y cómo el plan de nuestro Padre Celestial brinda dirección y sentido a nuestra vida. Al entender el plan de salvación sus alumnos comprenderán que las tribulaciones, la dicha, el trabajo, el estudio y la fortaleza física desempeñan una parte importante de la experiencia cotidiana. Al seguir el ejemplo del Salvador somos más felices y capaces de bendecir la vida de nuestra familia y de aquéllos a quienes servimos.

Principios para comprender

  • Nuestro Padre Celestial preparó un plan de salvación, el cual nos enseña de dónde vinimos, por qué estamos aquí y a dónde vamos después de la vida.

  • Al comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra fe y encontramos gozo en un mundo en el que se cometen muchas injusticias.

  • Podemos valernos de nuestro conocimiento del plan de salvación para afrontar mejor nuestros desafíos terrenales.

SUGERENCIAS PARA LA ENSEÑANZA

Nuestro Padre Celestial preparó un plan de salvación, el cual nos enseña de dónde vinimos, por qué estamos aquí y a dónde vamos después de la vida terrenal.

Pregunte si algún alumno puede citar Moisés 1:39 (Dominio de las Escrituras). Si hubiera alguno, concédale la oportunidad de hacerlo y luego pida a toda la clase que recite el versículo una o dos veces. Pida a un alumno que explique el significado que este pasaje tiene para él.

Escriba El Plan en la pizarra y debajo anote las siguientes referencias de las Escrituras sin las frases entre paréntesis:

  • 2 Nefi 9:6 (“El misericordioso designio del gran Creador”)

  • 2 Nefi 9:13 (“El plan de nuestro Dios”)

  • Alma 24:14 (“El plan de salvación”)

  • Alma 34:16 (“El gran y eterno plan de redención”)

  • Alma 42:16 (“El plan de felicidad”)

Pida a los alumnos que lean estos versículos para encontrar y marcar (o subrayar) algunos de los nombres del plan de nuestro Padre Celestial para Sus hijos y ayúdeles a descubrir que esos nombres describen los propósitos del Padre Celestial para nosotros.

Escriba en la pizarra las tres frases siguientes que señalan las tres etapas de la existencia: vida preterrenal, vida terrenal y vida después de la muerte. Pida a los alumnos que compartan sus conocimientos de cada fase del plan de nuestro Padre Celestial y remítalos a los pasajes de las Escrituras y a las declaraciones de los profetas, según sea necesario, para ayudarles a entender los siguientes conceptos:

La vida preterrenal

  • Nuestro Padre Celestial es un ser celestial con un cuerpo glorificado de carne y huesos (véase D. y C. 130:22 [Dominio de las Escrituras: D. y C. 130:22–23]). Él es el Padre de nuestros espíritus (véase Romanos 8:16–17; Hebreos 12:9). Vivimos con Él como hijos espirituales (véase Abraham 3:22–23 [Dominio de las Escrituras]).

    En “La Familia: Una proclamación para el mundo”, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles declararon:

    “Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos…

    “En la vida premortal, los hijos y las hijas espirituales de Dios lo conocieron y lo adoraron como su Padre Eterno, y aceptaron Su plan por el cual obtendrían un cuerpo físico y ganarían experiencias terrenales para progresar hacia la perfección y finalmente cumplir su destino divino como herederos de la vida eterna” (Liahona, octubre de 2004, pág. 48).

  • Nuestro Padre Celestial nos enseñó Su plan de salvación (véase D. y C. 138:56), el cual nos permitió venir a la tierra para obtener un cuerpo y aprender a ser obedientes (véase Abraham 3:24–26).

  • El plan requería un Salvador y Redentor; nuestro Padre Celestial preordenó a Jesucristo para ser nuestro Salvador y Redentor (véase Moisés 4:2; Abraham 3:27).

  • Nos regocija el hecho de comenzar a entender el plan de nuestro Padre Celestial. (Véase Job 38:4–7. Los profetas de esta dispensación nos han enseñado que el versículo 7 alude al gozo que sentimos en nuestro estado preterrenal cuando aceptamos el plan de salvación; por ejemplo, véase la declaración del élder Richard G. Scott, en la página 1 del manual del alumno.)

  • Satanás se rebeló contra el plan de nuestro Padre Celestial y ofreció un plan alternativo que limitaría nuestro albedrío. Él y sus seguidores fueron expulsados. (Véase Apocalipsis 12:7–11; D. y C. 29:36; 76:25–27; Moisés 4:1, 3–4.)

La vida terrenal

  • Guardar nuestro “primer estado” consistió en ser fieles durante la vida preterrenal; nuestro “segundo estado” comenzó con la vida terrenal (véase Abraham 3:26).

  • Por causa de la caída de Adán y Eva, nacemos en la vida terrenal en un estado caído. La Caída y nuestra condición de mortales son partes necesarias del plan. (Véase 2 Nefi 2:22–25 [Dominio de las Escrituras, 2 Nefi 2:25]; D. y C. 29:40; Moisés 5:10–11.)

