Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Adán y Eva y su familia ofrecieron sacrificios


Lección 5

Adán y Eva y su familia ofrecieron sacrificios

Objetivo

Que los niños deseen siempre recordar a Jesucristo.

Preparación

  1. Con oración, estudie:

  2. Lectura complementaria:

  3. Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.

  4. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de la Biblia y uno de la Perla de Gran Precio para cada niño.

    2. Un ejemplar del Libro de Mormón.

    3. De diez a doce objetos pequeños, tales como un lápiz, un borrador, un sujetador de papeles, una taza, una pelota, una cuchara, etc.; y un mantel para cubrirlos. Si le es difícil conseguir estos objetos, utilice una lámina en la cual haya varios. (Véase la actividad para captar la atención.)

    4. Una hoja de papel y un lápiz para cada niño.

    5. La lámina 6–5: Adán y Eva de rodillas ante un altar.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para captar la atención

Coloque los objetos que consiguió sobre la mesa y cúbralos con el mantel; descúbralos y permita que los niños los observen unos quince segundos, luego cúbralos nuevamente. Entregue a cada uno de los niños una hoja de papel y un lápiz y pídales que anoten el nombre de todos los objetos que recuerden. Una vez que lo hayan hecho, permítales mirar los objetos nuevamente para que se den cuenta de cuáles olvidaron. Pregunte a los niños qué es lo que hacen para recordar las cosas mejor. Explique que el recordar los objetos que se encuentran sobre la mesa no es muy importante, pero que hay otras cosas que es muy importante recordar. Pregunte a los niños qué es importante recordar. Explique que nuestro Padre Celestial nos mandó recordar siempre a Su Hijo, Jesucristo. Pida a los niños que presten atención a medida que usted imparte la lección para que de esa forma aprendan algunas maneras por medio de las cuales nuestro Padre Celestial les ha enseñado a Sus hijos a recordar a Jesús.

Actividad suplementaria para captar la atención

Si tiene uno a mano, muestre a los niños un anillo HLJ.

• ¿Qué nos ayuda a recordar un anillo HLJ?

• ¿Qué símbolos nos ayudan a recordar el sacrificio que Jesucristo hizo por cada uno de nosotros? (El pan y el agua de la Santa Cena.)

Relato de las Escrituras

Explique el propósito de ofrecer sacrificios al Señor a medida que enseña a los niños el relato de Adán y Eva y de su familia, de los pasajes de las Escrituras que aparecen en la sección “Preparación”. (En “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII, encontrará varias sugerencias de cómo enseñar los relatos de las Escrituras.) Utilice la lámina en el momento que lo considere apropiado.

Preguntas para analizar y aplicar

Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios en su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.

• ¿En qué forma fue diferente la vida para Adán y Eva después de que salieron del Jardín de Edén? (Moisés 5:1–4.)

• ¿Qué se le mandó sacrificar a Adán y a Eva para el Señor? (Moisés 5:5.) ¿Por qué ofreció Adán sacrificios? (Moisés 5:6.) ¿Por qué es prudente obedecer los mandamientos de nuestro Padre Celestial aun cuando no comprendamos completamente el motivo?

• ¿Cuál le dijo el ángel a Adán que era el propósito de ofrecer sacrificios? (Moisés 5:7.) ¿Qué quiere decir semejanza? (Algo parecido o que se compara con eso.) Explique que la ofrenda de sacrificios era para recordar a la gente de la antigüedad acerca del sacrificio que Jesucristo haría algún día al tomar sobre sí nuestros pecados y dar Su vida por nosotros. Esa era una forma de que la gente recordara siempre a Jesús.

• ¿Por qué era importante que Adán y Eva y su familia supieran acerca de Jesucristo (Moisés 5:15.) ¿Por qué es tan importante que cada uno de nosotros recuerde a Jesús?

• ¿Cómo aprendieron los hijos de Adán y Eva acerca del Evangelio de Jesucristo? (Moisés 5:12, 58.) ¿Cómo están aprendiendo ustedes en cuanto al Evangelio? ¿Por qué algunos de los hijos de Adán no creyeron lo que Adán y Eva les enseñaron? (Moisés 5:13.) ¿Cómo pueden ustedes evitar que Satanás y sus seguidores los alejen del camino verdadero?

• ¿Qué sentía Caín hacia el Señor? (Moisés 5:16–18.) ¿Por qué fue aceptado el sacrificio de Abel y el de Caín no? (Moisés 5:18; Hebreos 11:4.) Explique que Dios sabía que Caín amaba más a Satanás que a Él y ofrecía un sacrificio porque Satanás se lo había mandado y no porque deseara obedecer el mandamiento del Señor. Caín hizo su ofrenda sin fe en Jesucristo; Abel tenía fe en Jesucristo y adoraba sinceramente al Señor.

• ¿Cómo se siente Satanás cuando desobedecemos los mandamientos de Dios? (Moisés 5:21.)