  • Jesucristo nos redimió de la Caída. Sin Su expiación no podríamos resucitar y viviríamos eternamente con Satanás como espíritus en un estado de miseria. (Véase 2 Nefi 2:26; 9:6–10.)

  • Las experiencias de la vida terrenal nos permiten valernos del albedrío para tomar decisiones y experimentar sus consecuencias (véase 2 Nefi 2:11–13, 27; Alma 34:32–34 [Dominio de las Escrituras]; D. y C. 58:27–28 [Dominio de las Escrituras, D. y C. 58:26–27]).

  • Formar familias eternas e instruirlas es uno de los propósitos del plan de salvación (véase D. y C. 93:40; 131:1–4 [Dominio de las Escrituras]; 138:47–48; Moisés 2:28).

  • Cualquier conocimiento e inteligencia que obtengamos en esta vida mediante nuestra diligencia y obediencia se levantará con nosotros en la resurrección (véase D. y C. 130:18–19 [Dominio de las Escrituras]).

La vida después de la muerte

  • Al morir, nuestro espíritu va al mundo de los espíritus para aguardar la resurrección. Allí seguimos aprendiendo. (Véase Alma 40:11–14; D. y C. 138:10–22.)

  • El Señor nos juzgará según la vida que hayamos llevado y según los deseos de nuestro corazón (véase Juan 5:22, 30; Alma 41:3; D. y C. 137:9 [Dominio de las Escrituras, D. y C. 137:7–10]).

  • Los que sigan el plan de nuestro Padre Celestial volverán a vivir como Él en Su presencia (véase D. y C. 76:92–96; 93:16–20).

Invite a los alumnos a analizar las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué cada una de estas tres fases de nuestra existencia es importante para llegar a ser como nuestro Padre Celestial?

  • ¿De qué modo el hecho de saber que ustedes son hijos o hijas de Dios les ayuda a entender su potencial divino?

  • ¿Qué cualidades espirituales nos ayudan a ser más como nuestro Padre Celestial? (Fe, obediencia, humildad, etc.)

  • ¿Cuáles serán los resultados si seguimos el plan de nuestro Padre Celestial? (Seremos como Él, recibiremos plenitud de gozo, etc.)

Al comprender el lugar que ocupamos en el plan de salvación, cultivamos nuestra fe y encontramos gozo en un mundo en el que se cometen muchas injusticias.

Invite a los alumnos a leer los siguientes pasajes de las Escrituras y a explicar por qué vivir de acuerdo con el plan de Dios nos brinda felicidad:

  • 2 Nefi 2:25 (Dominio de las Escrituras.)

  • Mosíah 2:41

  • Alma 19:6

Explique que, aunque nuestra vida se ciña al gran plan de salvación, hay momentos de la vida terrenal que pueden resultar muy difíciles e incluir grandes pruebas. Sin embargo, debemos recordar que nuestro Padre Celestial desea que seamos dichosos y tengamos paz al observar Sus mandamientos.

Invite a los alumnos a nombrar algunas obras de teatro que hayan visto o leído, de más de un acto, y pregunte:

  • ¿Por qué es importante saber qué sucedió en el primer acto de una obra de tres actos?

  • ¿Qué confusión provocaría desconocer nuestra existencia preterrenal y no saber quiénes somos ni cuál es nuestro potencial eterno?

Comparta la siguiente descripción que el presidente Boyd K. Packer, Presidente en Funciones del Quórum de los Doce Apóstoles, dio cuando comparó el plan de salvación a “una gran obra de tres actos”:

“El primer acto se llama la ‘Vida preterrenal’. Las Escrituras la describen como nuestro primer estado (véase Judas 1:6; Abraham 3:26, 28). El segundo acto, desde el nacimiento hasta el momento de la resurrección, es el ‘Segundo estado’; y el tercer acto se llama ‘La vida después de la muerte’ o ‘La vida eterna’.

“En el estado terrenal somos como actores que entran en el teatro justo cuando se levanta el telón para dar comienzo al segundo acto, habiéndonos perdido el primero. El espectáculo consta de muchos argumentos y tramas que se mezclan entre sí, lo que hace que sea difícil darse cuenta de quién se relaciona con quién y qué se relaciona con qué, quiénes son los héroes y quiénes los villanos. Se complica aun más debido a que no somos simplemente espectadores, ¡somos parte del elenco, estamos sobre el escenario, en medio de toda la acción!

“Como parte del plan eterno, el recuerdo de nuestra vida preterrenal, o sea, el primer acto, está cubierto por un velo. Debido a que entramos en la vida terrenal al comienzo del segundo acto, sin recordar nada del primero, no es de extrañar que sea difícil comprender qué está pasando” (The Play and the Plan, [discurso dirigido a jóvenes adultos el 7 de mayo de 1995], pág. 2).

Pregunte:

  • ¿Por qué el hecho de haber olvidado el “ primer acto” (nuestra vida preterrenal) requiere que ejerzamos fe en el Señor?

  • ¿De qué modo saber que vinimos a la tierra como parte de un plan divino nos ayuda cuando la vida se torna difícil?