• Aun cuando el Señor no aceptó la ofrenda de Caín, no lo rechazó a él. Le dio amonestaciones específicas en cuanto a las elecciones peligrosas que estaba haciendo. ¿Cuáles fueron las advertencias que el Señor le hizo a Caín? (Moisés 5:23.) ¿En qué forma reaccionó Caín a esas advertencias? (Moisés 5:26.) ¿Cómo deben reaccionar ustedes ante las advertencias que el Señor les da por medio del Espíritu, los padres o los líderes de la Iglesia? ¿Cuáles son algunas de las advertencias que hemos recibido?

• ¿Por qué Satanás deseaba que Caín le jurara? (Moisés 5:29–31.) ¿Quién supo que Abel había sido asesinado aun cuando Caín lo mantuvo en secreto? (Moisés 5:34–35.) ¿Por qué no pueden las personas ocultarle a Dios lo que hacen?

• ¿En qué forma iba a ser maldecido Caín? (Moisés 5:36–37.) ¿Qué significa ser un fugitivo y un vagabundo? (Un fugitivo es alguien a quien se le busca y se le persigue. Un vagabundo es una persona que va de un lado a otro sin tener un hogar.) ¿De qué manera protegió el Señor a Caín para que no lo mataran? (Moisés 5:40.)

• ¿Por qué hoy día no ofrecemos sacrificios de animales como recordatorio de la Expiación de Cristo? (3 Nefi 9:19–20.) Explique que el ofrecer sacrificios de sangre “continuó hasta la muerte de Jesucristo, la cual puso fin al derramamiento de sangre como ordenanza del Evangelio…[Se reemplazó en la Iglesia con el] sacramento del pan y del agua [Santa Cena] en memoria de la ofrenda de Jesucristo” (Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 183).

• ¿Qué dijo Cristo que representaban el pan y el vino de la Santa Cena? (Lucas 22:19–20.) ¿Qué podemos hacer durante la Santa Cena para pensar en Jesucristo? (Véase la actividad complementaria N° 2.) ¿Cómo podemos prepararnos para participar más dignamente de la Santa Cena?

• ¿Por qué es importante que los hijos de nuestro Padre Celestial recuerden el sacrificio de Jesucristo? (Con el fin de demostrar gratitud por la gran bendición de la remisión de nuestros pecados y la resurrección de nuestro cuerpo después de la muerte; para que nos acordemos de guardar Sus mandamientos a fin de tener Su Espíritu con nosotros.) ¿Cuál es la mejor forma en que ustedes pueden recordar a Jesús y Su sacrificio? (Véase la actividad complementaria N° 3.)

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o más de las siguientes actividades:

  1. Pida a los niños que llenen los espacios en blanco de las siguientes declaraciones o utilice las mismas para jugar tatetí (juego de tres en raya). Los niños pueden utilizar las Escrituras si las necesitan.

    Instrucciones para jugar tatetí (juego de tres en raya):

    Divida la clase en dos grupos (el equipo A y el equipo B). Comience la actividad trazando un tatetí (o juego de tres en raya) en la pizarra y numere los espacios del uno al nueve, de la siguiente manera:

    Imagen
    tic-tac-toe

    Cada número de la pizarra corresponde a un lugar en blanco de una declaración. Los miembros de cada equipo se turnan para elegir un número. Cuando un jugador elija un número, lea la declaración que tenga ese número. Si el jugador contesta correctamente, borre el número correspondiente en el juego y reemplácelo con la letra del equipo al cual pertenece el niño (A o B). Si la respuesta está equivocada, dé a un niño del equipo contrario la oportunidad de contestar. Si éste contesta correctamente, reemplace el número de la declaración con la letra del equipo. Entonces, otro miembro de ese equipo elige el número de una pregunta que desea contestar. Se sigue jugando hasta que uno de los equipos logre poner tres símbolos en una misma raya, ya sea en forma vertical, horizontal o diagonal.

    Después de que un equipo tenga tres símbolos en una misma raya, dibuje un nuevo tatetí (tres en raya). Llene los espacios de este juego nuevo con los números de las declaraciones que no se utilizaron la primera vez y luego con los números del resto de las siguientes declaraciones:

    1. Los sacrificios de Adán eran a (semejanza) del sacrificio del Unigénito del Padre (Moisés 5:6–7.)

    2. El hijo de Adán y Eva (Caín) era labrador. (Moisés 5:17.)

    3. Abel era pastor de (ovejas). (Moisés 5:17.)

    4. Caín amó a (Satanás) más que a Dios. (Moisés 5:18.)

    5. Abel ofreció como sacrificio las (primicias) de su rebaño. (Moisés 5:20.)

    6. La ofrenda de Caín fue el (fruto) de la tierra. (Moisés 5:19.)

    7. El Señor no aceptó la (ofrenda) de Caín. (Moisés 5:21.)

    8. Satanás le prometió a Caín que le entregaría en las manos a Abel si él juraba guardarlo (secreto). (Moisés 5:29–30.)

    9. Cuando el Señor le preguntó a Caín dónde estaba Abel, Caín le dijo: “No sé. ¿Soy yo (guarda) de mi hermano?” (Moisés 5:34.)