Comparta las palabras del presidente Packer:

“A veces nos preguntamos: Si el plan es en realidad el gran plan de felicidad, ¿por qué debemos luchar para encontrar su plenitud en esta vida?

“Si ustedes esperan encontrar sólo una vida buena, paz y felicidad completa durante el segundo acto, no hay duda de que van a salir defraudados. Entenderán poco de lo que sucede y del porqué se permite que las cosas sean como son.

“¡Recuerden! La frase: ‘Y vivieron felices para siempre’ nunca se escribe para el segundo acto. Esa frase pertenece al tercer acto, cuando los misterios se han resuelto y todo se pone en orden…

“Mientras no tengan una perspectiva amplia de la naturaleza eterna de esta grandiosa obra, no podrán entender las desigualdades de la vida. ¡Algunos nacen con tan poco mientras que otros con tanto! Algunos nacen en la pobreza, con incapacidades, con dolor, con sufrimiento. Hay quienes mueren prematuramente, incluso niños inocentes. Están las fuerzas implacables y brutales de la naturaleza y la crueldad del hombre para con el hombre….

“No piensen que Dios causa intencionalmente eso que, para cumplir con sus propósitos, permite que suceda. Cuando conozcan el plan y el propósito en su totalidad, aun esas cosas serán manifestaciones de un Padre Celestial amoroso” (The Play and the Plan, pág. 2).

Repase las palabras del presidente Packer: “Mientras no tengan una perspectiva amplia de la naturaleza eterna de esta grandiosa obra, no podrán entender las desigualdades de la vida”. Pregunte a los alumnos cómo se valdrían de su conocimiento del plan de salvación para contestar las siguientes preguntas y comentarios:

  • Mi padre falleció antes de que yo tuviera edad suficiente para conocerlo. ¿Volveré a verlo?

  • Tengo un amigo que hace toda clase de cosas malas y parece perfectamente feliz. ¿Por qué debo obedecer los mandamientos de Dios?

  • Mi prometido y yo acordamos no tener hijos — son una gran carga financiera y emocional. Seremos más felices sin una familia.

Podemos valernos de nuestro conocimiento del plan de salvación para afrontar mejor nuestros desafíos terrenales.

Ayude a los alumnos a entender que desarrollamos talentos y habilidades en la vida preterrenal y que el conocimiento de esa etapa de nuestra existencia debería motivarnos a proseguir con fe y desarrollar nuestros talentos y habilidades en la vida terrenal. A fin de ayudarles a entender estos principios, comparta las siguientes declaraciones de Autoridades Generales y analicen las preguntas.

En la vida preterrenal desarrollamos talentos y habilidades.

El élder Bruce R. McConkie, que integró el Quórum de los Doce Apóstoles, declaró:

“En esa vida anterior, en esa existencia preterrenal, en esa preexistencia, cultivamos varias aptitudes y talentos. Unos los cultivaron en un campo y otros en otro. El más importante de todos fue el de la espiritualidad: la aptitud, el talento y la capacidad de reconocer la verdad” (Making Our Calling and Election Sure, Brigham Young University Speeches of the Year, 25 de marzo de 1969, págs. 5–6).

Pregunte:

  • ¿Por qué creen que el de la espiritualidad es “el más importante de todos” los campos?

  • ¿De qué modo podría la espiritualidad influir en nuestra capacidad para entender el conocimiento temporal?

El conocimiento de la vida preterrenal debería motivarnos a proseguir con fe y a desarrollar nuestros talentos y habilidades en esta vida.

Invite a que los alumnos mencionen varios desafíos temporales típicos de esta vida (por ejemplo: encontrar empleo, tener dinero suficiente para cubrir las necesidades básicas, gozar de buena salud o entender las pruebas).

El élder Neal A. Maxwell, miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

“Acceder a entrar en este segundo estado fue, por tanto, como acceder de antemano a un anestésico del olvido. Los médicos no quitan el anestésico a un paciente en medio de lo previamente autorizado para preguntarle, de nuevo, si se debe continuar. Consentimos en venir aquí a pasar por ciertas experiencias bajo determinadas condiciones” (en Conference Report, octubre de 1985, pág. 21).).

Pregunte:

  • ¿De qué modo el conocimiento de que estuvieron dispuestos en la vida preterrenal a someterse a ciertas condiciones en la tierra influye en cómo aceptan los problemas y se enfrentan a ellos?

  • ¿Cómo puede el saber que desarrollamos varios talentos y habilidades en la vida preterrenal, motivarnos a desarrollarlos también en esta vida?

SUGERENCIAS DE ASIGNACIONES PARA LOS ALUMNOS

  • Inste a los alumnos a explicar el plan de salvación a sus familiares en la lección de una noche de hogar.

  • Invite a los alumnos a escribir en sus manuales las respuestas a las siguientes preguntas:

    • ¿De qué modo el mejorar nuestra educación y habilidades laborales puede ayudarnos a cumplir con nuestro objetivo en la vida terrenal?

    • ¿De qué modo obtener una mayor formación y preparación podría bendecir a nuestra familia y a otras personas tanto espiritual como temporalmente?