    10. Un (vagabundo) es alguien que va de un lado a otro sin tener un hogar.

    11. A alguien que se le busca y se le persigue es un (fugitivo).

    12. El Señor le puso una (marca) a Caín para que cuando la gente lo viera supiera que no debía hacerle daño. (Moisés 5:40.)

    13. Después de la muerte de Jesucristo, la (Santa Cena) tomó el lugar del sacrificio de sangre.

    14. El Evangelio se enseñó desde el principio por medio de ángeles, por la propia voz de Dios y por el don del (Espíritu Santo). (Moisés 5:58.)

    15. ”y cuantos creyeran en el Hijo, y se (arrepintieran) de sus pecados, serían salvos” (Moisés 5:15).

  2. Lea las oraciones sacramentales que se encuentran en Moroni 4:3 y 5:2. Pida a los niños que analicen cómo se pueden concentrar para pensar en Jesucristo durante la Santa Cena. Si lo desea, hable sobre algunas ideas que aparecen a continuación, con el fin de ayudarlos a llevar a cabo el análisis:

    1. Pensar acerca de la forma en que Jesús sufrió por nuestros pecados y murió para que nosotros resucitemos algún día y, si nos arrepentimos, obtengamos la vida eterna.

    2. Leer pasajes de las Escrituras relacionados con Jesús antes de ir a la Iglesia.

    3. Repetir en silencio las oraciones sacramentales a medida que los presbíteros bendicen la Santa Cena.

    4. Sentarse quietos y en silencio, y pensar acerca de todo lo bueno que han hecho durante la semana pasada y también sobre lo que deben mejorar y hacer mejor.

    5. Pensar acerca del mensaje de la letra del himno sacramental.

    6. Pensar acerca de la forma en que Jesús trató a la gente. Piensen cómo pueden parecerse más a Jesús.

  3. Recuerde a los niños cuán importante es recordar a Jesucristo. Sugiera a los niños algunas ideas que podrían poner en práctica para recordarlo: colocar una lámina de Cristo en su cuarto, guardar las Escrituras cerca de la cama para recordar leerlas, llevar las Escrituras a la Iglesia, ofrecer oraciones personales y familiares, alentar a la familia para tener las Noches de hogar, preguntarse a sí mismos: “¿Qué haría Cristo?” cuando tengan que tomar alguna decisión, prestar cuidadosa atención a las oraciones sacramentales, guardar los mandamientos.

  4. Pida a los niños que se coloquen un botón o una moneda dentro de uno de los zapatos antes de comenzar la clase. Después de que lo hayan tenido por algún rato, hágales preguntas tales como las siguientes: ¿Qué tienen en el zapato? ¿Pueden ver lo que tienen dentro? ¿Cómo saben que lo tienen allí? Si lo mantuvieran en el zapato por una semana, ¿piensan que todavía se acordarían de que lo tenían ahí? Explique a los niños que ellos se acuerdan del objeto porque siempre lo sienten. Explique que podemos recordar a Cristo siempre que sentimos Su influencia en nuestro corazón al hacer las elecciones correctas, al prestar atención a la inspiración del Espíritu Santo, al seguir a los Profetas, al leer las Escrituras y al honrar a nuestros padres.

    Pida a los niños que lleven los botones o las monedas a casa y realicen esa actividad con sus respectivas familias. Aliéntelos a hablar con la familia sobre el concepto de que aun cuando no puedan ver la moneda o el botón que está dentro del zapato, siempre pueden sentir que está allí.

  5. Analice el Artículo de Fe N° 3 y ayude a los niños a aprenderlo de memoria.

  6. Canten o repitan la letra de la canción “La Santa Cena” que se encuentra en el libro Canta conmigo pág. C-4.

Los brazos cruzaré y la cabeza inclinaré,

y al oir la bendición, a Tí recordaré.

El pan y el agua tomaré, pensando en tu dolor.

Serviré y te honraré, Jesús, Señor de amor.

(Canta conmigo, Cantos para niños C-4)

Testimonio

Exprese gratitud por el sacrificio de Jesucristo. Hable con los niños sobre lo mucho que agradece la oportunidad de recordar a Jesús todas las semanas durante la Santa Cena.

Sugerencias para que los niños hablen con la familia

Inste a los niños a hablar con la familia sobre una parte específica de la lección, tal como un relato, una pregunta o actividad, o que lean con ella las “Sugerencias de lectura” que tienen para estudiar en casa.

Sugerencias de lectura

Sugiera a los niños que estudien en casa Moisés 5:4–8 como repaso de la lección de hoy.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.